martes, 26 de febrero de 2013

Falta de crecimiento en niños y alergias alimentarias

 
Las alergias alimentarias parecen afectar el crecimiento de los niños, sugiere un estudio reciente. Esto podría deberse al hecho de que el tratamiento para las alergias alimentarias es la evitación estricta de los alimentos que desencadenan una reacción, señalaron los investigadores.
 
El estudio de 245 niños con alergias alimentarias halló que tenían una estatura más baja que los demás niños. También halló que los niños con más de dos alergias alimentarias eran más pequeños que los que tenían una o dos alergias alimentarias. Los investigadores observaron el índice de masa corporal (el IMC, una medida que toma en cuenta el peso y la estatura) de los niños con alergias alimentarias, y lo compararon con el IMC tanto de niños saludables como de niños con otras dos afecciones que se sabe que afectan el crecimiento.
 
"Un mayor número de alergias alimentarias se traduce en un mayor número de restricciones dietarias", señaló en un comunicado de prensa de la Academia Americana de Alergias, Asma e Inmunología (American Academy of Allergy, Asthma and Immunology, AAAAI) el autor del estudio, el Dr. Brian Vickery, de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill. Vickery y colegas también hallaron que los niños con una alergia a la leche tenían una estatura más baja que los que sufrían de otros tipos de alergias alimentarias. El estudio fue presentado el domingo en la reunión anual de la AAAAI, en San Antonio, Texas.
 
Los datos y las conclusiones de las investigaciones presentadas en reuniones médicas se deben considerar como preliminares hasta que se publiquen en una revista revisada por profesionales. "Las relaciones descubiertas entre los niños con alergias alimentarias, sobre todo los que sufren de más de dos alergias y los que sufren de alergia a la leche, y los marcadores del crecimiento examinados enfatizan la necesidad de una evaluación e intervención nutricional para asegurar que las alergias alimentarias no contribuyan a ningún retraso en el crecimiento", señaló en el comunicado de prensa el presidente de la AAAAI y autor del estudio, el Dr. A. Wesley Burks.
 
Aunque el estudio halló una asociación entre las alergias alimentarias y un IMC más bajo en los niños, no estableció causalidad.
 
Fuente
American Academy of Allergy, Asthma and Immunology

martes, 19 de febrero de 2013

Cáncer y alcohol

Para todo el que sigue pensando que beber no contribuye al cáncer, un nuevo informe halla que el alcohol tiene la culpa de una de cada 30 muertes por cáncer cada año en Estados Unidos. La conexión es incluso más pronunciada con el cáncer de mama, donde el 15 por ciento de esas muertes se relacionan con el consumo de alcohol, añadieron los investigadores. Y no crea que beber moderadamente ayuda, dado que el 30 por ciento de todas las muertes por cáncer relacionadas con el alcohol se vinculan con un consumo de 1.5 o menos bebidas al día, halló el informe.
 
El alcohol es un agente cancerígeno "a la vista de todos", pero las personas simplemente no lo ven, señaló el autor del estudio, el Dr. David Nelson, director del Programa de Becas para la Prevención del Cáncer del Instituto Nacional de Salud de EE. UU. "Como se anticipaba, las personas que usaban más alcohol tenían un mayor riesgo, pero en realidad no hubo un nivel seguro de consumo de alcohol", enfatizó. Beber moderadamente se ha asociado con beneficios cardiacos, anotó Nelson.
 
"Pero en el contexto más amplio de todos los problemas con que se relaciona el alcohol, el alcohol causa diez veces más muertes de las que previene", planteó. Lo mejor que pueden hacer las personas que creen que están en riesgo de cáncer es reducir su consumo de alcohol, aconsejó Nelson. "Desde la perspectiva de la prevención del cáncer, mientras menos beba, menor será su riesgo de un cáncer relacionado con el alcohol, y obviamente, si uno no bebe en lo absoluto entonces tiene el riesgo más bajo", señaló.
 
El informe aparece en la edición en línea del 14 de febrero de la revista American Journal of Public Health. Para determinar los riesgos relacionados con el consumo de alcohol y el cáncer, el equipo de Nelson recolectó datos de una variedad de fuentes, que incluyen el Sistema de Datos Epidemiológicos del Alcohol de 2009, el Sistema de Vigilancia de los Factores de Riesgo Conductuales de 2009, y la Encuesta nacional sobre el alcohol de 2009 y 2010.
 
Junto con el cáncer de mama en las mujeres, los cánceres de la boca, de la garganta y del esófago también fueron causas comunes de muertes por cáncer relacionadas con el alcohol en los hombres, explicando unas 6,000 muertes cada año. Cada muerte por cáncer relacionada con el alcohol conllevó una pérdida de vida potencial promedio de 18 años, añadieron los investigadores.
 
  Estudios anteriores han mostrado que beber es un factor de riesgo para los cánceres de la boca, de la garganta, del esófago, del hígado, del colon, del recto y, en las mujeres, de mama, anotaron los investigadores. Según la Sociedad Estadounidense del Cáncer (American Cancer Society), no está del todo claro cómo el alcohol podría aumentar el riesgo de cáncer. El alcohol podría actuar como un irritante químico sobre las células sensibles, impidiendo la reparación del ADN, o dañando a las células de otras formas.
 
También podría actuar como un "solvente" de otros carcinógenos, como los que se hallan en el humo del tabaco, ayudando a esas sustancias a entrar a las células con mayor facilidad. O el alcohol podría afectar los niveles de hormonas claves como el estrógeno, aumentando las probabilidades de cáncer de mama. Una experta dice que los hallazgos del estudio son coherentes con lo que se ha mostrado antes.
 
"Nadie recomienda que si no bebe comience a beber por ningún motivo", señaló Susan Gapstur, vicepresidenta de epidemiología de la sociedad del cáncer. "Si bebe, limite el consumo". Gapstur afirmó que fumar es un factor mucho más potente que el alcohol en las muertes por cáncer. Aunque cada año se pueden atribuir unas 20,000 muertes por cáncer al alcohol, más de 100,000 muertes por cáncer son provocadas por fumar, advirtió.
 
  Para hallar un equilibrio entre el riesgo de cáncer que el alcohol conlleva y su posible beneficio para la prevención de la enfermedad cardiaca, Gapstur sugirió hablar con el médico sobre los riesgos y beneficios de beber.
 
FUENTES: David Nelson, M.D., M.P.H., director, Cancer Prevention Fellowship Program, U.S. National Cancer Institute; Susan Gapstur, Ph.D., M.P.H., vice president of epidemiology, American Cancer Society; Feb. 14, 2013, American Journal of Public Health, online

martes, 5 de febrero de 2013

Diabéticos pueden comer sin riesgos después de aplicarse insulina

BUENAS NUEVAS PARA LOS DIABÉTICOS
Pueden comer sin riesgos después de aplicarse insulina
 
 
A veces, a las personas con diabetes tipo 2 se les recomienda esperar después de aplicarse insulina para que el producto se disemine por el organismo antes de comer. Pero un nuevo estudio de Alemania demuestra que esa espera sería innecesaria. En un grupo de 100 diabéticos, los autores observaron que los niveles de azúcar en sangre se mantenían estables sin importar si luego de aplicarse insulina habían esperado entre 20 y 30 minutos para empezar a comer. Y la mayoría de los diabéticos prefería empezar a comer inmediatamente.
 
"Es un resultado muy promisorio. Mejorará la adherencia y la satisfacción", dijo el doctor Aaron Cypess, endocrinólogo de la Clínica del Centro de Diabetes Joslin, Boston, y que no participó del estudio. La insulina permite que las células del organismo puedan utilizar la glucosa, o el azúcar en sangre, como combustible. Pero en las personas con diabetes tipo 2, las células son resistentes a la insulina o el cuerpo no produce suficiente cantidad de la hormona, de modo que la glucosa queda en la sangre y puede aumentar de manera peligrosa.
 
La insulina inyectable está disponible en una nueva forma de acción rápida, pero es muy costosa y muchos todavía utilizan insulina humana, que demora en activarse en el organismo. De modo que los médicos recomiendan esperar antes de empezar a comer para evitar un auge de azúcar en sangre. Pero no todos los especialistas piensan que esa espera sea necesaria. Entonces, el equipo de Nicolle Mueller, del Hospital Universitario de Jena, organizó al azar dos grupos de pacientes con diabetes tipo 2.
 
Durante cuatro semanas, un grupo de 49 pacientes esperó 20 minutos antes de comer después de aplicarse insulina humana. Luego, durante otras cuatro semanas, ese grupo comía inmediatamente después de la aplicación. El segundo grupo, de 48 diabéticos, hizo lo mismo, pero en orden inverso. Con un análisis de sangre que determina los niveles de glucosa en el tiempo, el equipo observó que todos los participantes tendían a tener niveles de azúcar en sangre más altos que el valor ideal, aunque la diferencia en esos niveles entre los dos experimentos (con y sin espera) fue de un insignificante 0,08 por ciento. Alrededor del 87 por ciento de los participantes dijo que "prefería significativamente" eliminar los 20 minutos de espera.
 
Cypess recomendó que los pacientes conversen con sus médicos antes de modificar el uso de la insulina. "¿Qué haría si un paciente que cumple moderadamente mis recomendaciones? Le diría que lo intente", sostuvo, porque es mejor que las personas coman más cerca de la aplicación de la insulina. "Esto es muy útil porque si los pacientes deben esperar tantos minutos para comer después de aplicarse insulina, baja la adherencia al tratamiento", agregó. Cypess aconsejó no extrapolar estos resultados a las personas con diabetes tipo 1, en las que el organismo no produce insulina. "Hay que conversar con el médico", insistió el especialista.
 
Fuente
Diabetes Care
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