martes, 10 de diciembre de 2013

Hay que controlarse la presión y el colesterol si eres obeso

Información de casi cien estudios destaca la conexión entre el IMC y el riesgo de padecer enfermedad coronaria o un accidente cerebrovascular (ACV). En The Lancet, el equipo del doctor Goodarz Danaei, de la Facultad de Salud Pública de Harvard, Boston, publica que la mitad de los casos de enfermedad coronaria y tres cuartos de los casos de ACV demuestra que existe una asociación. Los pacientes con sobrepeso y obesidad "pueden reducir el riesgo de padecer enfermedad cardíaca y ACV si controlan la presión y el colesterol -dijo Danaei por e-mail-.
 
Desde la perspectiva de la salud pública, nuestros resultados demuestran la importancia de la detección y el tratamiento de la hipertensión y la dislipemia en la población mundial con sobrepeso y obesidad, incluidos los países en desarrollo que suelen considerarse inmunes a esa 'enfermedad de la riqueza'".
 
El equipo estudió información de 97 estudios prospectivos de cohortes. Los 1,8 millones de participantes sufrieron unos 57.000 eventos coronarios y unos 31.000 ACV. Se incluyeron sólo a los adultos con un IMC de por lo menos 20 puntos y sin antecedentes de enfermedad coronaria o ACV. Tras considerar varios factores, los autores observaron que por cada 5 puntos más de IMC por encima del rango normal (20-24) el cociente de riesgo aumentaba 1,27 para la enfermedad coronaria y 1,18 para el ACV.
 
Otro ajuste de los resultados por mediadores metabólicos (presión, colesterol y glucosa) disminuyeron los cocientes de riesgo, respectivamente, a 1,15 y 1,04. Esto, para los autores, sugiere que el 46 por ciento del riesgo extra asociado con el IMC para la enfermedad coronaria estaría mediado por esos factores, como también lo es el 76 por ciento del riesgo de ACV. La presión fue el factor más importante: explicó el 31 por ciento del riesgo extra para la enfermedad coronaria y el 65 por ciento para el ACV.
 
La proporción de los riesgos mediada por esos factores no varió significativamente entre las cohortes de Asia y occidente. Así, el sobrepeso y la obesidad junto con los tres mediadores seleccionados aumentaron significativamente el riesgo de desarrollar enfermedad coronaria y ACV, comparado con el peso normal. En un editorial, el doctor Luc F. Van Gaal, del Hospital de la Universidad de Antwerp, Bélgica, y el doctor Aldo P. Maggioni observaron que "se necesitan intervenciones tempranas y apropiadas, aun en las personas moderadamente obesas.
 
En todos los pacientes con sobrepeso, los médicos deberían tratar rigurosamente la presión sanguínea, los parámetros de los lípidos y las anormalidades de la glucosa, e insistir simultáneamente en la pérdida de peso y mejorar la salud cardiorrespiratoria".
 
FUENTE: The Lancet, online

martes, 3 de diciembre de 2013

Los Videojuegos mejoran la salud de los ancianos

Los adultos mayores que en un nuevo estudio utilizaron videojuegos para entrenar el cerebro lograron caminar mejor y tener más equilibrio que sus pares. Caminar exige prestar atención y otras habilidades cognitivas. En teoría, resbalarse y caer es más común en los adultos mayores no sólo por su fragilidad física, sino también por el envejecimiento mental.
 
"Los participantes del estudio tenían alrededor de 83 años () Como sabemos que el envejecimiento provoca degradación, consideramos que una intervención es exitosa en los adultos mayores si previene o retrasa el deterioro", dijo la autora principal, Renae L. Smith-Ray, del Centro para la Investigación en Salud y Envejecimiento de University of Illinois, Chicago. Ella descubrió que los juegos de computadora hacían justo eso: retrasaban el deterioro del equilibrio y el andar de los mayores.
 
Al azar, el equipo organizó en dos grupos a 51 hombres y mujeres de más de 70 años.
 
Un grupo utilizó los videojuegos de un programa de entrenamiento cerebral (InSight) durante 10 semanas y el otro grupo, que fue monitoreado, no realizó ninguna actividad extra (grupo control). Los "jugadores" utilizaron tres videojuegos: Road Tour, Jewel Diver y Sweep Seeker, que están diseñados para entrenar la memoria visual y espacial y acelerar la toma de decisión.
 
"Caminar es una actividad relativamente automatizada en los adultos jóvenes, pero menos automatizada en los adultos mayores", explicó Smith-Ray. El grupo asistió a clase tres veces por semana, durante una hora, para utilizar los juegos. A las 10 semanas, los jugadores podían pararse de una silla y empezar a caminar un par de segundos más rápido que el grupo control. Todos habían comenzado el estudio con el mismo nivel de aptitud física. Pero el uso de los videojuegos no logró acelerar el tiempo que demoraban los participantes para caminar 10 metros, estuvieran o no distraídos.
 
El equipo se concentró en 30 de los participantes que caminaban más lentamente y demoraban inicialmente nueve segundos o más para recorrer esos 10 metros. En ellos, el entrenamiento con los videojuegos mejoró la velocidad al caminar, con o sin distracciones, al final del estudio, según publica el equipo en The Journals of Gerontology: Series B. Aun así, los autores no se animan a adelantar si la mayoría de la gente advertiría esa mejoría en las tareas diarias o si permitiría prevenir las caídas.
 
El equipo no incluyó en el estudio personas con demencia o trastornos del aprendizaje, de modo que se podrían generalizar los resultado, señaló el doctor Alfonso Fasano, especialista en Parkinson y enfermedades asociadas con la edad del Instituto de Neurología de la Universidad Católica del Sagrado Corazón, Roma, y que no participó del estudio.
 
FUENTE: The Journals of Gerontology
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