A pesar de las preocupaciones sobre las interacciones potencialmente peligrosas entre los tratamientos contra el cáncer y las hierbas y otros complementos, la mayoría de médicos del cáncer (oncólogos) no hablan con sus pacientes sobre esos productos, halló una investigación reciente.
Menos de la mitad de los oncólogos traen a colación el tema de las hierbas o de los complementos con sus pacientes, hallaron los investigadores. Muchos médicos citaron su propia falta de información como un motivo importante de no tener esa conversación.
"La falta de conocimiento sobre las hierbas y los complementos, y la concienciación sobre esa falta de conocimiento, probablemente sea uno de los motivos de que los oncólogos no inicien esa conversación", señaló el autor del estudio, el Dr. Richard Lee, director médico del Programa de Medicina Integradora del Centro Oncológico MD Anderson de la Universidad de Texas, en Houston.
"El asunto es que haya más investigación y educación disponibles para que los oncólogos puedan sentirse cómodos con esas conversaciones", planteó Lee.
Las personas con cáncer con frecuencia recurren a las hierbas y a otros complementos dietéticos en un intento de mejorar su salud y afrontar los síntomas, según la información de respaldo del estudio.
Aunque es común que las hierbas y los complementos se consideren como "naturales", contienen ingredientes activos que podrían provocar interacciones nocivas con los tratamientos estándar para el cáncer. Algunos complementos pueden provocar reacciones cutáneas cuando los toman pacientes que reciben radioterapia, según la Sociedad Americana Contra El Cáncer (American Cancer Society, ACS). Las hierbas y los complementos también pueden afectar la forma en que el cuerpo absorbe y metaboliza los fármacos de la quimioterapia, según la ACS.
Los complementos de hipérico (hierba de San Juan), ginseng Panax y té verde están entre los que pueden producir interacciones potencialmente peligrosas con la quimioterapia, según el estudio.
Para la encuesta actual, los investigadores preguntaron a casi 400 oncólogos sus opiniones y conocimientos sobre los complementos. La edad promedio de los encuestados fue de 48 años. Casi tres cuartas partes eran hombres, y unas tres cuartas partes eran blancos, anotó el estudio.
Los especialistas encuestados hablaron sobre los complementos con el 41 por ciento de sus pacientes. Pero los médicos iniciaron apenas el 26 por ciento de esas conversaciones, hallaron los investigadores.
La encuesta también reveló que dos de cada tres oncólogos creían que no contaban con suficiente información sobre las hierbas y los complementos como para responder a las preguntas de sus pacientes. De todos los médicos encuestados, el 59 por ciento dijeron que no habían recibido educación sobre esos productos.
Cuando se les preguntó sobre un paciente hipotético con una forma curable de cáncer, el 80 por ciento de los oncólogos encuestados dijeron que le disuadirían activamente de usar una hierba desconocida junto con la quimioterapia.
Pero el 86 por ciento señalaron que, en el año anterior, habían provisto quimioterapia a al menos un paciente que tomaba un complemento dietético. Y el 90 por ciento dijeron que probablemente proveerían quimioterapia a un paciente que insistiera en tomar una hierba desconocida, aunque su cáncer fuera curable con un tratamiento convencional, según el estudio.
Lee dijo que le sorprendió la cantidad de oncólogos que recetaron quimioterapia a pacientes que admitieron que tomaban hierbas y complementos. "Se dan cuenta de que lo hacen pero no hablan lo suficiente al respecto", comentó.
La Dra. Patricia Ganz, oncóloga médica de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), anotó lo fácilmente disponibles que están esos complementos. "Ya hace 25 años que sucede. Casi todos los supermercados tienen una sección de complementos", dijo Ganz, que también es directora de Investigación sobre la Prevención y el Control del Cáncer del Centro Oncológico Integral Jonsson de la UCLA.
"Mi inquietud cuando hablo con los pacientes sobre el tema es que estos productos no están regulados. Los pacientes no tienen ni idea de qué están tomando", advirtió Ganz.
No hay suficiente investigación para respaldar muchas de las afirmaciones sobre las hierbas y otros complementos, según la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de EE. UU. Aunque las compañías que fabrican esos productos son responsables de garantizar su seguridad, la FDA no aprueba su seguridad ni efectividad antes de su venta.
Se preguntó a los médicos que participaron en el estudio si creían que en el futuro hablar con los pacientes sobre los complementos mejoraría su relación. De los encuestados, el 40 por ciento dijeron que tendría un efecto positivo. Más o menos la mitad dijeron que no tendría ningún efecto sobre su relación con sus pacientes, según el estudio.
"La mayoría de los oncólogos se enfocan en el diagnóstico y el tratamiento del cáncer. Deberíamos preguntarles sobre la ansiedad, la depresión, el dolor, el sueño, el sexo, las drogas, el alcohol, el tabaco y los complementos. En realidad eso es lo que constituye una atención integral", aseguró Ganz.
La comunicación es una calle de doble sentido, añadió. Los pacientes deben informar al médico sobre todo lo que toman, incluso cualquier hierba o complemento dietético, aconsejó.
FUENTES: Richard Lee, M.D., assistant professor, Department of General Oncology, Division of Cancer Medicine, medical director, Integrative Medicine Program, Division of Cancer Medicine, The University of Texas MD Anderson Cancer Center, Houston; Patricia Ganz, M.D., medical oncologist, and director, cancer prevention and control research, Jonsson Comprehensive Cancer Center, University of California, Los Angeles; Nov. 2014 Journal of Clinical Oncology
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