miércoles, 26 de febrero de 2014

La verdad sobre la Soya: peligros de su consumo no fermentado

 
La soya es una legumbre emparentada con las judías y los guisantes, y que en occidente no conoceríamos sino fuera porque es un cultivo que en EEUU ha sabido rentabilizarse muy bien, dado que es una planta todoterreno que no solo acepta las modificaciones genéticas sino que crece muy bien a pesar de que sean terrenos de poco regadío.
 
Sus granos se utilizan para casi todo y a pesar que pueda pensar que no es un ingrediente en su dieta habitual, prácticamente todos los alimentos procesados la contienen en su composición, ya sea en forma de lecitina como aditivo E322 o E471 como mono o diglicéridos. Las cantidades que se usan como aditivos son relativamente pequeñas y normalmente son derivados de soya transgénica.  Pero consumir soya de forma habitual puede no ser una buena idea y finalmente para nuestra salud no sea el alimento tan saludable que nos han vendido
 
Si usted revisara cuidadosamente los miles de estudios publicados sobre la soya, estoy completamente seguro de que llegaría a la misma conclusión a la que llegamos: los riesgos de consumir productos de soya sin fermentar superan por mucho cualquier posible beneficio. Dese cuenta que decimos "productos de soya sin fermentar".
 
Durante siglos, los asiáticos han estado consumiendo productos de soya fermentados como el natto, tempeh y la salsa de soya y disfrutando de sus beneficios. La soya fermentada no causa daños en su cuerpo como lo hace la soya sin fermentar. Desafortunadamente, muchas personas que están comprometidos con estilos de vida saludables han sido engañados y manipulados para creer que los productos de soya procesados y sin fermentar como la leche de soya, queso de soya, hamburguesas de soya y el helado de soya, son buenos para su salud. La mayoría de los productos de soya que se encuentran en su supermercado local no son alimentos saludables.
 
A excepción de la soya fermentada, la soya modificada genéticamente es aún peor, ya que está contaminada con residuos de pesticidas, la razón de que sea modificada genéticamente es que la soya puede ser rociada con el potente herbicida tóxico Roundup para mejorar la producción de cultivos, matando las hierbas malas.
 
La Dra. Kaayla Daniel, autora del libro “The Whole Soy Story”, señala que miles de estudios relacionan la soya con la desnutrición, problemas digestivos, daños en el sistema inmunológico, disfunción tiroidea, deterioro cognitivo, trastornos reproductivos e infertilidad- incluso con el cáncer y enfermedades cardíacas. Aquí una muestra de los efectos a la salud que han sido relacionados con el consumo de la soya:
 
• Cáncer de mama
• Daño cerebral
• Anomalías en el bebé
• Trastorno de la tiroides
• Cálculos renales
• Deterioro en el sistema inmunológico
• Alergias a los alimentos potencialmente graves
• Deterioro de la fertilidad
• Peligro durante el embarazo y lactancia
 
Por qué no debemos consumirla sino es fermentada?
 
Los alimentos de soya contienen factores anti-nutricionales como las saponinas, soyatoxina, fitatos, inhibidores de próstata, oxalatos, bociógenos y estrógenos. Algunos de estos factores interfieren con las enzimas que usted necesita para digerir la proteína. Mientras que una pequeña cantidad de anti-nutrientes probablemente no cause ningún problema, la cantidad de soya que en la actualidad consumen muchas personas es extremadamente alta.
 
La soya contiene hemaglutinina, y ésta es una sustancia anticoagulante que provoca que las células de glóbulos rojos se agrupen. Esta agrupación de células es incapaz de absorber correctamente y distribuir el oxigeno en los tejidos.
 
Contiene bociógenos, que son sustancias que bloquean la síntesis de las hormonas tiroideas e interfieren con el metabolismo del yodo, lo que provoca una interferencia con la función tiroidea.
 
.La soya contiene fitatos. Los fitatos (ácido fítico) se unen a los iones metálicos, evitando la absorción de ciertos minerales, incluyendo el calcio, magnesio, hierro y zinc- todos estos son co-factores para una bioquímica óptima en su cuerpo. Este es un problema que se ve particularmente en los vegetarianos, porque comer carne reduce los efectos de bloqueo de minerales que tienen estos fitatos (por lo que es útil, que si come soya también coma carne).
 
La soya está cargada con isoflavonas genisteína y daidzeína. Las isoflavonas son un tipo de fitoestrógeno, que es un compuesto vegetal parecido al estrógeno humano. Estos compuestos imitan y algunas veces bloquean a la hormona estrógeno y se ha encontrado que tienen efectos adversos en varios tejidos humanos.
 
Se sabe que los fitoestrógenos de la soya afectan la función endocrina, podría causar infertilidad y podría promover el cáncer de mama en mujeres. Tomar dos vasos de leche de soya al día durante un mes proporciona los compuestos suficientes como para alterar su ciclo menstrual. Aunque la FDA regula los productos que contiene estrógenos, no hay advertencias sobre esto y la soya.
 
La mayoría de soya que se cultiva en el mundo ha sido manipulada genéticamente (transgénica) y no se garantiza su valor nutricional y el posible daño a futuro que pudiera ocasionar. Los pesticidas y demás productos para controlar las plagas, llevan a pensar que la mejor manera de consumir ésta es la procedente de cultivos orgánicos, sin procesar y fermentada.
 
Muy importante
 
La Salsa de soya (siyau), tradicionalmente hecha con soya fermentada, sal y enzimas, pero tenga cuidado porque muchas de las variedades disponibles en el mercado están hechas artificialmente mediante un proceso químico. Por favor dese cuenta que el tofu NO está en la lista. El tofu no está fermentado, por lo que no forma parte de los alimentos de soya que recomendamos.
 
 
Fuentes
Mercola
La página de la soja
Alimentación balanceada
Me gusta estar bien
 
 

miércoles, 19 de febrero de 2014

Beber alcohol al comienzo del embarazo puede dañar la placenta

Beber cantidades entre moderadas y altas de alcohol a principios del embarazo podría dañar la placenta, el órgano que sostiene al bebé en desarrollo hasta el parto, advierten unos investigadores. En pruebas de laboratorio, los investigadores hallaron que las cantidades de alcohol equivalentes a un consumo de moderado a alto reducían el crecimiento celular en la placenta. Añadieron que unos niveles bajos de alcohol no tuvieron efecto.
Para el estudio, el consumo moderado se definió como aproximadamente dos a tres copas al día, mientras que de cuatro a seis copas se consideró como un consumo alto. Los científicos también hallaron que la bebida de moderada a alta reducía la cantidad de un importante aminoácido llamado taurina que llegaba de la madre al bebé a través de la placenta, según el estudio, que aparece en la edición en línea del 14 de febrero de la revista PLoS One.
 
La taurina es esencial para el desarrollo del cerebro y el cuerpo del bebé, de forma que este hallazgo podría explicar algunos de los problemas conductuales y físicos observados en los hijos de madres alcohólicas, sugirieron los investigadores británicos.
 
"El crecimiento placentario se reduce en comparación con las placentas no expuestas, lo que sugiere que a largo plazo podría haber consecuencias sobre qué tanto respaldo recibe el bebé de la placenta durante el resto del embarazo tras esta exposición", señaló en un comunicado de prensa de la Universidad de Manchester la autora del estudio, Sylvia Lui, del Centro de Investigación Materna y Fetal Tommy de la universidad. Y John Aplin, profesor de biomedicina reproductiva del centro, añadió que "esta investigación también sugiere que las mujeres que intentan concebir deben evitar beber, ya que el daño provocado por el alcohol puede ocurrir muy temprano en el embarazo, quizá antes de que una mujer sepa que está embarazada".
 
Otra experta se mostró de acuerdo. "Con frecuencia pueden pasar unas cuantas semanas antes de que una mujer descubra que está embarazada, y esta investigación muestra que el consumo moderado durante esas primeras semanas vitales puede tener un impacto importante sobre el desarrollo del bebé", comentó en el comunicado de prensa Jane Brewin, directora ejecutiva del Tommy, un grupo que financia la investigación sobre los problemas del embarazo y provee información a los padres.
 
"Muchos embarazos no son planificados, pero para los que planifican activamente una familia esta investigación plantea preguntas sobre si las mujeres deben considerar su ingesta de alcohol incluso antes [de quedar] embarazadas", añadió Brewin.
 
FUENTE: University of Manchester
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