Hacer ejercicio con una intensidad de moderada a vigorosa regularmente podría también mejorar el rendimiento académico de los estudiantes, según un estudio reciente de Reino Unido.
Mientras más intenso es el ejercicio, más impacto tiene sobre los resultados en inglés, matemáticas y ciencias, hallaron los autores del estudio. Sin embargo, no pudieron explicar las causas precisas que subyacen a la conexión.
"Se han expresado varias sugerencias sobre por qué existe ese vínculo. Por ejemplo, la actividad física podría aumentar el tiempo que pasan en las tareas en el aula, o quizás tenga un impacto sobre la autoestima", planteó la investigadora del estudio, Josephine Booth, profesora de la Universidad de Dundee, en Escocia.
Quizás haya una explicación biológica, dijo, ya que otros investigadores hallaron que unos niveles bajos de actividad pueden afectar adversamente a la estructura y la función del cerebro, así como el rendimiento intelectual de los estudiantes.
Booth no podía afirmar con certeza si la motivación general explica el vínculo, es decir, que los niños de alto rendimiento hagan bien tanto el ejercicio como las tareas académicas. "En este estudio no pudimos ajustar por la personalidad", señaló.
El estudio aparece en la edición en línea del 21 de octubre de la revista British Journal of Sports Medicine.
El equipo de Booth evaluó a casi 5,000 niños inscritos en el estudio "Niños de los 90", que da seguimiento a la salud a largo plazo de unos 14,000 niños nacidos en Inglaterra entre 1991 y 1992.
Booth y su equipo midieron la duración e intensidad de la actividad física diaria de los estudiantes durante un periodo de tres a siete días cuando tenían once años de edad.
Los estudiantes utilizaron un dispositivo en el cinturón para medir la actividad.
A los once años, los niños de ambos sexos no llegaban a los 60 minutos recomendados de ejercicio diario. Los chicos hacían, en promedio, 29 minutos, y las chicas, 18 minutos.
Los que hacían la mayor cantidad de ejercicio rendían mejor en los exámenes académicos nacionales. A los once años, los niños que hacían la mayor cantidad de ejercicio tenían un mejor rendimiento en las tres asignaturas. La actividad ayudó particularmente al rendimiento de las chicas en ciencias. El vínculo se sostuvo a los 13, 15 y 16 años de edad.
Los investigadores tomaron en cuenta otros factores que podrían afectar el rendimiento escolar, como el estatus socioeconómico, el peso al nacer, la edad de la madre en el parto y el tabaquismo durante el embarazo, pero el vínculo se mantuvo.
La nueva investigación amplía trabajos anteriores que han mostrado un efecto positivo de la actividad física sobre el funcionamiento cerebral y el rendimiento cognitivo (del pensamiento) de los niños, comentó James Sallis, profesor distinguido de medicina familiar y preventiva y director de Investigación sobre la Vida Activa de la Universidad de California, en San Diego. Revisó la nueva investigación, pero no participó en ella.
"Uno de los aspectos impresionantes de este estudio es que determinaron los efectos de la actividad de moderada a vigorosa al ajustar el efecto de la actividad total, que es mayormente de una intensidad leve, como caminar lentamente", explicó Sallis. "Es más razonable esperar que la actividad de mayor intensidad tenga efectos biológicos sobre el cerebro que podrían llevar a un mejor rendimiento académico".
Sallis dijo que duda que el nivel de motivación general de un estudiante pueda explicar los hallazgos. "Los autores ajustaron por el estatus socioeconómico y otros factores que se sabe que se relacionan con la motivación", comentó.
Según Booth, autora del estudio, los hallazgos tienen implicaciones importantes para la política educativa, al sugerir que la escuela debe valorar la actividad física como forma de mejorar el rendimiento en el aula.
FUENTES: Josephine Booth, lecturer in psychology, University of Dundee, Scotland; James Sallis, Ph.D., Distinguished Professor of Family and Preventive Medicine, and director, Active Living Research, University of California, San Diego; Oct. 21, 2013, British Journal of Sports Medicine, online
No hay comentarios:
Publicar un comentario