
Es un tratamiento, terapéutico, educativo y recreativo. Contribuye a mejorar significativamente las condiciones del desarrollo psico-físico social de las personas con discapacidad y con necesidades educativas especiales, para una mejor calidad de vida. Así, con el caballo, se producen avances significativos en las áreas psicomotora, psicológica, de la comunicación y el lenguaje, y en el campo de la socialización.
La equinoterapia o también conocida como terapia hípica, consiste en aprovechar los movimientos tridimensionales del caballo, para estimular los músculos y articulaciones, además, de que el contacto aporta beneficios a niveles cognitivos, comunicativos y de personalidad.
El paseo a caballo, provee una entrada sensorial, a través del movimiento variable rítmico y repetitivo, lo que hace que el paciente reciba un estímulo físico en todo su cuerpo, haciendo que zonas que jamás han sido estimuladas físicamente, reciban estímulos, lo cual puede causar efectos sorprendentes.

Esta terapia no es nueva, se emplea desde los años 50, aunque sus ventajas se conocen desde tiempos muy remotos. Los antiguos griegos, entre ellos Hipócrates, aconsejaban la práctica de la equitación para mejorar el estado de ánimo de las personas con enfermedades incurables y más tarde, en el siglo XVII, algunos médicos recomendaban montar diariamente a caballo para combatir la gota.
Muy Importante
Se han reportado casos en que se ha tratado a pacientes autistas y a niños con Síndrome de Down en donde se han obtenido resultados muy positivos. Ademas es bueno saber que lo primero que hacen los especialistas en este tipo de tratamiento, es crear un vínculo entre el animal y el paciente para lograr entre ambos una estrecha relación y de acuerdo al padecimiento se agendan sesiones en las que van desde 15 a 30 minutos diarios.
Fuente: intranet
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