La flora intestinal o microbioma es un conjunto de microorganismos, como las bacterias y las levaduras, que se localizan en el interior del cuerpo humano. Se desarrollan al nacer y, gracias al medio ambiente y a la colonización, se depositan en el intestino. Durante la vida intrauterina, el feto carece de bacterias. Desarrolla las primeras a través de la lactancia materna y este proceso de adquisición y diversificación de la flora bacteriana se completa a lo largo de los dos primeros años de vida. Al finalizar esta etapa, la diversidad de bacterias del intestino de los niños ya es muy similar a la del adulto, explica la doctora Chaysavanh Manichanh, investigadora del Vall d'Hebron Institut de Recerca (VHIR) de Barcelona.
Es difícil determinar la cantidad exacta de especies de bacterias que conforman la flora intestinal humana, pero los estudios disponibles han cuantificado más de 1.000 clases distintas, si bien se sospecha que podría haber más y que esta diversidad también varía entre las diferentes especies de mamíferos. En cuanto a la cantidad, en cifras absolutas, el intestino humano está poblado por 10 millones de bacterias, es decir, en el intestino hay diez veces más bacterias que células en el organismo.
Para el responsable del grupo de investigación en Fisiología y Fisiopatología Digestiva del VHIR, Francisco Guarner, se puede considerar que cada individuo humano es un "superorganismo", fruto de la suma de los genes humanos y de los genes del microbioma, es decir, de todas las bacterias y levaduras que lo han colonizado. Pero, además, debido a la elevada cantidad de microorganismos -hasta 2 kilos, un peso comparable a cualquier otro órgano humano-, se puede considerar el microbioma como otro órgano, con su propia función.
La importancia de la flora intestinal, única para cada persona, estriba en que tanto sus genes como sus actividades biológicas pueden contribuir a la salud o al desarrollo de enfermedades. Es necesaria porque actúa como defensa del organismo humano y, además, favorece los procesos de digestión y metabólicos, por lo que también tiene una influencia decisiva en la nutrición y en la obesidad. Según aclara Manichanh, "estas bacterias que viven dentro de nosotros y que nos colonizan son importantes para nuestra defensa. Una vez colonizado el intestino, son una barrera que actúa en contra de otros patógenos".
Muy importante
Los trastornos intestinales tienen, en general, un origen multifactorial y su causa es todavía hoy un misterio. En la actualidad, se tratan los síntomas de estos desórdenes y resulta muy difícil encontrar la causa de la alteración del microbioma.
Las alteraciones del microbioma se han asociado a diversos desórdenes intestinales, como la enfermedad inflamatoria intestinal y, en este grupo, a la enfermedad de Crohn y al síndrome de colon irritable. El desarrollo de cada una de estas dolencias se asocia a una alteración distinta de las bacterias que colonizan el intestino. En el caso de la enfermedad de Crohn, el equipo de Manichanh ha detectado que la diversidad de las bacterias es reducida si se compara con la de otros grupos de individuos sanos, de forma que alguno de los grupos de bacterias podrían estar ausentes en estos pacientes.
Lic. Clara Bassi
Fuente
Eroski consumer
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