
La litoterapia es otra de las tantas prácticas que se vienen realizando para combatir el estrés y otros problemas del organismo. Buscando la relajación o el remedio exacto para cada problema, esta técnica se basa en preceptos antiguos y se combina con otros procedimientos.
Cada mineral o piedra específica tiene sus características y, además, su composición distintiva que la hace especial para una u otra cosa. La litoterapia, además, combina algunas técnicas que proceden de la reflexología. Usualmente, las piedras se calientan hasta los 35 grados de temperatura y se colocan sobre puntos psicobiogeneradores de nuestro cuerpo, tales como el coxis, la frente, zona cervical y dorsal de la espalda y glándulas suprarrenales.

La litoterapia se utiliza cuando existen las enzimas pero no realizan su función porque los catalizadores que necesitan se encuentran secuestrados. Así pues, la litoterapia consiste en administrar un mineral capaz de liberar los catalizadores. Por ejemplo, en el tratamiento de una columna vertebral con artrosis u osteoporosos se utiliza la escapolita para liberar al calcio y fósforo secuestrados.
La litoterapia es un buen complemento de la oligoterapia. La diferencia entre ambas consiste en que en la oligoterapia se administra el mineral que, por estar secuestrado, no ejerce su función, mientras que la litoterapia pretende liberar las sustancias secuestradas.
Entre los minerales utilizados en litoterapia se encuentras los siguientes:
Adularia: Para el tratamiento de adenoma de próstata con disuria.
Antimonita o estibina: Bronquitis, enfisema.
Apatito: Artrosis vertebral lumbar.
Arenisca rosa: Estreñimiento, colitis atónica.
Azurita: Hipertensión arterial, escoliosis, osteoporosis.
Barita o Baritina: Hipertensión arterial, esclerosis cerebral.
Blenda: Prediabetes, úlceras varicosas.
Bornita: Infecciones, inflamación.
Entre los minerales utilizados en litoterapia se encuentras los siguientes:
Adularia: Para el tratamiento de adenoma de próstata con disuria.
Antimonita o estibina: Bronquitis, enfisema.
Apatito: Artrosis vertebral lumbar.
Arenisca rosa: Estreñimiento, colitis atónica.
Azurita: Hipertensión arterial, escoliosis, osteoporosis.
Barita o Baritina: Hipertensión arterial, esclerosis cerebral.
Blenda: Prediabetes, úlceras varicosas.
Bornita: Infecciones, inflamación.
Fuente
CEPVI (Portal de psicología y medicina)
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