Los bebés cuyas madres toman antidepresivos durante la última etapa del embarazo tardan más en alcanzar algunos hitos del desarrollo, según señala una investigación reciente. Mediante el uso de datos de más de 81,000 bebés nacidos en Dinamarca, los investigadores encontraron que los niños cuyas madres tomaban antidepresivos durante el segundo o tercer trimestre se sentaron solos más tarde y caminaron después que los niños cuyas madres deprimidas no tomaron medicamentos. Esto resultó especialmente cierto para los bebés de sexo masculino.
A pesar de los retrasos, el progreso de los niños siguió estando dentro de los límites del desarrollo normal, anotaron los investigadores. Los niños cuyas madres tomaban antidepresivos se sentaron unos 16 días más tarde y comenzaron a caminar casi un mes después que los hijos de mujeres que no tomaron los fármacos.
Según el trabajo, los investigadores dijeron que no sabían si los cambios eran permanentes o solo temporales. Para los 19 meses, no encontraron diferencias en las habilidades motrices entre los niños que habían sido expuestos a los antidepresivos y los que no. Pero los niños de 19 meses cuyas madres habían tomado antidepresivos eran menos capaces de mantenerse ocupados durante más de quince minutos que los bebés cuyas madres no habían tomado antidepresivos.
Entre los niños expuestos no se notó ningún otro retraso en los otros catorce hitos del desarrollo sobre los cuales se preguntó a las madres, que incluían el desarrollo del lenguaje, el desarrollo social u otras habilidades motrices como control de la cabeza o voltearse para ponerse boca abajo.
El estudio aparece en la edición de marzo de Pediatrics.
A pesar de algunas inquietudes, la Dra. Diane Ashton, subdirectora médica de March of Dimes y ginecoobstetra, urgió a las mujeres a no tomar decisiones rápidas sobre la interrupción de ningún medicamento y a consultar primero a sus médicos. "Mayormente, opinamos que es importante que las mujeres reciban un tratamiento adecuado para la depresión durante el embarazo", señaló Ashton. "Dependiendo de la gravedad de los síntomas, tal vez no haya opción. Si la madre está deprimida o tiene tendencias suicidas hasta el punto en que podría hacerse daño, necesita tratamiento".
Unas 904 mujeres del estudio estaban deprimidas. De ellas, 425 tomaban antidepresivos. La mayoría tomaba inhibidores de la recaptación de la serotonina (ISRS) como fluoxetina (Prozac), sertralina (Zoloft y Lustral), citalopram (Celexa) y paroxetina (Paxil). Algunas tomaban una clase anterior de fármacos, los antidepresivos tricíclicos u otros tipos de antidepresivos, entre ellos venlafaxina (Effexor). Algunas tomaban más de uno.
Aunque el estudio no es el primero en mostrar que los antidepresivos podrían afectar el desarrollo fetal, está entre los primeros en evaluar el desarrollo infantil tras el nacimiento, aseguró Ashton.
Un estudio de 2009 que apareció en la revista British Medical Journal, también de investigadores daneses, encontró que las mujeres que toman ciertos antidepresivos durante el primer trimestre de embarazo tenían un riesgo ligeramente mayor de dar a luz a bebés con defectos cardiacos septales, o malformaciones de la pared que separa los lados derecho e izquierdo del corazón. Los riesgos se observaron con sertralina y citalopram. Sin embargo, otras investigaciones sobre los riesgos de anomalías congénitas no han sido concluyentes.
Entonces, ¿qué deben hacer las mujeres?Descontinuar los antidepresivos es una opción, pero plantea riesgos, sobre todo si la depresión de la madre es grave, advirtió David Blackburn, psicólogo clínico y profesor asistente de psiquiatría y ciencias conductuales del Hospital Conmemorativo Scott & White en Temple, Texas.
La depresión sin tratar podría llevar a las mujeres a faltar a sus consultas prenatales, comer mal (ya sea demasiado o muy poco) y dormir mal. Algunas personas deprimidas también se aíslan socialmente, o se automedican con drogas o alcohol. La depresión también plantea un riesgo de suicidio u otras conductas autodestructivas.
"Se debe decidir de manera individual si las mujeres deben continuar con los antidepresivos o no", apuntó Blackburn. "Hay que sopesar el riesgo de depresión con los ligeros riesgos de tomar antidepresivos". En EE. UU., alrededor de una de cada cinco mujeres tiene síntomas de depresión durante el embarazo, según March of Dimes.
La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de EE. UU. y el Colegio Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos (American College of Obstetricians and Gynecologists, ACOG) han publicado advertencias sobre un mayor riesgo de defectos cardiacos asociados con el uso de Paxil durante el embarazo. Blackburn urgió a las mujeres que no desean tomar medicamentos durante el embarazo a no intentar hacerlo solas, y en su lugar pensar en consejería psicológica o grupos de apoyo.
Fuentes
David Blackburn, Ph.D., M.Th., clinical psychologist, Scott & White Memorial Hospital, Temple, Texas, and assistant professor, psychiatry and behavioral science, Texas A&:M Health Science Center; Diane Ashton, M.D., M.P.H., deputy medical director, March of Dimes, White Plains, N.Y.; March 2010 Pediatrics
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