Un estudio sugiere que los adultos mayores que hacen ejercicio serían menos propensos a caerse y si lo hacen, también estarían menos expuestos a las fracturas.
Los autores hallaron que los adultos mayores que participan de programas de ejercicios de prevención de las caídas son un 37 por ciento menos propensos que el resto a sufrir lesiones en una caída.
"Las caídas son un problema médico grave y frecuente en los adultos mayores, pero también se sabe que se pueden prevenir y que el ejercicio es una forma de lograrlo", dijo la autora principal, Fabienne El-Khoury.
"Pero no hay evidencia de que (los programas de) ejercicio disminuyan las lesiones graves o más leves, aun cuando tengan consecuencias médicas, psicológicas y económicas", agregó El-Khoury, estudiante de doctorado de la Universidad de Paris-Sur y del Instituto Nacional de la Salud y la Investigación Médica (INSERM, por su nombre en inglés) de Francia.
El 30-40 por ciento de los mayores de 65 se cae por lo menos una vez por año, según indicó la Comisión Especial de Servicios Preventivos de Estados Unidos (USPSTF, por su sigla en inglés). El 5-10 por ciento de ellos tendrá una lesión grave, como una fractura de cadera.
La USPSTF recomienda que los adultos mayores que viven de manera independiente y con alto riesgo de caídas hagan ejercicio o fisioterapia y/o tomen suplementos con vitamina D. Los grupos de riesgo son los que ya sufrieron caídas, tienen trastornos de movilidad o no pueden levantarse de una silla o caminar.
En el estudio publicado en BMJ, el equipo de El-Khoury utilizó la información de 17 estudios previos que habían comparado a un grupo de 2195 voluntarios de un programa físico con otras 2110 personas que no ejercitaban.
Los participantes tenían 77 años o más, en promedio, y el 75 por ciento era mujer.
Si se caían, los que hacían ejercicio eran un 37 por ciento menos propensos a sufrir una lesión (desde un moretón hasta una fractura) que el grupo control y tenían un 61 por ciento menos riesgo de sufrir una fractura. Además, eran un 43 por ciento menos propensos a tener una caída con lesiones tan graves como para quedar internados.
El-Khoury consideró difícil estimar a cuántas lesiones equivale esa reducción del riesgo porque entre los estudios difería el procedimiento de información de las lesiones y los resultados.
Yvonne Michael, especialista en caídas en la tercera edad, explicó que podría ser que el organismo de los adultos mayores que hacen ejercicio esté mejor preparado para absorber la caída.
Los autores sugieren que también mejoraría la capacidad cognitiva, lo permitiría reaccionar mejor y, por ejemplo, agarrarse de un objeto.
Para Michael, los resultados coinciden con los de estudios previos, aunque aún se desconoce qué programa de ejercicio es el más efectivo.
FUENTE: BMJ, online
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