lunes, 19 de noviembre de 2012

Qué son las transaminasas y que pasa si las tenemos elevadas en sangre?

Un paso inicial para detectar problemas en el hígado es una prueba de sangre para determinar la presencia de ciertas enzimas en la sangre, comúnmente llamadas de transaminasas. Debajo de circunstancias normales, estas enzimas residen dentro de las células del hígado. Pero cuando el hígado esta con problemas, estas enzimas son derramadas en la corriente sanguínea. Entre las más sensibles de estas enzimas y entre las más representativas están las transaminasas. Ellas comprenden la aminotransferase de aspartate (AST o SGOT o TGO o GOT) y la aminotransferase de alanine (ALT o SGPT o TGP o GPT).
 
 Estas enzimas normalmente se encuentran dentro de las células del hígado. Si el hígado esta con algún problema, las células derraman las enzimas en la corriente sanguínea, elevando los niveles de estas enzimas en la sangre siendo un indicador del problema que pueda existir. Las transaminasas catalizan reacciones químicas en las células en las cuales un grupo de amino es transferido de una molécula donadora a una molécula recipiente. Por esto, es que es dado el nombre de “transaminasas”.
 
¿Normalmente, donde las transaminasas son producidas?
TGO ( AST o SGOT o GOT) normalmente es encontrado en una diversidad de tejidos inclusive el hígado, corazón, músculos, riñones, y cerebro. Es liberado en la sangre cuando cualquiera de estos tejidos se encuentra con algún problema. Por ejemplo, su nivel en la sangre sube con ataques de corazón y con desordenes en los músculos. Por lo tanto no es un indicador altamente específico de daño en el hígado. TGP (ALT o SGPT o GPT) es encontrado en su mayor parte en el hígado. Este no es producido exclusivamente por el hígado, pero es donde se encuentra mas concentrado. Es liberado en la circulación sanguínea como resultado de daño hepático. Sirve entonces como un indicador bastante específico del estado del hígado. 
 
Cuales son los valores normales de transaminasas en sangre?
La gama normal de valores para TGO es de 5 a 40 unidades por litro de suero (la parte líquida de la sangre). La gama normal de valores para TGP es de 7 a 56 unidades por litro de suero. Estos valores dependen del fabricante de la prueba. Es necesario siempre verificar cuales son los valores de referencia para poder comparar los resultados. Tiente, siempre que posible, hacer las pruebas en el mismo laboratorio, así podrá ser realizada una media comparativa de los resultados.  TGP y TGO son indicadores sensibles de daño hepático en diferentes tipos de enfermedades. Mas debe ser enfatizado que tener niveles más altos que lo normal de estas enzimas no indica, necesariamente, una enfermedad hepática establecida. Ellas pueden indicar algún problema o no. La interpretación de los niveles altos de TGO e TGP depende del cuadro clínico en general y así lo mejor es que esto sea determinado por médicos experimentados en hepatología.
 
 Los niveles de estas enzimas no miden a extensión de daño en el hígado o muestran un pronostico de la marcha futura. Así, los niveles de TGO y TGP no pueden ser usados para determinar el grado de daño hepático o indicar el futuro. En pacientes con hepatitis A aguda, las TGO y TGP son muy altos (algunas veces alcanzan millares de unidades), pero la mayoría de estos pacientes con la hepatitis A recupera completamente el hígado, no quedando ningún daño. En la hepatitis C solo es observada una pequeña elevación en las TGO y TGP, sendo que algunos de estos pacientes pueden haber avanzado para una enfermedad crónica con fibrosis o cirrosis.
 
¿Que enfermedades causan niveles de transaminasas anormales?
Son encontrados niveles mas altos de TGO y TGP en desordenes que causan la muerte de numerosas células (necrosis hepática extensa). Esto acontece en las hepatitis agudas A y B, en el daño pronunciado infligido por toxinas como la de una overdosis de acetaminofen (TYLENOL) o cuando el hígado es privado de sangre fresca que trae oxigeno y nutrientes. Las transaminasas en estas situaciones pueden variar de diez veces los limites superiores a lo normal para millares de unidades por mililitro.
 
Moderadas elevaciones de las transaminasas son comunes. Ellas son encontradas frecuentemente en pruebas de sangre de rutina en individuos saludables. Los niveles de las transaminasas en tales casos normalmente se sitúan entre 2 veces los limites superiores a lo normal y varias centenas de unidades.
 
Es siempre importante se hacer la media de los últimos cuatro resultados encontrados, para saber al cierto como están las transaminasas. La causa más común de moderadas elevaciones de estas enzimas es el hígado graso (esteatosis). La causa mas frecuente de hígado graso es el abuso de alcohol. Otras causas de hígado graso pueden ser la diabetes y la obesidad. La hepatitis C también está se tornando una causa importante de elevaciones de las transaminasas.
 
¿Que medicamentos causan niveles de transaminasas anormales?
Algunos medicamentos pueden elevar las transaminasas, entre ellos tenemos los que contienen los siguientes principios activos: Medicamentos para alivio del dolor que contienen aspirina, acetaminofen o paracetamol, ibuprofeno, naproxeno, diclofenaco y feenybutazone. Medicamentos de antiataque apopléctico con fenytoin, ácido valproico, carbamazepine y fenobarbital. Antibióticos como las tetraciclinas, sulfonamidas, isoniazid (INH), sulfametoxazole, trimetoprim, nitrofurantoin, etc. Fármacos para el colesterol como el “statins” y la niacina. Fármacos cardiovasculares como amiodarone, hidralazine, quinidine, etc. Anti-depresivos del tipo tricyclic. Con anormalidades en las transaminasas, originadas por medicamentos, los valores vuelven al normal semanas o meses después de parar con los medicamentos.
¿Cómo las personas saludables, con transaminasas anormales deben ser investigadas?
El diagnostico de pacientes saludables con transaminasas anormales debe ser realizado de forma individualizada. El médico puede pedir resultados de pruebas de sangre antiguas para comparación. Si ningún registro antiguo esta disponible, será necesario repetir las pruebas de sangre por semanas o meses para ver si estas anormalidades persisten. El médico procurará factores de riesgo para las hepatitis B y C que pueden ser las de múltiplas parejas sexuales, historia de transfusiones de sangre, uso de drogas inyectables o aspiradas o la exposición profesional. Una historia familiar de enfermedades puede indicar la posibilidad de enfermedades hereditarias como la hemocromatosis o la enfermedad de Wilson.
 
El padrón de anormalidades de las transaminasas puede proveer pistas útiles de la causa de la enfermedad. Por ejemplo, la mayoría de pacientes con enfermedad de hígado alcohólica tiene niveles de transaminasas que no son tan altas cuanto os niveles observados en las hepatitis virales agudas y la TGO tiende a se tornar mayor que la TGP. Así, en la enfermedad del hígado alcohólica, la TGO está normalmente debajo de 300 unidades y la TGP normalmente se queda debajo de 100 unidades. Si el alcohol o los medicamentos son los responsables por los niveles anormales de as transaminasas, al eliminar el uso de alcohol o del medicamento los niveles deberán volver al normal en semanas o meses.
 
Si se sospecha que la obesidad es la causa del hígado graso, una reducción del peso de 5 a 10 también debería traer las transaminasas a niveles normales o próximos de lo normal. Si las transaminasas anormales persisten, a pesar de la abstinencia del alcohol, reducción de peso y con la eliminación de los fármacos sospechosos, deberán ser realizadas pruebas de sangre para diagnosticar otras enfermedades en el hígado. Se debe testar la presencia de hepatitis B y C, el nivel de hierro y la ferritina, que es normalmente elevada en pacientes con hemocromatosis. Los niveles de ciertos anticuerpos específicos pueden estar elevados en pacientes con hepatitis autoinmune. La ecografía puede ser usada para excluir sospechas de tumores que puedan estar obstruyendo los canales que conectan el hígado. La biopsia es un procedimiento donde una aguja es insertada por la piel encima del abdomen superior para obtener una pequeña cantidad de tejido hepático para ser examinado en un microscopio.
 
Remedios caseros para combatir los niveles altos de transaminasas
Como ya dijimos, las transaminasas son unas enzimas que están relacionadas mayormente  con el hígado y sus funciones. Cuando su nivel es muy elevado, por fuera de los límites normales, es probable entonces que una alteración o problema relacionado con el hígado se esté padeciendo. Pero empleando estos remedios caseros quizás puedas equilibrar tus niveles de transaminasas. Por empezar, es probable que tengas tendencia a padecer de hígado graso. Esto, habitualmente, está relacionado con el abuso de alcohol, drogas o una mala alimentación. Aún así, plantas como el cardo mariano o el boldo pueden venirte bien para ser empleadas como hepatoprotectores.

También se dice que el incluir todos los días en la dieta, manzanas, beterragas, diente de león, y alcachofas, ayudaría a nivelar a corto plazo los niveles de transaminasas altos y prevenir o combatir el hígado graso.

De todas formas, lo más recomendable en este tipo de casos es extremar los cuidados alimenticios al máximo. Y también, claro está, los hábitos que se tienen. Al ser la obesidad uno de los puntos más comunes entre las personas con transaminasas altas, lo ideal es llevar una dieta que sobrecargue el hígado lo menos posible. Muchas fibras, vegetales, frutas, frutos secos, carnes magras; nada de frituras, grasas saturadas, excesos de hidratos de carbono ni alcohol. Realizar ejercicio físico con asiduidad también ayudará.
 
Fuentes
Hepato.com
Innatia
Aló Doctor?

No hay comentarios:

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...