Aparentemente, el lápiz labial y el brillo de labios no solo le ofrecen una boca bonita, según un estudio reciente llevado a cabo por científicos de California, que plantean que esos productos contienen plomo, cadmio, cromo, aluminio y cinco metales tóxicos más.
El equipo de investigación evaluó 32 lápices labiales y brillos de labio distintos, vendidos comúnmente en farmacias y grandes almacenes. El nivel detectado de algunos de los metales podría plantear problemas potenciales de salud, advirtieron los investigadores.
"Los lápices labiales y los brillos de labios con frecuencia tienen niveles de metales tóxicos que se acercan a, o superan, las dosis diarias basadas en las directrices de salud pública", señaló la investigadora Katharine Hammond, profesora de ciencias de la salud ambiental de la Universidad de California, en Berkeley.
Hammond no quiso mencionar las marcas evaluadas. "Trataría los resultados como si aplicaran a todos los lápices labiales", comentó.
Sin embargo, la Administración de Drogas y Alimentos (FDA) de EE. UU. sí menciona el contenido de plomo de muchos lápices labiales según la marca en su sitio web.
En el nuevo estudio, se halló plomo en 24 de 32 productos, pero a una concentración normalmente más baja que los niveles aceptables de ingesta diaria.
"Con un nivel promedio de uso, probablemente no sea un problema", planteó Hammond. Añadió que, sin embargo, le preocupa que los niños jueguen con el maquillaje, dado que ningún nivel de exposición al plomo se considera seguro para los niños. Los adultos que los usan mucho podrían considerar la posibilidad de reducir el uso, añadió.
En el estudio, no era más probable que ciertos colores contuvieran metales tóxicos que otros, dijo Hammond. Los brillos de labios tampoco tenían más probabilidades de contenerlos que los lápices labiales, ni viceversa.
El estudio se publicó en línea el 2 de mayo en la revista Environmental Health Perspectives.
El nuevo informe no es el primero que se enfoca en las toxinas de los lápices labiales. En 2007, la Campaña para unos Cosméticos Seguros (Campaign for Safe Cosmetics) evaluó 33 productos labiales, y halló que el 61 por ciento contenían plomo, algunos con niveles suficientemente altos como para ser preocupantes.
El estudio actual fue más allá de medir los niveles de plomo y ocho metales más. Los investigadores calcularon el riesgo basándose en la concentración de los metales detectados y la ingesta diaria potencial de los usuarios, ya fuera promedio o alta. Compararon esa información con las directrices existentes de salud pública sobre los niveles aceptables de ingesta.
Los investigadores se concentraron en el lápiz labial y el brillo de labios porque las personas que los usan los absorben o se los comen poco a poco, señalaron.
El uso alto se definió como la ingesta de 87 miligramos del producto al día. Esto conllevaría una reutilización repetida, dijo Hammond. El uso promedio fue de unos 24 miligramos al día.
Cuando se usan a una tasa diaria promedio, la ingesta estimada de cromo de 10 productos superó la ingesta diaria aceptable, hallaron los investigadores. El cromo se ha relacionado con tumores estomacales.
El uso alto de los productos podría también resultar en una exposición excesiva al aluminio, el cadmio y el manganeso, hallaron. Unos niveles altos de manganeso se han relacionado con problemas del sistema nervioso.
Los hallazgos apuntan a la necesidad de una mayor supervisión pública, enfatizaron los investigadores.
La FDA regula la seguridad de los cosméticos bajo la autoridad de la Ley federal de alimentos, medicamentos y cosméticos. Los cosméticos deben ser seguros cuando se usan según las indicaciones de la etiqueta o bajo condiciones ordinarias. Sin embargo, la FDA no requiere que los cosméticos cuenten con una autorización previa a su comercialización. En la mayoría de casos, los aditivos de color deben obtener una aprobación previa a su comercialización. La FDA no ha fijado límites para el plomo en los cosméticos.
Sin embargo, la FDA sí ha fijado especificaciones para el plomo en los aditivos de color que se usan en los cosméticos.
El Consejo de los Productos de Cuidado Personal (Personal Care Products Council), una asociación comercial que representa al sector de los cosméticos, dijo el miércoles en una declaración que el contenido de plomo de los lápices labiales ya ha sido estudiado por la FDA, y que la agencia decidió que los niveles en cuestión no son una amenaza para la seguridad pública.
"Hay que poner en contexto las cantidades ínfimas de metales en los productos labiales", aseguró en la declaración Linda Loretz, toxicóloga principal del consejo. "La comida es la fuente principal de muchos de estos metales, que se hallan presentes de forma natural, y la exposición a partir de los productos labiales es mínima en comparación. Por ejemplo, las cantidades vestigiales diarias de cromo o cadmio a partir de los productos labiales, según los resultados de este informe, son inferiores al 1 por ciento de las exposiciones diarias que se obtendrían de la dieta. En el caso del manganeso, la ingesta diaria típica a partir de los alimentos es más de mil veces más grande que la cantidad proveniente de los productos labiales".
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Las compañías de cosméticos están legalmente obligadas a justificar la seguridad de sus productos antes de comercializarlos. Nada le importa más a las compañías de cosméticos que la seguridad y el bienestar de las personas que los usan y disfrutan", añadió Loretz.
Los hallazgos no resultan sorprendentes para la Dra. Luz Fonacier, directora del programa de alergias y entrenamiento del Hospital de la Universidad de Winthrop en Mineola, Nueva York. Muchos productos labiales vienen empacados en recipientes de metal, señaló, "y esto podría afectar la cantidad detectada por los investigadores".
"Estoy de acuerdo con los autores en que debería haber estándares en EE. UU. para el contenido de metales en los cosméticos, y que se debe monitorizar los metales en los cosméticos, sobre todo los que más probablemente se ingieran o absorban", aseguró Fonacier.
El Dr. Ken Spaeth es director de medicina ocupacional y ambiental del Sistema de Salud North Shore-LIJ en New Hyde Park, Nueva York. Revisó los hallazgos, y es autor de un libro para los médicos sobre la detección de los problemas causados por la exposición a metales pesados.
Aseguró que "con toda certeza los hallazgos deben generar preocupación sobre el uso de los productos".
Ciertas personas deberían ser especialmente cuidadosas sobre la exposición, entre ellas las mujeres embarazadas y los adolescentes, planteó.
"El feto es particularmente susceptible", advirtió. "Y el desarrollo del cerebro continúa durante toda la adolescencia".
Fuentes
Katharine Hammond, Ph.D., professor, environmental health sciences, University of California, Berkeley; Ken Spaeth, M.D., director, occupational and environmental medicine, North Shore-LIJ Health System, New Hyde Park, N.Y., and author, Heavy Metals: A Rapid Clinical Guide to Neurotoxicity and Other Common Concerns; Luz Fonacier, M.D., head, allergy and training program, Winthrop University Hospital, Mineola, N.Y.; May 1, 2013, news release, Personal Care Products Council, Washington, D.C.; May 2, 2013, Environmental Health Perspective, online
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