miércoles, 26 de mayo de 2010

Los Omega 3 y el cáncer al intestino

Cuando hablamos de Ácidos Grasos Omega 3 de origen animal (especialmente el pescado graso) se suele conseguir en forma de perlas o cápsulas. Es importante que haya pasado por un proceso de purificación a fin de que no contenga impurezas, toxinas o metales pesados.

Las fuentes de origen vegetal las podemos consumir en su estado natural: las semillas de girasol, de calabaza, el sésamo y las nueces se pueden añadir a los cereales del desayuno o a casi cualquier plato. La soja o soya la podemos consumir en sus múltiples posibilidades (germinada, aceite, tofu, tempeh, salsa, soja texturizada, etc.). Las algas marinas se pueden tomar en sopas, estofados, arroces, etc.

Los ácidos grasos omega-3 han sido destacados en innumerables ocasiones en relación con sus beneficios para la salud. Su consumo se recomienda para personas de toda edad, y sus propiedades se amplían a medida que la investigación científica avanza en relación a ellos.

Una virtud de estos ácidos grasos está asociada a la reducción del cáncer de intestino para personas que están predispuestas genéticamente al desarrollo de esta enfermedad. La misma se destaca en una investigación realizada por científicos del Leeds Institute of Molecular Medicine del Hospital Universitario St James.

Los investigadores trabajaron con 55 pacientes que habían heredado una mutación genética que causa a largo plazo cáncer de intestino. Veintiocho de ellos fueron suministrados con omega-3, mientras que a los veintisiete restantes se les suministró un efecto, para luego comparar la evolución de ambos grupos.

Tras un período de seis meses los investigadores observaron que el número de pólipos había descendido un 12% en el grupo que consumió omega-3, mientras que los pólipos habían aumentado un 10% entre los que consumieron el placebo.

Los resultados añaden una virtud más a los ácidos grasos omega 3, cuyo consumo puede prevenir el cáncer de intestino, pero que con mayor investigación tal vez sea posible detectar la acción de los mismos en relación a otras formas de cáncer.

Muy importante

Existe un aceite que se extrae de una semilla llamada SACHA INCHI, que tiene muchas propiedades y entre ellas previene y combate el cáncer. Conocido también con el nombre de Maní del Inca, el Sacha Inchi, es oriundo de la selva amazónica peruana y los nativos de esa enmarañada zona lo han utilizado desde tiempos inmemoriales. En comparación a los aceites de todas las semillas oleaginosas utilizadas en el mundo, para consumo humano, el Sacha Inchi es el más rico en ácidos grasos insaturados, llega hasta 93,6%.

Es el de mayor contenido de polinsaturados, en promedio está compuesto de:
48,60% de ácido graso esencial alfa linolenico Omega 3
36,80% de ácido graso esencial linoleico Omega 6 y 8,28% de ácido oleico Omega 9
Y tiene el más bajo contenido de ácidos grasos saturados, 6,39% en promedio, 3,85% de palmítico y 2,54% de esteárico.

Por su naturaleza, por la tecnología utilizada aplicada para los cultivos ecológicos y su proceso industrial de extracción, es un aceite de alta calidad para la alimentación y la salud. Es el mejor aceite para consumo humano doméstico, industrial, cosmético y medicinal; superando a todos los aceites utilizados actualmente, como los aceites de oliva, girasol, soya, maíz, palma, maní, etc. Tiene muchos usos, como: reductor del colesterol, aceite de mesa, de cocina, en la industria alimentaría para enriquecer con Omega 3 los alimentos producidos industrialmente, en la producción de cosméticos, nutracéuticos y en medicina.

Fuente

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