El cadmio, que se halla en muchos fertilizantes agrícolas, puede llegar a la tierra y al agua, explicaron los investigadores. Algunas de las principales fuentes de cadmio en la dieta son el pan y otros cereales, las papas, los tubérculos y las verduras. Una vez entra al organismo, el cadmio puede imitar los efectos de la hormona femenina estrógeno, que puede fomentar el desarrollo de ciertos cánceres de mama.
"La vida moderna se ha vuelto cada vez más peligrosa para la salud de los senos", señaló la Dra. Marissa Weiss, directora de oncología radioactiva de la mama y fomento de la salud del seno del Centro Médico Lankenau en Wynnewood, Pensilvania. "Ahora las zanahorias y los granos integrales, los vegetales que se suponen que son sanos para nosotras, tienen cadmio", lamentó.
"Para ayudar a nuestras pacientes a reducir la exposición a las sustancias químicas ambientales (como el cadmio) que podrían aumentar su riesgo de cáncer de mama, tenemos que asociarnos con los agricultores para asegurar que los alimentos se cultiven en tierra sana sin fertilizantes llenos de compuestos químicos", aseguró Weiss, quien también es presidenta y fundadora de Breastcancer.org. "Comer solo alimentos reales y enteros (sin procesar) sigue siendo una estrategia sana hasta que podamos asegurarnos de qué contiene el paquete".
En el estudio sueco, los investigadores siguieron a casi 56,000 mujeres por más de 12 años. Las mujeres rellenaron cuestionarios de frecuencia alimentaria, que los investigadores usaron para calcular cuánto cadmio consumían en la dieta. En el periodo de seguimiento, hubo 2,112 diagnósticos de cáncer de mama, entre ellos 1,626 cánceres con receptor de estrógeno positivo y 290 con receptor de estrógeno negativo.
Las mujeres que tenían la mayor cantidad de cadmio en la dieta tenían 21 por ciento más probabilidades de desarrollar cáncer de mama que las que tenían la menor cantidad. Ese riesgo aumentó a 27 por ciento entre las mujeres que eran delgadas o de peso normal, mostró el estudio. El riesgo fue similar, de 23 por ciento, para los tumores tanto de receptor de estrógeno positivo como negativo.
Las mujeres que consumían las mayores cantidades de granos integrales y verduras tenían el riesgo más bajo de cáncer de mama, frente a las mujeres expuestas al cadmio dietético a través de otros alimentos.
"Es posible que hasta cierto punto esa dieta sana pueda contrarrestar el efecto negativo del cadmio, pero nuestros hallazgos deben ser confirmados en otros estudios", apuntó en un comunicado de prensa de la Asociación Americana para la Investigación del Cáncer (American Association for Cancer Research) la autora del estudio Agneta Akesson, profesora asociada del Instituto Karolinska en Suecia. "Sin embargo, es importante que la exposición al cadmio a partir de la comida sea baja".
Johanna Lampe, miembro de la división de ciencias de la salud pública del Centro de Investigación del Cáncer Fred Hutchinson en Seattle, afirmó que el nuevo estudio añade al creciente cuerpo de evidencia que relaciona al cadmio con el riesgo de cáncer de mama. "Añade otro grano de arena", comentó. "Nos beneficiaría tener más investigación en esta área para comprender mejor estos riesgos".
El estudio ideal usaría una medida más objetiva de la exposición al cadmio, como los niveles de cadmio en la orina. "Podríamos estudiar a las mujeres años antes de que desarrollen cáncer de mama y medir la exposición al cadmio en ciertos momentos", explicó.
En cuanto a la reducción de la exposición al cadmio, Lampe señaló que fumar es la fuente individual más importante de exposición a la sustancia. "No fumar es un buen punto de inicio", anotó.
La Dra. Stephanie Bernik, jefa de oncología quirúrgica del Hospital Lenox Hill en la ciudad de Nueva York, apuntó que es demasiado pronto para recomendar la realización de cualquier cambio dietético en base a estos hallazgos. "Aún no podemos aconsejar limitar la fibra u otras cosas que contienen cadmio", y algunos de los alimentos que lo contienen son parte de una dieta sana, enfatizó Bernik.
En el estudio, las mujeres más delgadas tenían un riesgo más elevado de cáncer de mama basado en su exposición al cadmio. "La obesidad anula cualquier efecto que el cadmio pudiera tener en el cáncer de mama", dijo Bernik, y añadió que la obesidad es un factor de riesgo más grande de cáncer de mama que la exposición al cadmio, porque "cuando las personas tienen sobrepeso, en su cuerpo circula más estrógeno".
Fuentes
Marisa Weiss, M.D., director, breast radiation oncology and breast health outreach, Lankenau Medical Center, Wynnewood, Pa., and president/founder, Breastcancer.org.; Johanna Lampe, Ph.D., public health sciences division, Fred Hutchinson Cancer Research Center, Seattle; Stephanie Bernik, M.D., chief, surgical oncology, Lenox Hill Hospital, New York City; American Association for Cancer Research, news release, March 15, 2012; March 15, 2012, Cancer Research
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