miércoles, 29 de enero de 2014

Remedios caseros para combatir la acidez estomacal

 
La Acidez estomacal es la sensación de ardor e irritación en el estómago y esófago. Las causas pueden ser la alteración del sistema nervioso que genera a su vez la secreción excesiva de los jugos gástricos en el estómago. Si a esto le añadimos una alimentación indigesta a base de frituras, dulces en cantidad o alimentos mal combinados tendremos el cuadro de acidez.
 
Cómo prevenir?
 
- Elimine las bebidas gaseosas, agua con gas, café en demasía, carnes en exceso, frituras, harinas refinadas, pasteles, grasas, ají y alcohol.
- Evitar comidas de temperatura extrema.
- Mastique despacio y tómase su tiempo.
- Como a sus horas y no se saltee ninguna comida.
- Evite el estrés y controle su ánimo para evitar la tensión nerviosa.
 
Remedios caseros
 
1) Fitoterapia: Mezcle en partes iguales muña, te verde y boldo. Agregue dos cucharaditas de la mezcla en una taza de agua hirviendo y deje reposar durante cinco minutos. Cuele y sirva con poca azúcar o con chancaca (panela). Tome tres tazas al dia después de las comidas.
 
2) Papaya: Tome jugo de papaya en ayunas o una hora antes de las comidas. Si lo prefiere consuma rodajas de papaya.
 
3) Sopa: Prepare una sopa con verduras que contenga poro, zanahoria, algas y hierbabuena. Agregue al final una cucharada de miso (ingrediente japonés). Tome dos veces al día.
 
4) Papa: Tome por las mañanas medio vaso de extracto de papa cruda durante diez días. Después de media hora tome agua por sorbos.
 
Fuente: Medicina natural

sábado, 25 de enero de 2014

Consejos para perder peso sin sacrificios

 
No todos nacimos para hacer dieta. Si quieres bajar de peso, pero deseas hacerlo de forma muy gradual y sin mucho esfuerzo, sigue estas recomendaciones de la nutriólga Raquel Pérez de León, que te ayudarán a perder kilos poco a poco. Sólo sé paciente. Mientras más los sigas, más rápido verás resultados.
 
• Realiza al menos cinco comidas al día: tres principales (desayuno, comida y cena) y dos colaciones (a media mañana y a media tarde).
• No te saltes ninguna comida, ¡todas son importantes!
• Usa platos pequeños y sírvete porciones reducidas.
• Cuando vayas al supermercado, haz antes una lista de los alimentos que requieres y no recorras todos los pasillos.
• No compres si tienes hambre, de lo contrario, todo se te antojará y comprarás cosas de más.
• Evita consumir alimentos frente a la televisión o la computadora, porque generalmente no te das cuenta cuánto consumes.
• Disfruta tus alimentos, come despacio y tranquilo. Deja de comer antes de sentirte demasiado lleno; recuerda que la sensación de saciedad tarda en llegar aproximadamente 20 minutos.
• ¡Haz ejercicio! Al menos 30 minutos, 5 días a la semana. Elige la actividad que más te guste: caminar, subir y bajar escaleras, trotar, correr, bailar, andar en bicicleta, etcétera.
• Toma entre ocho y diez vasos de agua natural al día.
• Lleva un control de tu peso. Pésate cada semana para poder ver los avances y mantener la motivación.
• Evita estos alimentos:
◦ Azúcar en cualquier forma, jugos, refrescos.
◦ Pastas y arroz.
◦ Papa, camote.
◦ Harina o productos derivados.
◦ Sustitutos de azúcar o productos light.
◦ Aceite de maíz: utiliza sólo lo indispensable para cocinar.
◦ Lácteos: evita la leche entera, la crema, la mantequilla y los quesos altos en grasas como manchego, amarillo, crema, de cabra, suizo.
◦ Aderezos cremosos.
◦ Bebidas alcohólicas.
 
Espero te sirva
 
Fuente: Todos somos uno

martes, 14 de enero de 2014

El café mejora la memoria

 
Una multitud de personas que se trasladan de casa al trabajo toman café para empezar el día laboral. Pero un nuevo estudio sugiere que la cafeína podría hacer más para que el cerebro aumente el estado de alerta: también podría ser de ayuda para su memoria. Los investigadores de la Universidad Johns Hopkins observaron el impacto de la cafeína sobre la memoria y excluyeron los otros tipos de influencias que tiene sobre el cerebro.
 
El estudio mostró que la cafeína aumenta ciertos recuerdos durante hasta 24 horas después de haberla consumido. "El hallazgo de que la cafeína tiene un efecto sobre este proceso en los seres humanos (el proceso de hacer los recuerdos más permanentes y menos susceptibles de ser olvidados) fue una de las grandes novedades", comentó el autor del estudio Michael Yassa, profesor asistente de neurobiología y conducta en la Universidad de California, Irvine, que realizó la investigación mientras estaba en la Johns Hopkins.
 
El estudio, que fue financiado por los Institutos Nacionales de Salud de EE. UU. y la U.S. National Science Foundation, incluyó a más de 100 participantes que eran "inexpertos en cafeína", es decir, no eran consumidores muy habituales de café, té ni refrescos de cola, explicó Yassa. "Escogimos personas que tomaban menos de 500 miligramos de cafeína a la semana", señaló. "La mayoría no tomaban café.
 
La mayoría tomaban un refresco una o dos veces a la semana". El contenido de cafeína en el café cambia en gran medida. La mayoría de las tazas de tamaño promedio contienen aproximadamente 160 miligramos (mg), comentó Yassa. Pero una taza de 16 onzas de café de Starbucks contiene 300 mg de cafeína, según el Centro de la Ciencia en el Interés Público (Center for Science in the Public Interest). Se necesitó una dosis de al menos 200 mg de cafeína para conseguir la consolidación de la memoria, indicaron los investigadores.
 
Para realizar el estudio, que fue publicado en línea el 12 de enero en la revista Nature Neuroscience, los investigadores pidieron a los participantes que observaran cientos de imágenes comunes y cotidianas en la pantalla de una computadora: zapatos, silla, un patito de goma, etc. "Les pedimos que nos dijeran si se trataba de un objeto situado en interiores o en exteriores, pero realmente no nos importaba lo que dijeran", explicó Yassa. "Solo queríamos que prestaran atención al objeto, que insertaran el objeto en su cerebro". Cinco minutos después de que los participantes observaron las imágenes, a la mitad se les dio 200 miligramos de cafeína y a la otra mitad un placebo. Regresaron 24 horas después, una vez que había expulsado la cafeína de su sistema, y observaron más imágenes de objetos. Se les pidió que calificaran las imágenes como viejas, nuevas o parecidas a las imágenes originales que habían visto (por ejemplo, la imagen de un pato que habían visto el día anterior, pero tomada desde un ángulo ligeramente distinto).
 
Las personas que habían tomado cafeína lo hicieron mejor a la hora de distinguir las imágenes parecidas a las originales, y las que habían tomado el placebo eran más propensas a identificar de forma incorrecta las imágenes parecidas con las imágenes viejas, indicaron los investigadores. Yassa afirmó que la capacidad inducida por la cafeína de reconocer las imágenes parecidas, pero no idénticas, no se produjo cuando se dio a las personas dosis más pequeñas de cafeína o cuando tomaron la cafeína una hora antes de la prueba.
 
"Los participantes que habían tomado cafeína eran más propensos a identificar los objetos similares correctamente como similares y no como viejos", comentó. "Al hacer esto, se demuestra que la cafeína reforzó el proceso de consolidación cerebral, el proceso de hacer que esos objetos fueran más permanentes en la memoria". La idea, según Yassa, es que fuera del laboratorio, se podría obtener el mismo beneficio del hábito de tomar cafeína. "Le podría permitir recordar cosas (retener recuerdos) durante un periodo de tiempo más largo y con más precisión, incluso si se eliminan los otros beneficios de la cafeína, como la atención, el estado de alerta y el de vigilancia", señaló Yassa.
 
El Dr. David Knopman, profesor de neurología de la Clínica Mayo en Rochester, Minnesota, comentó que los resultados son interesantes desde una perspectiva farmacológica. "Tomada al pie de la letra, es una investigación interesante", dijo Knopman. "Plantea algunas preguntas sobre lo que interviene en el aprendizaje y cómo algunas drogas podrían reforzar la capacidad de aprender de las personas normales". Pero Knopman dijo que no cree que los hallazgos tengan ningún significado práctico para las personas con pérdida de memoria debida al Alzheimer.
 
Yassa, que también estudia el envejecimiento y el Alzheimer, afirmó que se necesita más investigación para averiguar por qué la cafeína podría reforzar la memoria. Sin embargo, el estudio no demostró realmente que la cafeína mejore la memoria.
 
Una limitación del estudio es que los participantes sabían que estaban participando en una investigación sobre la cafeína, indicaron los investigadores. En Estados Unidos, el 80 por ciento de los adultos consumen cafeína cada día, según la Administración de Drogas y Alimentos (FDA) de EE. UU.
 
FUENTES: Michael Yassa, Ph.D., assistant professor, neurobiology and behavior, University of California, Irvine, formerly of Johns Hopkins University, Baltimore, Md.; David Knopman, M.D., professor, neurology, Mayo Clinic, Rochester, Minn.; Jan. 12, 2014,Nature Neuroscience, online

sábado, 11 de enero de 2014

Cómo prevenir el cáncer uterino y sepa los factores de riesgo

 
El cuello uterino, también conocido como cérvix, es la zona más baja del útero y es donde, además, se desarrolla el bebé durante el embarazo. Al igual que ocurre en otras zonas del cuerpo, cuando se reproducen células anormales en él, es decir, células que crecen de manera descontrolada y no ‘mueren’ como así debería ser y que, además, pueden invadir o propagarse a otros tejidos, algo que las células comunes no son capaces de hacer, se forma lo que se conoce como cáncer de cuello uterino o de cérvix.
 
FACTORES DE RIESGO
 
Como ocurre con el resto de cánceres, existen unas serie de factores de riesgo que aumentan las posibilidades de sufrirlo. Por supuesto, esto no quiere decir que todas aquellas mujeres que tengan uno o varios de ellos vayan a padecer cáncer de cuello uterino en algún momento de su vida, sin embargo, sí que es bastante improbable que aquellas mujeres que no cuenten con ninguno lo sufran.
 
Entre estos marcadores destacan:
 
Virus del Papiloma Humano: el VPH es una enfermedad de transmisión sexual fácilmente contagiosa pero también altamente prevenible siguiendo unos buenos hábitos sexuales o recurriendo, en el caso de las mujeres, a la vacuna. Esta infección es, sin duda alguna, el factor de mayor riesgo de cara a sufrir un cáncer de cuello uterino, sobre todo si no se trata adecuadamente o si el organismo no responde como debería hacerlo al tratamiento.
 
Tabaquismo: aquellas mujeres que fumen con regularidad tienen el doble de posibilidades de sufrir el cáncer de cérvix frente aquellas que no lo hacen ya que de ese modo el cuerpo queda expuesto a muchas sustancias químicas dañinas. Además, fumar debilita el sistema inmunológico provocando que sea menos eficaz contra las infecciones por VPH.
 
Sida o VIH: el virus de inmunodeficiencia humana, conocido popularmente como sida, se caracteriza por provocar daños en el sistema inmunológico lo que facilita, al igual que en el caso anterior, las infecciones por VPH. Por suerte, el VIH es una enfermedad de fácil prevención.
 
Medicamentos: determinados fármacos, como los utilizados para tratar las enfermedades autoinmunes, cuya finalidad es suprimir las respuestas del sistema inmunológico.
 
Clamidia: se trata de una enfermedad de transmisión sexual bastante común y que, según algunos estudios, aquellas mujeres que hayan estado infectadas alguna vez tienen más posibilidades de sufrir cáncer de cuello uterino en algún momento de su vida.
 
Alimentación: aquellas mujeres que llevan una dieta pobre en frutas y verduras están más expuestas a sufrir este tipo de tumor. Asimismo, aquellas que, como consecuencia de una mala alimentación, sufran de sobrepeso ven aumentadas sus posibilidades.
 
Anticonceptivos orales: algunas investigaciones sugieren que el riesgo de sufrir cáncer de cuello uterino por el consumo de píldoras anticonceptivas es directamente proporcional a la duración del tratamiento, aunque disminuye después de abandonarlo.  
 
Dispositivo Intrauterino (DIU): todas aquellas mujeres que han usado en algún momento, por breve que haya sido, en dispositivo intrauterino como método de anticoncepción, según un estudio, tienen menos posibilidades de padecer esta enfermedad. No obstante, además de ventajas, tiene algunos riesgos para la salud que deberán ser tenidos en cuenta antes de decantarse por este él.
 
Múltiples embarazos completos: se desconoce cuáles son las causas exactas, pero está comprobado que aquellas mujeres que han vivido tres o más embarazos completos ven aumentadas las posibilidades de sufrir cáncer de cérvix.
 
Primer embarazo completado en edad temprana: aquellas mujeres que fueron madres por primera vez a los diecisiete años de edad o incluso antes, son casi dos veces más propensas a padecer este tipo de tumor en un futuro en comparación con las mujeres que finalizaron su primer embarazo superados los veinticinco años.
 
Antecedentes familiares: aquellas mujeres cuya madre o hermana haya sufrido cáncer de cuello uterino tiene muchas más posibilidades de sufrirlo igualmente frente aquellas que no cuentan con ningún antecedente en la familia.
 
PREVENCIÓN ES LA PALABRA
 
De esta forma, se puede concluir que, al igual que ocurre con otros tumores malignos, siguiendo unos hábitos de vida saludable como, por ejemplo, llevar a cabo una dieta sana y equilibrada, mantener relaciones sexuales con responsabilidad o no fumar, aumentan las posibilidades de evitar la aparición del cáncer de cuello uterino. Por otra parte, conocer los marcadores de riesgo que no se pueden cambiar, como pueden ser los antecedentes familiares, es de utilidad sobre todo para que las mujeres con dichos factores acudan con mayor regularidad a realizarse la prueba del Papanicolau y detectar así el posible cáncer en una etapa temprana.
 

miércoles, 1 de enero de 2014

Metas en favor de la salud para el nuevo año

Comer más sano, perder peso y hacer más ejercicio son algunas de los propósitos de año nuevo más habituales, y es importante tener un plan y ser paciente para conseguir estos objetivos, afirma una experta.
 
Si decide empezar a comer más sano, puede resultar difícil decidir por dónde comenzar. Lo mejor es centrarse en cambios específicos para hacer que el objetivo sea más asequible, comentó Kelly Hogan, dietista clínica del Hospital Mount Sinai en la ciudad de Nueva York. Estos son algunos ejemplos: En lugar de pollo o pescado frito, tómelos horneados o asados dos o tres veces a la semana; tome cuatro o cinco porciones de verduras cada día de la semana, y cocine la cena en casa tres noches a la semana en lugar de pedir que le traigan la comida a casa. En lugar de abandonar todos los postres de la noche, planee tomar un postre reducido una o dos noches a la semana. Esto satisfará su deseo de dulce y evitará las ansias intensas, indicó Hogan.
 
Si usted ha prometido hacer más ejercicio, intente programar los ejercicios con un amigo que tenga objetivos parecidos, de modo que puedan contar el uno con el otro. También podría planear hacer ejercicio en cantidades más pequeñas a lo largo del día, dijo Hogan. Por ejemplo, divida 30 minutos de ejercicio diario en tres sesiones de 10 minutos. Hay otros medios fáciles de aumentar el nivel de actividad física, indicó Hogan, como salir del metro alguna parada antes y andar el resto del camino.
 
Si se ha propuesto perder peso, necesita recordarse a sí mismo que ha de ser paciente. Las personas que pierden peso de forma gradual y estable (1 o 2 libras [0.45 o 0.9 kg] a la semana) consiguen mejores resultados, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU.
 
Una buena manera de empezar es tener un diario de la comida durante unos días para hacerse una idea de sus hábitos de alimentación y de los niveles de consumo de alimentos, señaló Hogan. Hay algunas buenas aplicaciones de teléfono celular que le ayudan a saber la ingesta de calorías y la cantidad de ejercicio que hace, explicó. Si puede, trabaje con un dietista registrado para trazar un plan y ayudarle a conseguir sus objetivos de pérdida de peso, añadió Hogan.
 
FUENTE: Mount Sinai Hospital, news release
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