lunes, 26 de abril de 2010

Mitomanía: Maquillando la realidad

El ser humano no está alejado de esto cuando ya desde la infancia busca el engaño, busca cambiar una opinión, en el niño y el joven es común la mentira para evitar una reprimenda, un reto, cuando siente que no es lo suficiente óptimo el resultado de tal o cual hecho miente para no enfrentar un realidad ante la cual siente aprehensión o temor por sus consecuencias.


El problema o dificultad del mitómano no es éste. Para el mitómano la mentira forma parte de la normalidad, a tal punto que se ha transformado en una conducta que forma parte de su normalidad (patológica), de ahí que se le llame “mentira patológica” a su constante fantasear acerca de sí mismo, de su historia, de sus logros, de sus afectos, de su profesión, es decir de todo o casi todo en su vida.


Dicho en otras palabras: acaba creyéndose sus propias mentiras. Sin embargo la caída en su propia falsedad es una convicción frágil y por lo tanto siempre reversible. Con ayuda de especialistas se puede salir de esto, con voluntad y un cambio profundo en la manera de pensar.


Tratamiento
El mitómano tiene primero una fase de omnipotencia, en que dice muchas mentiras y piensa que todos le van a creer; posteriormente, llega una etapa de deterioro o caída del narcisismo mentiroso en que se presentan constantes contradicciones y ya nadie le creé; habla de su vida y no le hacen caso, no lo toman en cuenta para cosas importantes, no le dan responsabilidades, lo corren del trabajo y, en la familia, ya no puede hablar de ciertas cosas, le restringen el acceso a objetos o información. Se va cercando o acorralando, hasta que se relaciona con gente con grados de madurez y evolución muy bajos, inmiscuyéndose en situaciones de riesgo.


Los terapeutas necesitan conversar e ir ‘tejiendo’ o enlazando cosas sobre su vida o que ha dicho, y ya que hay mayor alianza de trabajo, entonces se le puede hacer que aborde hechos más profundos, decirle cuándo ha mentido e interpretar la razón de esa conducta. El proceso es largo, pues se debe construir un nuevo aprendizaje en el paciente y un pensamiento analítico.


Los Mitómanos perversos
Sin embargo existen los llamados MITOMANOS PERVERSOS, que son los que elaboran una casi perfecta sucesión de mentiras que basándose en hechos o premisas verdaderas tejen una serie de acontecimientos y situaciones tan convincentes que es muy dificil de dudar, al punto de tener supuestas "pruebas" para demostrar sus historias. Estos individuos son muy convincentes, persuasivos, con un gran de inteligencia promedio y con cualidades histriónicas, "cualidades" que los hacen muy temibles.


La mayoría de individuos desarrollan esta dicotomía para delinquir, hurtar, estafar, escalar posiciones, etc, sin medir las consecuencias de su mal. Pueden querer y amar a una persona, y hacerle mucho daño a la vez.


Nos parece fundamental que en estos casos o cualquier otro que genere sufrimiento y alteración de la vida social, familiar o escolar de una persona, pensemos que hay muchos recursos con qué enfrentarlos y ayudarnos a descubrir capacidades propias. En este sentido, siempre es muy útil acudir a un proceso psicoterapéutico.

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