lunes, 26 de enero de 2015

El café y el melanoma

 
El café matutino quizá no solo sirva para despertarse. Unos investigadores sugieren que también podría ayudar a proteger del melanoma, la forma más letal de cáncer de piel. Los bebedores de café son menos propensos a sufrir de melanoma maligno, y su riesgo se reduce un poco con cada taza que beben, según los hallazgos publicados en la edición del 20 de enero de la revista Journal of the National Cancer Institute.
 
"Hallamos que cuatro o más tazas de café al día se asociaban con una reducción de alrededor del 20 por ciento en el riesgo de melanoma maligno", señaló la autora líder, Erikka Loftfield, estudiante de doctorado de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Yale, que está terminando su trabajo de tesis en el Instituto Nacional del Cáncer de EE. UU.
 
Investigaciones anteriores han mostrado que beber café podría proteger de formas menos letales de cáncer de piel, aparentemente al mitigar el daño que los rayos ultravioleta del sol provocan en las células cutáneas, apuntaron los investigadores en las notas de respaldo. Decidieron observar si esa protección abarcaba al melanoma, la principal causa de muerte por cáncer de piel en Estados Unidos, y el quinto cáncer más común. Se estima que en 2013 hubo 77,000 casos nuevos de melanoma, y unas 9,500 muertes por el cáncer, según el estudio.
 
Los investigadores recogieron datos de un estudio dirigido por los Institutos Nacionales de la Salud de EE. UU. y la AARP. Se envió un cuestionario sobre la alimentación a 3.5 millones de miembros de la AARP que vivían en seis estados: California, Florida, Luisiana, Nueva Jersey, Carolina del Norte y Pensilvania, y en dos ciudades, Atlanta y Detroit.
 
El cuestionario ofreció información sobre el consumo de café de casi 447,400 adultos mayores blancos en 1995 y en 1996, y los investigadores siguieron a los participantes durante un promedio de unos diez años. Todos los participantes estaban libres de cáncer cuando completaron los cuestionarios, y los investigadores tuvieron en cuenta otros factores que podrían influir sobre el riesgo de melanoma. Éstos incluyen la exposición a la radiación ultravioleta, el índice de masa corporal, la edad, el sexo, la actividad física, la ingesta de alcohol y los antecedentes de tabaquismo. Hallaron que las personas que bebían la mayor cantidad de café todos los días disfrutaban de un riesgo más bajo de melanoma, en comparación con los que bebían poco café, o no bebían. También hubo una tendencia hacia una mayor protección con una mayor ingesta.
 
Las personas que bebían entre una y tres tazas al día tenían un riesgo de melanoma un 10 por ciento más bajo, en comparación con las que no bebían café, mientras que las que bebían cuatro o más tazas al día presentaron una reducción del 20 por ciento en el riesgo.
 
El estudio solo descubrió una asociación entre el consumo de café y el riesgo de melanoma, no probó causalidad. La cafeína podría ser el motivo de la protección aparente. Los investigadores encontraron una reducción significativa en el riesgo de melanoma solo entre los que bebían café con cafeína, y estudios anteriores han indicado que la cafeína podría proteger a las células cutáneas de la radiación ultravioleta B, apuntó Loftfield. Pero la mayoría de las personas del estudio bebían café con cafeína, lo que dificultó analizar del todo los beneficios de salud del café descafeinado.
 
El café podría contener otros compuestos, además de la cafeína, que también protejan del cáncer de piel, entre ellos los antioxidantes. "Ciertamente no podemos descartar esa posibilidad", dijo Loftfield. Este no es el primer estudio en observar el efecto que el consumo de café podría tener sobre el riesgo de cáncer, apuntó el Dr. Len Lichtenfeld, subdirector médico de la Sociedad Americana Contra El Cáncer (American Cancer Society). "Se han hecho muchos estudios sobre el café y una variedad de tipos de cáncer, para ver si aumenta o reduce el riesgo", dijo, y anotó que los hallazgos han sido muy dispares.
 
Lichtenfeld comentó que los investigadores del nuevo estudio construyeron un argumento firme de ciencia básica sobre la posibilidad de que el café podría proteger del cáncer de piel. Pero dado que el estudio no fue un ensayo clínico, no probó causalidad. "Como resultado, no se puede concluir que en la 'vida real' el café de verdad reduzca el riesgo de melanoma", dijo. Incluso con estos hallazgos, Loftfield dijo que las personas no deben confiar en el café para que les proteja del melanoma.
 
El filtro solar, las mangas largas y un sombrero de ala ancha hacen más que lo que una taza de café jamás podría hacer. "El mensaje principal en realidad es que la exposición al sol y a la radiación [ultravioleta] son los factores de riesgo más importantes del melanoma", afirmó. "Es importante estudiar otros factores para comprender mejor la causa de esta enfermedad, pero debemos mantener presentes esos factores mayores de riesgo".
 
FUENTES: Erikka Loftfield, M.P.H., doctoral student, Yale School of Public Health and U.S. National Cancer Institute; Len Lichtenfeld, M.D., M.A.C.P., deputy chief medical officer, American Cancer Society; Jan. 20, 2015, Journal of the National Cancer Institute

jueves, 22 de enero de 2015

Caminar en grupo es mejor

Unirse a un grupo para caminar podría ser justo lo que el médico receta, porque la investigación sugiere que es una de las mejores maneras de mejorar su salud general. Es fácil seguir en este tipo de programa de ejercicio, que ofrece una amplia gama de beneficios para la salud y virtualmente no tiene efectos secundarios, afirmaron los autores del estudio en el informe publicado  en la revista British Journal of Sports Medicine.
 
Los investigadores revisaron 42 estudios, que contaron con casi 2,000 adultos en 14 países, y examinaron los efectos sobre la salud física y mental de unirse a un grupo que caminaba al aire libre. Algunas de las personas de los estudios tenían problemas de salud crónica como artritis, diabetes, obesidad, fibromialgia, enfermedad de Parkinson, demencia y trastornos de salud mental.
 
Unirse a un grupo para caminar lleva a la reducción de la presión arterial, de la tasa cardiaca en reposo, de la grasa corporal, del peso y de la cantidad total de colesterol, halló el estudio. Además, los que caminaban experimentaron mejoras en el funcionamiento físico general y en la potencia pulmonar, afirmaron los investigadores en un comunicado de prensa de la revista. Y los síntomas de depresión también parecieron reducirse al unirse a un grupo que caminaba al aire libre, hallaron. Tres cuartas partes de los participantes del grupo de caminantes se mantuvo en el programa de ejercicio.
 
El único efecto secundario negativo reportado fueron unas pocas caídas por tropezar con raíces o por el suelo húmedo, mostraron los hallazgos. Y los autores indicaron que el aspecto social de los grupos de caminantes podría ayudar a las personas a desarrollar actitudes positivas con respecto a la actividad física. "Los grupos de caminantes son efectivos y seguros, con un buen nivel de adherencia a los mismos y una amplia variedad de beneficios para la salud", afirmaron la autora del estudio, la Dra. Sarah Hanson, de la Facultad de Medicina de Norwich de la Universidad de Anglia del Este, en Reino Unido, y sus colaboradores en el comunicado de prensa.
 
El estudio de los hallazgos sugiere que los médicos y otros profesionales sanitarios deberían recomendar a los pacientes que se unieran a grupos para caminar como modo de mejorar su salud, añadió el equipo de Hanson.
 
FUENTE: British Journal of Sports Medicine

sábado, 10 de enero de 2015

Cáncer y fitoterapia

 
A pesar de las preocupaciones sobre las interacciones potencialmente peligrosas entre los tratamientos contra el cáncer y las hierbas y otros complementos, la mayoría de médicos del cáncer (oncólogos) no hablan con sus pacientes sobre esos productos, halló una investigación reciente.
 
Menos de la mitad de los oncólogos traen a colación el tema de las hierbas o de los complementos con sus pacientes, hallaron los investigadores. Muchos médicos citaron su propia falta de información como un motivo importante de no tener esa conversación.
 
"La falta de conocimiento sobre las hierbas y los complementos, y la concienciación sobre esa falta de conocimiento, probablemente sea uno de los motivos de que los oncólogos no inicien esa conversación", señaló el autor del estudio, el Dr. Richard Lee, director médico del Programa de Medicina Integradora del Centro Oncológico MD Anderson de la Universidad de Texas, en Houston.
"El asunto es que haya más investigación y educación disponibles para que los oncólogos puedan sentirse cómodos con esas conversaciones", planteó Lee.
 
Las personas con cáncer con frecuencia recurren a las hierbas y a otros complementos dietéticos en un intento de mejorar su salud y afrontar los síntomas, según la información de respaldo del estudio.
Aunque es común que las hierbas y los complementos se consideren como "naturales", contienen ingredientes activos que podrían provocar interacciones nocivas con los tratamientos estándar para el cáncer. Algunos complementos pueden provocar reacciones cutáneas cuando los toman pacientes que reciben radioterapia, según la Sociedad Americana Contra El Cáncer (American Cancer Society, ACS). Las hierbas y los complementos también pueden afectar la forma en que el cuerpo absorbe y metaboliza los fármacos de la quimioterapia, según la ACS.
 
Los complementos de hipérico (hierba de San Juan), ginseng Panax y té verde están entre los que pueden producir interacciones potencialmente peligrosas con la quimioterapia, según el estudio.
 
Para la encuesta actual, los investigadores preguntaron a casi 400 oncólogos sus opiniones y conocimientos sobre los complementos. La edad promedio de los encuestados fue de 48 años. Casi tres cuartas partes eran hombres, y unas tres cuartas partes eran blancos, anotó el estudio.
 
Los especialistas encuestados hablaron sobre los complementos con el 41 por ciento de sus pacientes. Pero los médicos iniciaron apenas el 26 por ciento de esas conversaciones, hallaron los investigadores.
 
La encuesta también reveló que dos de cada tres oncólogos creían que no contaban con suficiente información sobre las hierbas y los complementos como para responder a las preguntas de sus pacientes. De todos los médicos encuestados, el 59 por ciento dijeron que no habían recibido educación sobre esos productos.
 
Cuando se les preguntó sobre un paciente hipotético con una forma curable de cáncer, el 80 por ciento de los oncólogos encuestados dijeron que le disuadirían activamente de usar una hierba desconocida junto con la quimioterapia.
 
Pero el 86 por ciento señalaron que, en el año anterior, habían provisto quimioterapia a al menos un paciente que tomaba un complemento dietético. Y el 90 por ciento dijeron que probablemente proveerían quimioterapia a un paciente que insistiera en tomar una hierba desconocida, aunque su cáncer fuera curable con un tratamiento convencional, según el estudio.
 
Lee dijo que le sorprendió la cantidad de oncólogos que recetaron quimioterapia a pacientes que admitieron que tomaban hierbas y complementos. "Se dan cuenta de que lo hacen pero no hablan lo suficiente al respecto", comentó.
 
La Dra. Patricia Ganz, oncóloga médica de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), anotó lo fácilmente disponibles que están esos complementos. "Ya hace 25 años que sucede. Casi todos los supermercados tienen una sección de complementos", dijo Ganz, que también es directora de Investigación sobre la Prevención y el Control del Cáncer del Centro Oncológico Integral Jonsson de la UCLA.
 
"Mi inquietud cuando hablo con los pacientes sobre el tema es que estos productos no están regulados. Los pacientes no tienen ni idea de qué están tomando", advirtió Ganz.
 
No hay suficiente investigación para respaldar muchas de las afirmaciones sobre las hierbas y otros complementos, según la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de EE. UU. Aunque las compañías que fabrican esos productos son responsables de garantizar su seguridad, la FDA no aprueba su seguridad ni efectividad antes de su venta.
 
Se preguntó a los médicos que participaron en el estudio si creían que en el futuro hablar con los pacientes sobre los complementos mejoraría su relación. De los encuestados, el 40 por ciento dijeron que tendría un efecto positivo. Más o menos la mitad dijeron que no tendría ningún efecto sobre su relación con sus pacientes, según el estudio.
 
"La mayoría de los oncólogos se enfocan en el diagnóstico y el tratamiento del cáncer. Deberíamos preguntarles sobre la ansiedad, la depresión, el dolor, el sueño, el sexo, las drogas, el alcohol, el tabaco y los complementos. En realidad eso es lo que constituye una atención integral", aseguró Ganz.
 
La comunicación es una calle de doble sentido, añadió. Los pacientes deben informar al médico sobre todo lo que toman, incluso cualquier hierba o complemento dietético, aconsejó.

FUENTES: Richard Lee, M.D., assistant professor, Department of General Oncology, Division of Cancer Medicine, medical director, Integrative Medicine Program, Division of Cancer Medicine, The University of Texas MD Anderson Cancer Center, Houston; Patricia Ganz, M.D., medical oncologist, and director, cancer prevention and control research, Jonsson Comprehensive Cancer Center, University of California, Los Angeles; Nov. 2014 Journal of Clinical Oncology

miércoles, 7 de enero de 2015

Vivir mas consumiendo granos integrales

A lo largo del tiempo, comer con regularidad pan de trigo integral, avena u otros granos integrales podría alargar su esperanza de vida unos años, según concluye un estudio liderado por la Universidad de Harvard. Los granos integrales son tan saludables que el riesgo de una persona de muerte prematura se reduce por cada porción añadida a la dieta diaria, según los hallazgos publicados en línea el 5 de enero en la revista JAMA Internal Medicine.
 
"Vimos evidencias claras de que cuantos más granos integrales se toman, menor es la tasa de mortalidad", dijo el Dr. Qi Sun, profesor asistente de nutrición de la Facultad de Salud Pública de la Harvard. "Cuando observamos el riesgo de muerte por enfermedades cardiacas, la asociación fue incluso más firme".
 
Los investigadores estiman que por cada porción de una onza (28 gramos) de granos integrales el riesgo general de una persona de muerte prematura se reduce en un 5 por ciento, y su riesgo de muerte por enfermedades cardiacas disminuye en un 9 por ciento. Pero comer granos integrales no pareció afectar el riesgo de una persona de morir de cáncer, indicó el estudio. El equipo de Sun basó sus hallazgos en los datos de dos estudios médicos a largo plazo que se remontan a mitad de los años 80 y que contaron con más de 118,000 enfermeros y profesionales sanitarios. En los estudios, se requirió a los participantes que rellenaran formularios sobre los alimentos y la dieta cada dos a cuatro años, que incluían preguntas sobre su ingesta de granos integrales. Los granos cosechados frescos como el trigo, la cebada y la avena tienen 3 partes. Una cáscara externa que se llama salvado protege la semilla.
 
El germen es el pequeño embrión que hay dentro de la semilla y que podría crecer hasta convertirse en una planta nueva. Y el endospermo (por mucho la parte más grande de la semilla) es el suministro potencial de alimento para que una planta nueva empiece a partir del germen. Al refinar los granos para hacer harina procesada, los fabricantes normalmente apartan el salvado y el germen, dejando solamente el endospermo, rico en calorías. Pero los alimentos con granos integrales como la avena, las palomitas de maíz, el arroz integral, y el pan y los cereales integrales contienen las tres partes de la semilla. A lo largo de 26 años, hubo 27,000 muertes de personas que participaron en los dos estudios, dijeron los investigadores. Pero los investigadores hallaron que en el grupo en el que se comieron más granos integrales al día fallecieron un tercio menos de personas al día, en comparación con los que comieron la menor cantidad de granos integrales.
 
El estudio no se diseñó para determinar causalidad. Pero los beneficios para la salud se mantuvieron incluso después de que los investigadores tomaran en cuenta otros factores que podrían afectar al riesgo de muerte de una persona, como la edad y el peso, y si fumaban o no. Los que comían granos integrales "tenían hábitos más saludables que los que no comían granos integrales, pero nuestro modelo controla eso", indicó Sun.
 
¿Por qué podrían ser tan saludables los granos integrales? Según Sun, son ricos en fibra (principalmente del salvado) y la fibra ayuda a ralentizar la digestión y previene los aumentos peligrosos de los niveles de azúcar en la sangre. Además, tanto el salvado como el germen contienen una serie de vitaminas y minerales importantes, como la vitamina E y el magnesio, además de nutrientes como los antioxidantes, añadió Joan Salge Blake, dietista registrada y profesora clínica asociada de nutrición en la Universidad de Boston. Sin el salvado y el germen, se pierde aproximadamente el 25 por ciento de las proteínas del grano, junto con al menos 17 nutrientes clave, según el Consejo de Granos Integrales (Whole Grains Council), un grupo defensor del consumidor si ánimo de lucro. Los estudios también han mostrado que las personas se sienten más llenas cuando comen granos integrales, "de modo que podría ayudar con el tamaño de la cintura", dijo Blake, que también es vocera de la Academia de Nutrición y Dietética (Academy of Nutrition and Dietetics).
 
"El consenso hasta ahora es que probablemente no sea una sola cosa, sino una serie de cosas extraordinarias que trabajan en conjunción en los granos integrales de forma sinérgica para que se den los beneficios para la salud", dijo Blake. Las actuales directrices estadounidenses animan a las personas a que tomen la mitad de sus granos diarios de fuentes de granos integrales, lo que equivale a unas tres porciones, dijo Blake. Blake recomienda que las personas incluyan granos integrales en todas sus comidas, y posiblemente incluso en algunos refrigerios.
 
"Para llegar a esa sensación de satisfacción, es recomendable expandir el consumo de granos integrales a lo largo del día", señaló Blake. "Al comerlos a lo largo del todo el día, puede mantener la fibra y la saciedad, lo que ayuda a manejar mejor el peso".
 
FUENTES: Qi Sun, M.D., Sc.D., assistant professor of nutrition, Harvard School of Public Health, Boston; Joan Salge Blake, M.S., R.D., registered dietitian and clinical associate professor of nutrition, Boston University; Jan. 5, 2015, JAMA Internal Medicine, online
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