Dormir mal una noche puede afectar la capacidad del cuerpo de usar la insulina para procesar el azúcar en la sangre, según un estudio que científicos dijeron podría ayudar a explicar por qué la diabetes está en aumento. Investigadores señalaron que sus resultados sugieren que podría no ser una coincidencia que mientras la duración del sueño se ha acortado en las sociedades occidentales en la última década, también han aumentado los casos de "resistencia a la insulina" y diabetes de aparición tardía o adulta.
"Nuestros resultados muestran que una noche corta de sueño tiene efectos más profundos en la regulación metabólica de lo que creíamos", dijo Esther Donga, directora del Centro Médico de la Universidad de Leiden, en Holanda, que lideró el estudio publicado el miércoles.
La diabetes tipo 2 es causada por la incapacidad del cuerpo de usar adecuadamente la insulina -una hormona producida por el páncreas- para controlar la glucosa proveniente de la comida. El nivel de azúcar sube y daña los ojos, riñones, nervios, corazón y arterias principales.
La enfermedad, ligada a una mala dieta y a la falta de ejercicio, está alcanzando niveles epidémicos. Se estima que 180 millones de personas sufren diabetes en todo el mundo. Estudios previos hallaron que dormir mal varias noches podía provocar un uso deficiente de la insulina, pero Donga dijo que este es el primer estudio que examina qué efecto puede tener una mala noche de sueño.
Los científicos holandeses examinaron a nueve personas sanas, una vez luego de ocho horas de sueño y otra vez después de apenas cuatro horas. Los resultados, publicados en el Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism (JCEM), mostraron que la restricción parcial del sueño durante una sola noche reducía algunos tipos de sensibilidad a la insulina en un 19 a 25 por ciento. "Nuestros datos indican que la sensibilidad a la insulina no es fija en las (personas) sanas, sino que depende de la duración del sueño en la noche anterior", escribió Donga en el estudio.
"De hecho, es tentador especular que los efectos negativos de múltiples noches cortas de sueño en la tolerancia a la glucosa se pueden reproducir, al menos en parte, con una sola noche mala de sueño", agregó.
Un estudio de científicos estadounidenses publicado el año pasado halló que las personas que dormían menos de seis horas por noche eran 4,5 veces más propensas a desarrollar niveles de azúcar en sangre anormales en seis años, en comparación con aquellos que dormían más. Los expertos creen que un adulto necesita entre siete y nueve horas de sueño. Donga dijo que se necesitan más estudios que comprueben si mejorar la duración del sueño puede ayudar a estabilizar los niveles de glucosa en los pacientes con diabetes.
FuenteReuters Health
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