jueves, 29 de marzo de 2012

Estar mucho tiempo sentado puede ser letal


Para una mejor salud, intente pasar más tiempo de pie, sugiere un estudio reciente. Los que pasan once horas o más sentados al día tienen 40 por ciento más probabilidades de morir en los próximos tres años independientemente de qué tan físicamente activos son por lo demás, señalan investigadores.

En un análisis de datos reportados por 222,000 personas a partir de los 45 años sobre ellas mismas, investigadores australianos hallaron que los riesgos de mortalidad aumentan tras un total de once horas al día de estar sentado, pero siguen siendo 15 por ciento más altos para los que pasan entre ocho y once horas sentados, en comparación con los que están sentados menos de cuatro horas al día.

"La evidencia sobre los efectos nocivos de estar mucho tiempo sentado sobre la salud se han estado acumulando en los últimos años", señaló el autor del estudio Hidde van der Ploeg, becario principal de investigación de la Universidad de Sídney. "El estudio destaca debido al gran número de participantes y el hecho de que fue uno de los primeros que pudo ver el tiempo total que las personas pasaban sentadas. La mayor parte de la evidencia hasta la fecha se ha centrado en los riesgos de salud de ver televisión durante mucho tiempo".

El adulto promedio pasa 90 por ciento de su tiempo libre sentado, apuntó van der Ploeg, y menos de la mitad de los adultos cumplen con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud de 150 minutos a la semana de actividad por lo menos de moderada a intensa.

Los datos se recolectaron como parte del Estudio de personas a partir de los 45 de Australia, un estudio en curso sobre un envejecimiento sano. Algo sorprendente es que los riesgos elevados de muerte por todas las casas se sostuvieron incluso tras tomar en cuenta la actividad física, el peso y el estado de salud de los participantes.

El 62 por ciento de los participantes dijeron que tenían sobrepeso o eran obesos (una proporción similar que los estadounidenses), mientras que casi 87 por ciento dijeron que estaban en salud excelente, y una cuarta parte dijo que pasaban al menos ocho horas al día sentados.

Los participantes inactivos que más estaban sentados tenían un riesgo doble de muerte en un plazo de tres años frente a las personas activas que menos estaban sentadas, apuntó van der Ploeg, y entre los adultos físicamente inactivos, los que estaban más tiempo sentados tenían un tercio más de probabilidades de morir que los que menos tiempo pasaban sentados.

Dado que tantas personas tienen que estar sentadas muchas horas en sus trabajos, deberían asegurarse de pasar una mayor porción de su tiempo libre de pie, caminando o realizando otros movimientos, aconsejó la Dra. Suzanne Steinbaum, directora de Mujeres y Enfermedad Cardiaca del Hospital Lenox Hill de la ciudad de Nueva York, y vocera de la American Heart Association.

"Sí, hay que trabajar, pero cuando llegue a casa es importante que no vuelva a sentarse frente a la computadora o a la televisión", apuntó Steinbaum. "Después de las ocho horas, los riesgos aumentan exponencialmente. Realmente se trata de lo que se hace en el tiempo libre y de tomar la decisión de moverse".

Muchos lugares de trabajo en Australia están evaluando estaciones de trabajo en que se puede estar sentado o de pie, apuntó van der Ploeg, una iniciativa generalmente bien recibida que podría ser una opción futura para otras oficinas. "Pruebe con formas de dividir el tiempo que pasa sentado y de añadir más tiempo de pie o caminando cuando sea posible", sugirió.

Aunque el estudio encontró una asociación entre el tiempo total que se pasa sentado y el riesgo de muerte, no demuestra que exista una relación de causa y efecto.

El estudio se vio limitado por el periodo relativamente corto de seguimiento de menos de tres años, apuntaron los expertos, lo que pudo haber ofuscado problemas de salud sin diagnosticar entre los participantes que hubieran podido llevar a una muerte más temprana. El Dr. David Friedman, jefe de servicios de insuficiencia cardiaca del Hospital Plainview de North Shore en Plainview, Nueva York, apuntó que las personas que pasan más tiempo sentadas "tienden a estar más enfermas, y a tener problemas de obesidad y cardiovasculares. Quizás se pueden mover menos en primer lugar".

Van der Ploeg reconoció estas limitaciones, y señaló que se necesitan más estudios para replicar los hallazgos y enfocarse más en la influencia de estar sentado sobre el desarrollo de afecciones como la diabetes, el cáncer y la enfermedad cardiaca.

"Estudios que midan el tiempo que se pasa sentado con monitores de actividad en lugar de cuestionarios también ayudarán a construir una base de evidencia", aseguró. "Todos estos estudios nos informarán más sobre la relación exacta entre estar sentado y las afecciones de salud, que en última instancia resultarán en recomendaciones de salud pública como las que ya tenemos para la actividad física".

Fuentes
Hidde van der Ploeg, Ph.D., senior research fellow, Sydney School of Public Health, University of Sydney, Australia; David Friedman, M.D., chief, heart failure services, North Shore Plainview Hospital, Plainview, N.Y.; Suzanne Steinbaum, M.D., director, Women and Heart Disease, Lenox Hill Hospital, New York City, and spokesperson, American Heart Association; March 26, 2012, Archives of Internal Medicine

viernes, 23 de marzo de 2012

La Electroterapia modificada contra la depresión

Un equipo científico descubrió cómo la terapia electroconvulsivante o por choque eléctrico, un tratamiento controvertido pero efectivo, actúa en el cerebro de las personas con depresión grave y asegura que los resultados podrían ayudar a mejorar el diagnóstico y tratamiento de la enfermedad mental.

La terapia electroconvulsivante (TEC) se realiza con anestesia y consiste en inducir una convulsión con corriente eléctrica. Su reputación es controvertida, en parte por su papel en la película de 1975 "One Flew Over The Cuckoo's Nest" con Jack Nicholson, pero es un tratamiento potente y efectivo para los pacientes con trastornos del ánimo, como la depresión grave.

Pero a pesar de que se aplica con éxito en el mundo desde hace más de 70 años, los científicos no sabían cómo funcionaba exactamente o por qué da resultado.

Ahora, un equipo de la Universidad de Aberdeen, en Escocia, demostró por primera vez que la TEC afecta la comunicación entre las distintas partes del cerebro asociadas con la depresión.

En un estudio publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), el equipo explica que la TEC controlaría las conexiones hiperactivas entre las áreas cerebrales relacionadas con el ánimo y las áreas asociadas con el pensamiento y la concentración.

Eso, para los autores, frena el enorme impacto de la depresión en la capacidad de los pacientes de disfrutar la vida y realizar las actividades diarias. "Resolvimos un acertijo terapéutico de 70 años de antigüedad", aseguró Ian Reid, profesor de psiquiatría de la Universidad de Aberdeen que dirigió el estudio. "Nuestro hallazgo clave es que si se comparan las conexiones cerebrales antes y después de la TEC, se puede ver que la terapia reduce la potencia de las conexiones", declaró.

Por primera vez, podemos describir algo que la TEC hace en el cerebro que tiene sentido en el contexto de lo que pensamos que funciona mal en las personas con depresión, agregó el autor.

En los últimos años, los especialistas desarrollaron una nueva teoría de cómo la depresión afecta el cerebro. Sugieren que existe una "hiperconexión" entre las áreas cerebrales involucradas en el procesamiento de las emociones y el cambio del ánimo y las zonas ligadas al pensamiento y la concentración.

David Nutt, profesor de neuropsicofarmacología del Imperial College de Londres y que no participó del estudio, opinó que los resultados "tienen mucho sentido". "Las conexiones discapacitantes entre las distintas áreas del cerebro es lo que habría anticipado a partir de la literatura publicada sobre la depresión", comentó.

Nutt agregó que los resultados coinciden con uno de sus estudios publicado en enero y en el que descubrió que la psilocibina, el ingrediente activo de la droga psicodélica conocida como hongos mágicos, también altera esa red de conexiones y sería efectiva contra la depresión grave.

En el nuevo estudio, los autores utilizaron resonancias magnéticas funcionales para estudiar el cerebro de nueve pacientes con depresión grave antes y después del tratamiento con TEC. Luego, el equipo realizó un análisis matemático complejo para investigar la conectividad cerebral.

Según el responsable de neuroimágenes de la Universidad de Aberdeen, Christian Schwarzbauer, que desarrolló el nuevo método para analizar los datos sobre la conectividad, el análisis le permitió al equipo conocer cómo se intercomunicaban más de 25.000 áreas cerebrales distintas.

Schwarzbauer opinó que el nuevo método también se podría aplicar a una gran variedad de trastornos cerebrales, como la esquizofrenia, el autismo o la demencia, y "permitiría comprender mejor los mecanismos subyacentes de las enfermedades y desarrollar nuevas herramientas diagnósticas".

A los autores les gustaría seguir monitoreando a los pacientes para determinar si la depresión y la hiperconectividad reaparecen. Además, planean comparar sus resultados con los efectos de otras terapias para tratar la depresión, como la psicoterapia y los antidepresivos.

Fuente
Medline Plus

lunes, 19 de marzo de 2012

El cadmio de la dieta podría aumentar el riesgo de cáncer de mama

Consumir el metal tóxico cadmio en los alimentos que come podría aumentar el riesgo de cáncer de mama, sugiere un estudio sueco reciente.


El cadmio, que se halla en muchos fertilizantes agrícolas, puede llegar a la tierra y al agua, explicaron los investigadores. Algunas de las principales fuentes de cadmio en la dieta son el pan y otros cereales, las papas, los tubérculos y las verduras. Una vez entra al organismo, el cadmio puede imitar los efectos de la hormona femenina estrógeno, que puede fomentar el desarrollo de ciertos cánceres de mama.

"La vida moderna se ha vuelto cada vez más peligrosa para la salud de los senos", señaló la Dra. Marissa Weiss, directora de oncología radioactiva de la mama y fomento de la salud del seno del Centro Médico Lankenau en Wynnewood, Pensilvania. "Ahora las zanahorias y los granos integrales, los vegetales que se suponen que son sanos para nosotras, tienen cadmio", lamentó.

"Para ayudar a nuestras pacientes a reducir la exposición a las sustancias químicas ambientales (como el cadmio) que podrían aumentar su riesgo de cáncer de mama, tenemos que asociarnos con los agricultores para asegurar que los alimentos se cultiven en tierra sana sin fertilizantes llenos de compuestos químicos", aseguró Weiss, quien también es presidenta y fundadora de Breastcancer.org. "Comer solo alimentos reales y enteros (sin procesar) sigue siendo una estrategia sana hasta que podamos asegurarnos de qué contiene el paquete".

En el estudio sueco, los investigadores siguieron a casi 56,000 mujeres por más de 12 años. Las mujeres rellenaron cuestionarios de frecuencia alimentaria, que los investigadores usaron para calcular cuánto cadmio consumían en la dieta. En el periodo de seguimiento, hubo 2,112 diagnósticos de cáncer de mama, entre ellos 1,626 cánceres con receptor de estrógeno positivo y 290 con receptor de estrógeno negativo.

Las mujeres que tenían la mayor cantidad de cadmio en la dieta tenían 21 por ciento más probabilidades de desarrollar cáncer de mama que las que tenían la menor cantidad. Ese riesgo aumentó a 27 por ciento entre las mujeres que eran delgadas o de peso normal, mostró el estudio. El riesgo fue similar, de 23 por ciento, para los tumores tanto de receptor de estrógeno positivo como negativo.

Las mujeres que consumían las mayores cantidades de granos integrales y verduras tenían el riesgo más bajo de cáncer de mama, frente a las mujeres expuestas al cadmio dietético a través de otros alimentos.

"Es posible que hasta cierto punto esa dieta sana pueda contrarrestar el efecto negativo del cadmio, pero nuestros hallazgos deben ser confirmados en otros estudios", apuntó en un comunicado de prensa de la Asociación Americana para la Investigación del Cáncer (American Association for Cancer Research) la autora del estudio Agneta Akesson, profesora asociada del Instituto Karolinska en Suecia. "Sin embargo, es importante que la exposición al cadmio a partir de la comida sea baja".

Johanna Lampe, miembro de la división de ciencias de la salud pública del Centro de Investigación del Cáncer Fred Hutchinson en Seattle, afirmó que el nuevo estudio añade al creciente cuerpo de evidencia que relaciona al cadmio con el riesgo de cáncer de mama. "Añade otro grano de arena", comentó. "Nos beneficiaría tener más investigación en esta área para comprender mejor estos riesgos".

El estudio ideal usaría una medida más objetiva de la exposición al cadmio, como los niveles de cadmio en la orina. "Podríamos estudiar a las mujeres años antes de que desarrollen cáncer de mama y medir la exposición al cadmio en ciertos momentos", explicó.

En cuanto a la reducción de la exposición al cadmio, Lampe señaló que fumar es la fuente individual más importante de exposición a la sustancia. "No fumar es un buen punto de inicio", anotó.

La Dra. Stephanie Bernik, jefa de oncología quirúrgica del Hospital Lenox Hill en la ciudad de Nueva York, apuntó que es demasiado pronto para recomendar la realización de cualquier cambio dietético en base a estos hallazgos. "Aún no podemos aconsejar limitar la fibra u otras cosas que contienen cadmio", y algunos de los alimentos que lo contienen son parte de una dieta sana, enfatizó Bernik.

En el estudio, las mujeres más delgadas tenían un riesgo más elevado de cáncer de mama basado en su exposición al cadmio. "La obesidad anula cualquier efecto que el cadmio pudiera tener en el cáncer de mama", dijo Bernik, y añadió que la obesidad es un factor de riesgo más grande de cáncer de mama que la exposición al cadmio, porque "cuando las personas tienen sobrepeso, en su cuerpo circula más estrógeno".

Fuentes
Marisa Weiss, M.D., director, breast radiation oncology and breast health outreach, Lankenau Medical Center, Wynnewood, Pa., and president/founder, Breastcancer.org.; Johanna Lampe, Ph.D., public health sciences division, Fred Hutchinson Cancer Research Center, Seattle; Stephanie Bernik, M.D., chief, surgical oncology, Lenox Hill Hospital, New York City; American Association for Cancer Research, news release, March 15, 2012; March 15, 2012, Cancer Research

martes, 13 de marzo de 2012

Relación entre la dieta grasa y el cáncer de colon

Investigadores afirman haber descubierto pistas sobre cómo una dieta grasa aumenta el riesgo de cáncer de colon.

"Siempre ha habido preguntas sobre por qué cosas como la dieta y la obesidad son factores de riesgo independientes del cáncer de colon. Este estudio sugiere cómo y por qué las dietas ricas en grasa se relacionan con el cáncer de colon", afirmó en un comunicado de prensa de la Universidad de Temple el autor líder Carmen Sapienza, profesor de patología del Instituto Fels de Investigación sobre el Cáncer y Biología Molecular de la universidad.

Sapienza y colegas examinaron tejido sano del colon de pacientes de cáncer de colon y hallaron que las marcas epigenéticas en los genes involucrados en la descomposición de carbohidratos, grasas y aminoácidos (comunes en una dieta occidental grasa) parecen haber sido reentrenados.

Las marcas epigenéticas son modificaciones químicas que funcionan como interruptores de encendido y apagado para muchos genes, según el comunicado.

"Estos alimentos cambian los patrones de metilación de los genes de insulina de una persona, de forma que se expresan de forma distinta, produciendo más insulina de la que el organismo requiere", explicó Sapienza. "En las personas que sufren de cáncer de colon, las vías metabólicas de la glucosa y las vías de señalización de la insulina funcionan a niveles completamente distintos que las de las personas que no sufren de esa enfermedad".

Las células cancerosas "adoran" la insulina, y los estudios han mostrado que los tumores se alimentan de insulina, anotó Sapienza.

La mayoría de casos de cáncer de colon ocurren en personas a partir de los 50 años, y no está claro en qué momento se inician estos cambios genéticos. Si esos cambios se pueden detectar en otros tejidos sanos del cuerpo, quizás sea posible utilizar pruebas de sangre o saliva para determinar el riesgo de cáncer de colon de una persona, o para diagnosticar la enfermedad, sugirió Sapienza.

Fuente
Temple University, news release

viernes, 9 de marzo de 2012

¿Puede el padre llegar a ser el mejor amigo de su hijo?

Ser el mejor amigo de su hijo no es una relación natural, pero no debe faltar una buena dosis de autoridad y la confianza que los padres ejerzan hacia sus hijos. Conozca la opinión de un experto.

Tener una relación cercana y de confianza con hijos adolescentes no es una tarea fácil. Muchos llegan a casa y entran al Facebook o suben al carro y se conectan al Messenger del celular y no hay manera de conversar con ellos. Sin embargo, los padres deben conocer el mundo de sus hijos, y a la vez, respetar sus espacios.

Pero hay quienes anhelan tener una relación de amistad íntima con sus hijos. “Pretender ser amigo de los hijos en igualdad de condiciones no es lo natural. Los amigos tienen la misma edad, comparten sus miedos, angustias e inquietudes y a esa edad comparten la crítica hacia sus padres”, explicó el psicólogo Javier Verán.

El experto dijo que “es bueno para los chicos que sus padres mantengan y hagan respetar la diferencia generacional, porque les da orden y estructura sin que eso signifique autoritarismo. Los adolescentes buscan una relación más horizontal con los padres, ser más escuchados, discutir sus argumentos e incluso cuestionarlos”.

Para Verán, “los padres que no permiten que sus hijos se independicen, manteniéndolos sumisos o dependientes y siguen participando de todas sus actividades, no facilitan que el chico rompa el cascarón familiar y cree su propio mundo de amigos que tienen sus complicaciones, pero es parte del crecimiento”.

Pero, ¿cómo lograr una buena relación con los hijos incluso durante la adolescencia? El especialista dijo que uno debe empezar a hacerlo desde que los hijos son bebitos. “Hay que crear rutinas familiares como en las comidas y encontrar momentos para hablar de manera natural con los hijos”, comentó Verán.

“Si eso se da en forma reiterada, los chicos van a saber que podrán contar con los padres cuando ellos los necesiten”, explicó. Sin embargo, dijo que “hay padres que se desentienden del tema de los límites y normas. Muchos adultos confiesan que les hubiera gustado tener a padres que los hubiesen controlado más”.

Para el psicólogo especialista en niños y adolescentes, “la relación más saludable entre padres e hijos es la que tiene seguridad afectiva, donde los padres les permitan a los chicos desarrollar su autonomía y que vayan creciendo conforme a su edad”, sobre todo en un momento difícil y de cambios como la adolescencia.

Sobre cómo prevenir situaciones de riesgo en adolescentes, Verán explicó la importancia de conocer a los hijos. “Si uno conoce a su hijo sabe si está especialmente evasivo, asilado, irritable o agresivo. Si nota un cambio notorio en su comportamiento debe buscar qué es lo que le ocurre”, manifestó.

“Si a lo largo de esta etapa los padres están presentes y reconocen a sus hijos por lo que son, se sienten orgullosos de ellos y predomina la sensación de confianza y afecto que les permita desarrollar su propia personalidad, lo más probable es que pase la adolescencia sin que sea una etapa traumática”, concluyó.

Fuente
RPP Noticias

jueves, 8 de marzo de 2012

Propiedades del Achiote (Bixa orellana)

El achiote, (Bixa orellana) es una especie botánica de planta arborescente de las regiones intertropicales de América.

PROPIEDADES
Estos colorantes de origen vegetal son aptos para mejorar el color de los alimentos. Su coloración varía del rojo al marrón dependiendo del tipo de solvente utilizado para su extracción.

USOS
Se conoce como fuente de un colorante natural rojizo amarillento derivado de sus semillas, conocido como annatto el cual es usado como colorante alimenticio. Se usa frecuentemente en la coloración de quesos como el Cheddar o el Mimolette, de margarina, mantequilla, arroz, pescado ahumado y a veces como condimento de cocina.

Es utilizado ampliamente en diversas preparaciones culinarias de Latinoamérica y el Caribe tanto como colorante como saborizante. En la hallaca, plato típico venezolano de la Navidad, constituye un ingrediente imprescindible.

Y también se usa como condimento y colorante, también forma parte de la cocina Yucateca como la "cochinita Pibil" entre otros platillos ya que fue muy utilizada por los mayas, no sólo en América y en las Islas Canarias, sino incluso en la gastronomía del sudeste asiático.

Los pueblos originarios de Centro y Suramérica lo utilizan como pintura corporal y facial para sus rituales religiosos. El código colorante es E 160.

PROPIEDADES MEDICINALES 
Se le atribuyen diferentes propiedades terapéuticas: astringente, antiséptico, emoliente, antibacterial, antioxidante, expectorante, cicatrizante, febrífugo, estomáquico y antidisentérico, diurético y antigonorréico, purgante, desinflamatorio, hipoglicemiante.

La semilla molida es utilizada para sarampión, viruela, afecciones estomacales, enfermedades del riñón, disentería y febrífugo, astringente y ligero purgante.

La pulpa se usa en quemaduras y ampollas.

Las hojas actúan contra malestares de garganta, afecciones respiratorias, dolores renales, inflamaciones dérmicas y vaginales, fiebre, hipertensión, vómitos sanguíneos, diarrea, hemorroides, angina, abscesos, cefalalgia, dolores renales, infecciones de la piel, y conjuntivitis.

Machacadas o hervidas son consumidas para controlar vómitos, como antídoto contra la intoxicación por el consumo de yuca brava que contiene ácido cianhídrico.

La infusión de las hojas es usada por las mujeres para lavados vaginales y es muy eficaz en el control de inflamaciones producidas por hongos y bacterias.

Su raíz en decocción es aconsejable contra la malaria y el asma.

Los frutos y semillas en infusión controlan el dolor de cabeza. También tiene propiedades cicatrizantes.

El extracto seco o la infusión de las hojas se usa mucho para controlar y curar la prostatitis, dolencia que suele degenerar en cáncer a la próstata.

BUENO PARA LA PRÓSTATA

En las extracciones realizadas de las hojas de ACHIOTE (Bixa orellana), se han obtenido sustancias químicas que hacen posible su utilización como planta medicinal. Contiene flavonoides, alcaloides, antraquinonas, esteroides, saponinas, que justifican su utilización terapéutica.
Los estudios farmacológicos y etnobotánicos del ACHIOTE en la medicina tradicional ha atraído la atención de los especialistas hacia el laboratorio. La presencia de esteroides en las hojas del ACHIOTE sugiere que son los responsables de las propiedades anti-inflamatorias que la medicina popular le atribuye para usarla como anti-reumático y para las inflamaciones de la próstata. Asimismo debido a la presencia de flavonoides, se utiliza como efectivo diurético actuando sobre el sistema urogenital y regulando la función renal.

Los resultados de estudios farmacológicos han comprobado sus acciones terapéuticas, diuréticas, antigonorréicas y antibacterianas, que refuerzan la acción benéfica del ACHIOTE sobre la próstata y las vías genitourinarias, teniendo en consideración que la prostatitis es una inflamación generalmente de origen infeccioso y cuyo tratamiento requiere de productos antibacterianos y diuréticos.

No se ha establecido un plazo o tiempo fitoterapéutico para cada uno de los múltiples tratamientos pero algunos autores mencionan que el uso de las hojas de ACHIOTE puede ser usado por tiempo bastante largos, ya que no se han registrado antecedentes de toxicidad.

sábado, 3 de marzo de 2012

La pérdida de la audición triplica las caídas

La pérdida auditiva se asocia con un mayor riesgo de caídas, según un estudio reciente.


Investigadores de la Universidad de Johns Hopkins analizaron datos sobre más de 2,000 personas entre los 40 y los 69 años de edad que participaron en la Encuesta nacional de examen de salud y nutrición de EE. UU. entre 2001 y 2004. Se evaluó el oído de los participantes, y respondieron a preguntas sobre si se habían caído en el año anterior.

El estudio halló que las personas con una pérdida auditiva de 25 decibeles (calificada de leve) tenían casi tres veces más probabilidades de tener antecedentes de caídas que las que no sufrían de pérdida auditiva. Cada pérdida auditiva adicional de diez decibeles conllevaba un aumento de 1.4 veces en el riesgo de caídas.

Los hallazgos se sostuvieron después de que los investigadores tomaron en cuenta otros factores relacionados con las caídas, como la edad, el sexo, la raza, la enfermedad cardiaca y el equilibrio. Las personas con pérdida auditiva no tienen una buena concienciación de su ambiente general, lo que las hace más propensas a tropezar y caerse, señaló el autor del estudio, el Dr. Frank Lin, profesor asistente de la Facultad de Medicina y de la Facultad de Salud Pública Bloomberg de la Universidad de Johns Hopkins. También podría suceder que con la pérdida auditiva, el cerebro se vea abrumado ante las demandas sobre sus recursos limitados, sugirió Lin.

"El modo de andar y el equilibrio son cosas que la mayoría de personas dan por sentadas, pero en realidad son cognitivamente muy demandantes", aseguró en un comunicado de prensa de la universidad Lin, otólogo y epidemiólogo. "Si la pérdida auditiva plantea una carga cognitiva, quizás haya menos recursos cognitivos para ayudar a mantener el equilibrio y la forma de andar".

Fuente
Johns Hopkins Medical Institutions, news release

jueves, 1 de marzo de 2012

Cuidado con las pastillas para dormir

Las pastillas para dormir recetadas quizás le ayuden a obtener el descanso que necesita de noche, pero usarlas de forma rutinaria también podría aumentar las probabilidades de que muera o desarrolle ciertos tipos de cáncer, sugiere una investigación.

Un nuevo estudio propone que los que toman esos fármacos tienen cuatro veces más probabilidades de morir que los que no. Además, la investigación muestra que el uso de somníferos también se asocia a un mayor riesgo de ciertos cánceres. Los hallazgos aparecen en la edición en línea del 27 de febrero de la revista BMJ Open.

Las pastillas para dormir relacionadas con estos riesgos incluyen a benzodiacepinas como el temazepam; no benzodiacepinas como Ambien (zolpidem), Lunesta (eszopiclone) y Sonata (zaleplon); los barbitúricos; y los antihistamínicos sedantes.

El nuevo estudio solo muestra una asociación entre los somníferos y el riesgo de muerte, no una relación de causalidad, y muchos expertos urgen no saltar a ninguna conclusión a partir de los hallazgos. Sin embargo, el autor del estudio se mostró menos reticente.

"Las pastillas para dormir populares se asocian con un chocante exceso de muertes y un horrible aumento en nuevos cánceres", aseguró el Dr. Daniel Kripke, del Centro del Sueño de la Familia Viterbi de la Clínica Scripss en La Jolla, California. Muchos estadounidenses usan pastillas para dormir. En 2010, entre uno de cada veinte y uno de cada diez adultos tomaron una pastilla para dormir en EE. UU.

En el nuevo estudio, el equipo de Kripke dio seguimiento a más de 10,500 personas con una edad promedio de 54 años. Esos pacientes sufrían de una variedad de afecciones de salud subyacentes, y se les habían recetado pastillas para dormir durante un promedio de unos 2.5 años entre 2002 y 2007. Los investigadores compararon los riesgos de muerte y cáncer de estos pacientes con los de personas que no tomaban pastillas para dormir.

Aquellos a quienes se recetó hasta 18 dosis al año tenían 3.6 veces más probabilidades de morir que sus contrapartes a quienes no se recetó nada, mientras que los que recibieron recetas para 18 a 132 dosis tenían más de cuatro veces más probabilidades de morir, mostró el estudio. Los que tomaban más de 132 dosis al año tenían un riesgo de muerte cinco veces más elevado, frente a los que no obtuvieron ninguna receta. Esto sucedió independientemente de la edad, pero los riesgos eran mayores para los individuos de 18 a 55 años
.

Específicamente, hubo 265 muertes entre 4,336 personas que tomaban Ambien, en comparación con 295 muertes entre las 23,671 personas que no habían tomado sedantes ni pastillas para dormir.

Los que tomaban las dosis más altas también estaban en mayor riesgo de desarrollar varios tipos de cáncer, como de esófago, linfoma, de pulmón, de colon y de próstata. De forma interesante, los riesgos de leucemia, cáncer de mama, cáncer de útero, cáncer de vejiga y melanoma no se elevaron. Los problemas de salud preexistentes no descartaron la asociación, añadieron los investigadores.

Kripke enfatizó que muchos mecanismos conocidos podrían explicar el aumento en los riesgos. Por ejemplo, la regurgitación esofágica podría llevar al cáncer de esófago. Estos medicamentos también podrían empeorar la apnea del sueño, y podrían hacer que las personas sean más susceptibles a caídas y accidentes de automóvil.

"No veo la ocasión de recetar las pastillas para dormir particulares estudiadas", aseguró Kripke. Sin embargo, otros expertos no daban la voz de alarma.

El Dr. Victor Fornari, director de psiquiatría infantil y adolescente del Hospital Zucker Hillside del Sistema de Salud Judío North Shore-Long Island en Manhasset, Nueva York, señaló que las personas que toman somníferos no deben entrar en pánico. El aumento en el riesgo de muerte podría tener varias razones que tengan poco que ver con las pastillas, y más con los motivos de que las personas las tomen, explicó.

"El sueño es lo primero que se ve afectado cuando alguien está en distrés debido a una enfermedad médica o a problemas psicológicos", señaló. "Se trata de fármacos seguros y eficaces cuando son recetados por un médico como parte de un plan integral de tratamiento".

"No deje de tomar estos medicamentos si cree que los necesita y los toma con la receta de un médico, pero tenga en cuenta que no deben tomarse de forma frívola y que hay alternativas como evitar las siestas, hacer un ejercicio adecuado, eliminar la cafeína y hacer otros tipos de cosas que mejoran la higiene del sueño", aconsejó Fornari.

Pero el Dr. Bryan Bruno, presidente en funciones del departamento de psiquiatría del Hospital Lenox Hill en la ciudad de Nueva York, advirtió contra el uso crónico de las pastillas para dormir. "Pueden resultar peligrosas, e idealmente se usan de forma temporal o a corto plazo", dijo. "Si es posible, se debe evitar el uso crónico, sobre todo dado que conllevan riesgos, que incluyen la dependencia. No son benignas ni libres de riesgo, y se deben usar con cuidado".

Fuentes
Daniel F. Kripke, M.D., Scripps Clinic Viterbi Family Sleep Center, La Jolla, Calif.; Bryan Bruno, M.D., acting chairman, department of psychiatry, Lenox Hill Hospital, New York City; Victor Fornari, M.D., director, child and adolescent psychiatry, Zucker Hillside Hospital, North Shore-Long Island Jewish Health System, Manhasset, N.Y.; Feb. 27, 2012, BMJ
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