Las personas diabéticas tienen alto riesgo de desarrollar un tipo común de arritmia llamada fibrilación auricular, según un nuevo estudio. Y ese riesgo aumenta a medida que se alarga el período del tratamiento, mientras que el mal control del azúcar en sangre también exacerba el problema, concluyó el equipo de la doctora Sascha Dublin, del Group Health Research Institute, en Seattle.
La fibrilación auricular no es mortal, dijo Dublin a Reuters Health, pero aumenta el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular (ACV) e insuficiencia cardíaca.
La fibrilación auricular no es mortal, dijo Dublin a Reuters Health, pero aumenta el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular (ACV) e insuficiencia cardíaca.
Estudios sobre la relación entre la diabetes y la fibrilación auricular obtuvieron resultados contradictorios y, a menudo, excluyeron la obesidad. Eso, opinó Dublin, es importante porque la obesidad aumenta el riesgo de desarrollar diabetes y fibrilación auricular. En el nuevo estudio, el equipo analizó datos del sistema de salud Group Health sobre 1.410 personas con fibrilación auricular y 2.203 personas sin ese trastorno (grupo de control). El 18 por ciento de las personas con arritmia tomaban medicamentos para la diabetes, a diferencia del 14 por ciento del grupo de control. Eso se traduce en un 40 por ciento más riesgo de desarrollar fibrilación auricular en los diabéticos bajo tratamiento.
Y cuanto más grave era la diabetes, mayor era el riesgo de tener la arritmia. Para evaluar la gravedad de la diabetes, el equipo usó dos mediciones: el nivel de hemoglobina A1C (indicador de control del azúcar en sangre en los últimos años) y la cantidad de tiempo bajo tratamiento por la diabetes. El riesgo de desarrollar fibrilación auricular aumentaba a medida que disminuía el control del azúcar en sangre.
Si bien el riesgo era un 6 por ciento más alto en las personas con niveles de A1C de 7 o menos, lo que indica un buen control del azúcar en sangre en el largo plazo, ese riesgo aumentó al 50 por ciento en las personas con niveles de A1C de entre 7 y 9, y casi se duplicó en las personas con niveles por encima de 9. Y el riesgo de desarrollar la arritmia aumentó según la antigüedad de la diabetes: por cada año que el paciente había tomado los medicamentos para la diabetes, el riesgo de desarrollar fibrilación auricular crecía un 3 por ciento.
Dublin opinó que los médicos que tratan a personas diabéticas deberían prestar atención a este aumento del riesgo de desarrollar fibrilación auricular. También destacó que la enfermedad se puede tratar con, por ejemplo, anticoagulantes para reducir el riesgo de sufrir un ACV.
Y para los pacientes que sienten que los síntomas interfieren en su calidad de vida porque, por ejemplo, se quedan sin aire al hacer un esfuerzo, la autora dijo: "Podemos hacer que se sientan mucho mejor si reducimos el ritmo cardíaco con fármacos seguros y de uso común".
Fuente
Journal of General Internal Medicine
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