viernes, 25 de octubre de 2013

Herpes Zoster: Todo lo que debes saber

El herpes zóster se trata de una erupción versicante y dolorosa provocada por el virus varicela-zoster, que es el responsable de la varicela.
 
Causas
Después de sufrir la varicela, el virus que la provoca permanece inactivo en ciertos nervios del cuerpo del sujeto. En ocasiones, después de muchos años, este virus se reactiva en alguno de dichos nervios causando así la aparición del herpes zóster.
 
La razón de por qué esto es así aún se desconoce, aunque sí se sabe que se presenta un único ataque. El herpes zóster se puede desarrollar a cualquier edad, aunque generalmente tienen un mayor riesgo de sufrirlo: Las personas mayores de sesenta años. Personas que sufrieron la varicela antes de cumplir el primer año de vida.
 
Aquellas personas cuyo sistema inmunitario está debilitado por alguna enfermedad o medicamento. Es importante mencionar que, aquellos adultos o niños que entren en contacto directo con la erupción provocada por el herpes zóster y no haya sufrido la varicela años atrás o no hayan sido vacunados frente a ella, podrán desarrollar varicela y no zóster. pastillas
 
Síntomas
El primer síntoma frecuentemente es un dolor en un solo lado, hormigueo o ardor. Tanto el dolor como el ardor pueden ser muy intensos generando serias molestias y, generalmente, se sentirán antes de que aparezca la erupción característica de esta enfermedad. En la mayoría de las persona, se forman parches en la piel que irán seguidos de molestas ampollas. Estas: Se acaban rompiendo y formando pequeñas úlceras que se secan y acaban por convertirse en costras que, en un periodo aproximado de dos o tres semanas, se acabarán cayendo.
 
La cicatrización en estos casos es rara. La erupción generalmente acontece en un área estrecha de la columna alrededor de la parte frontal de la región ventral o el pecho. Dicha erupción puede comprometer los ojos, la boca y los oídos (Síndrome de Ramsay Hunt). Además de estos síntomas pueden darse otros como: Dolor abdominal. Fiebre y escalofríos. Sensación de malestar general. Úlceras genitales. Dolor de cabeza. Dolor auricular. Inflamación de los ganglios linfáticos. pastillas En aquellos casos en los que el herpes zóster comprometa a los nervios de la cara, el paciente puede presentar igualmente dolor, debilidad muscular y un sarpullido en la zona. También problemas con el sentido del gusto, problemas de visión, hipoacusia, caída del párpado (ptosis) o pérdida del movimiento del ojo.
 
Tratamiento
Por lo general, será suficiente un examen físico de la piel para diagnosticar esta enfermedad. En cuanto al tratamiento, el médico recetará algún antiviral para aliviar el dolor, prevenir las complicaciones y acortar la duración de la patología. Es preferible que este tratamiento empiece durante las primeras horas de los síntomas y antes de la salida de las ampollas. Además, pueden recomendarse otros fármacos como corticosterioides, antihistamínicos o analgésicos para tratar los síntomas.
 
Fuente
MedicalPlus

miércoles, 23 de octubre de 2013

Los niños que hacen ejercicio son mejores alumnos

Hacer ejercicio con una intensidad de moderada a vigorosa regularmente podría también mejorar el rendimiento académico de los estudiantes, según un estudio reciente de Reino Unido. Mientras más intenso es el ejercicio, más impacto tiene sobre los resultados en inglés, matemáticas y ciencias, hallaron los autores del estudio. Sin embargo, no pudieron explicar las causas precisas que subyacen a la conexión.
 
"Se han expresado varias sugerencias sobre por qué existe ese vínculo. Por ejemplo, la actividad física podría aumentar el tiempo que pasan en las tareas en el aula, o quizás tenga un impacto sobre la autoestima", planteó la investigadora del estudio, Josephine Booth, profesora de la Universidad de Dundee, en Escocia. Quizás haya una explicación biológica, dijo, ya que otros investigadores hallaron que unos niveles bajos de actividad pueden afectar adversamente a la estructura y la función del cerebro, así como el rendimiento intelectual de los estudiantes.
 
Booth no podía afirmar con certeza si la motivación general explica el vínculo, es decir, que los niños de alto rendimiento hagan bien tanto el ejercicio como las tareas académicas. "En este estudio no pudimos ajustar por la personalidad", señaló.
 
El estudio aparece en la edición en línea del 21 de octubre de la revista British Journal of Sports Medicine. El equipo de Booth evaluó a casi 5,000 niños inscritos en el estudio "Niños de los 90", que da seguimiento a la salud a largo plazo de unos 14,000 niños nacidos en Inglaterra entre 1991 y 1992. Booth y su equipo midieron la duración e intensidad de la actividad física diaria de los estudiantes durante un periodo de tres a siete días cuando tenían once años de edad.
 
Los estudiantes utilizaron un dispositivo en el cinturón para medir la actividad. A los once años, los niños de ambos sexos no llegaban a los 60 minutos recomendados de ejercicio diario. Los chicos hacían, en promedio, 29 minutos, y las chicas, 18 minutos. Los que hacían la mayor cantidad de ejercicio rendían mejor en los exámenes académicos nacionales. A los once años, los niños que hacían la mayor cantidad de ejercicio tenían un mejor rendimiento en las tres asignaturas. La actividad ayudó particularmente al rendimiento de las chicas en ciencias. El vínculo se sostuvo a los 13, 15 y 16 años de edad. Los investigadores tomaron en cuenta otros factores que podrían afectar el rendimiento escolar, como el estatus socioeconómico, el peso al nacer, la edad de la madre en el parto y el tabaquismo durante el embarazo, pero el vínculo se mantuvo.
 
La nueva investigación amplía trabajos anteriores que han mostrado un efecto positivo de la actividad física sobre el funcionamiento cerebral y el rendimiento cognitivo (del pensamiento) de los niños, comentó James Sallis, profesor distinguido de medicina familiar y preventiva y director de Investigación sobre la Vida Activa de la Universidad de California, en San Diego. Revisó la nueva investigación, pero no participó en ella.
 
"Uno de los aspectos impresionantes de este estudio es que determinaron los efectos de la actividad de moderada a vigorosa al ajustar el efecto de la actividad total, que es mayormente de una intensidad leve, como caminar lentamente", explicó Sallis. "Es más razonable esperar que la actividad de mayor intensidad tenga efectos biológicos sobre el cerebro que podrían llevar a un mejor rendimiento académico".
 
Sallis dijo que duda que el nivel de motivación general de un estudiante pueda explicar los hallazgos. "Los autores ajustaron por el estatus socioeconómico y otros factores que se sabe que se relacionan con la motivación", comentó. Según Booth, autora del estudio, los hallazgos tienen implicaciones importantes para la política educativa, al sugerir que la escuela debe valorar la actividad física como forma de mejorar el rendimiento en el aula.
 
FUENTES: Josephine Booth, lecturer in psychology, University of Dundee, Scotland; James Sallis, Ph.D., Distinguished Professor of Family and Preventive Medicine, and director, Active Living Research, University of California, San Diego; Oct. 21, 2013, British Journal of Sports Medicine, online

lunes, 14 de octubre de 2013

La acupuntura combate la depresión

 
Las personas con depresión podrían beneficiarse de la acupuntura tanto como de la terapia psicológica, según sugiere un nuevo estudio. Los autores observaron que uno de cada tres pacientes se había recuperado después de tres meses de un tratamiento con acupuntura u orientación psicológica profesional, comparado con uno de cada cinco sin esas intervenciones.
 
"Las personas con depresión que utilizaron varias opciones médicas y aún no logran el efecto que desean, deberían probar la acupuntura o la terapia, dos opciones que, ahora sabemos, son clínicamente efectivas", dijo el autor principal, Hugh MacPherson, de la Universidad de York, Reino Unido.
 
Con su equipo reunió a 755 pacientes con depresión moderada o grave y los dividió en tres grupos: 302 concurrieron a 12 sesiones de acupuntura, otros 302 asistieron a sesiones semanales de terapia psicológica y 151 recibieron la atención habitual únicamente. El 70 por ciento había utilizado antidepresivos los tres meses anteriores al estudio y la mitad estaba tomando analgésicos. Los participantes no tuvieron que suspender sus medicamentos para participar del estudio. Todos comenzaron con un nivel de depresión de 16 puntos en una escala de cero a 27 (a mayor valor, mayor gravedad; 16 puntos describen una depresión moderadamente grave).
 
A los tres meses, el grupo tratado con acupuntura tenía un nivel de depresión de 9 puntos, lo que equivale al extremo más alto de la categoría de depresión leve. Los valores cayeron a 11 puntos en el grupo tratado con terapia y a 13 puntos con el tratamiento habitual. Ambos valores indican depresión moderada. Los participantes tratados con acupuntura o terapia fueron los grupos que más se beneficiaron en esos tres meses. Los efectos se mantuvieron durante otros tres meses después del estudio.
 
El equipo atribuyó cualquier diferencia entre el efecto de la acupuntura y la terapia al azar, según publica en PLOS Medicine. Estimó que los médicos tendrían que tratar a siete pacientes con acupuntura y a 10 con terapia para curar a uno solo. "Esto nos dice que si un paciente no mejora, existen otras opciones", dijo el doctor Philip Muskin, psiquiatra del Centro Médico de Columbia University, Nueva York. Pero aclaró que la terapia y la acupuntura no reemplazan a los fármacos. De hecho, la mayoría de los participantes seguía tomando antidepresivos al final del estudio. Muskin destacó también que el estudio no describe qué pacientes respondieron mejor a la acupuntura o la terapia. "No puedo decir qué es mejor para quién. No todos mejoraron", sostuvo.
 
FUENTE: PLOS Medicine, online
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