El letal cianuro podría ser un poderoso anticancerígeno, dijeron científicos británicos. Investigadores de la Universidad Imperial de Londres informaron durante un encuentro científico que habían aprovechado el sistema generador de cianuro que las plantas utilizan como defensa contra insectos, y que creían que el mecanismo podría servir para producir medicamentos contra el cáncer. Plantas como la hortensia y la papa africana contienen una enzima llamada linamarasa, que es capaz de generar cianuro cuando son dañadas por animales o insectos.
Los científicos creen que pueden adherir la enzima a un anticuerpo monoclonal contra el cáncer para que reconozca una proteína específica de ciertos tipos de tumor.
El método, conocido como AGENT (nitriloterapia enzimática guiada por anticuerpo), produciría un agente que podría eliminar las células cancerosas sin dañar el tejido sano.
Mahendra Deonarain, del Departamento de Bioquímica de la Universidad Imperial, dijo que la investigación estaba en una fase temprana, pero que era prometedora.
"Hemos demostrado que este sistema puede matar células de tumores específicamente con cianuro", dijo Deonarain.
"El próximo paso será identificar cuál es la mejor molécula antes de realizar estudios con animales".
A pesar de la naturaleza letal del cianuro, la cantidad generada por esta técnica es sólo suficiente para matar células tumorales específicas que son el objetivo de moléculas combinadas con enzimas y anticuerpos.
El leve exceso de cianuro que podría producirse sería metabolizado por una enzima natural presente en el hígado humano.
Los resultados de la investigación han sido enviados al British Medical Journal para su publicación.
Muy importante
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Muchos se han referido que el comer semillas de manzana tienen propiedades anticancerígenas. La manzana carece de toxicidad, si exceptuamos la ingestión de sus semillas que, como en todas las rosáceas contienen ácidos que combinados con los jugos gástricos producen cianuro, aunque la ingesta de estas tendría que ser muy grande y voluntaria como parece ser que ocurrió con un hombre en U.S.A. para producir un resultado fatal. Del mismo modo ocurre con la semilla del albaricoque.
Se ha descubierto recientemente que las propiedades curativas de la vitamina B-17, específicas en contra del cáncer, se deben a que en presencia de agua y de la enzima beta-glucosamidasa, la molécula de B-17 genera cianuro y benzaldehido. Estos compuestos son, individualmente sumamente tóxicos, pero funcionando en simbiosis se multiplican sus efectos por un factor que se calcula los hace cerca de 100 veces más potentes. Esta enzima, la beta-glucosamidasa, se encuentra en cantidades significativas en las células cancerosas, y muy poco en el resto del cuerpo, por lo general hasta 100 veces más. Por consiguiente, estas sustancias tóxicas destruyen únicamente a las células cancerosas. Una verdadera quimioterapia, específica, localizada y muy eficaz.
¿Qué cantidades se pueden ingerir?
Para quien tenga cáncer: Es muy importante comer semillas, las que se deben masticar lentamente; y que se deben conservar en la boca el tiempo necesario hasta que se licuen. Lo ideal es comer dos semillas, o pepitas, por hora, durante el transcurso del día. Los mejores resultados se han observado con el consumo de tres a cinco (3 a 5) pepitas cada hora de la actividad normal diurna.
La vitamina B-17 es hidrosoluble (se disuelve en agua) y no es tóxica. Hay quienes sienten algo de náusea cuando comen muchas de una vez, de manera semejante a como sucedería si bebieran grandes cantidades de agua salada. En tal caso se reduce la cantidad que se toman cada vez, pero se aumenta la frecuencia.
Dosis preventiva: Quien no tenga cáncer puede tomar siete a diez (7 a 10) pepitas diarias. Se afirma que, aunque sean algo amargas, lo mejor es comer la semilla (la pepita) natural, entera.
Fuentes
Buena siembra
Compumedicina
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