En lo que constituye más evidencia de teorías que relacionan el ADN con el peso, científicos europeos informan que una variación genética parece garantizar virtualmente que una persona sea obesa. Investigaciones informan que la variación genética en cuestión le quita a la gente unos treinta genes y parece hallarse en siete de cada mil personas gravemente obesas. La misma variación podría estar relacionada con el retraso mental y las dificultades del aprendizaje.
"La obesidad definitivamente es un rasgo genético y es bastante probable que existan anormalidades cromosómicas menores adicionales que aumenten dramáticamente el riesgo de obesidad y estén relacionadas también con problemas del desarrollo cerebral", señaló el Dr. Philippe Froguel, coautor de un estudio publicado en la edición del 4 de febrero de la revista Nature y jefe de medicina genómica del Colegio Imperial de Londres.
En el estudio reciente, los investigadores examinaron los genes de adolescentes y adultos que tenían dificultades de aprendizaje y retrasos en el desarrollo. A 31 personas les hacían falta los genes en cuestión y eran obesas.
Los investigadores examinaron luego los genomas de 16,053 personas que tenían peso normal o eran obesas. Había 19 personas con la misma ausencia genética y todas eran gravemente obesas.
"Consideramos que éste es un avance importante, es el primer trabajo que demuestra de manera convincente que una variante genética relativamente poco común también pueda ser causa importante de obesidad común", aseguró Alexandra Blakemore, catedrática principal del Colegio Imperial de Londres.
"Consideramos que éste es un avance importante, es el primer trabajo que demuestra de manera convincente que una variante genética relativamente poco común también pueda ser causa importante de obesidad común", aseguró Alexandra Blakemore, catedrática principal del Colegio Imperial de Londres.
"Aunque el porcentaje de personas gravemente obesas que tienen esta (variación) es de poco menos de una persona, eso termina siendo en total una gran cantidad de gente", señaló Blakemore. "El efecto sobre los portadores es muy intenso". ¿Qué le hace la falta de estos genes al organismo para que la gente se vuelva obesa? Eso todavía no se ha determinado.
"El mecanismo por medio del cual se revela este defecto genético podría darnos pistas sobre cómo otras afecciones conducen a la obesidad. Podría haber una enzima o una proteína que tenga que ver con el desarrollo de la obesidad", señaló el Dr. Stuart Weiss, profesor clínico asociado del Centro Médico Langone de la NYU, que está familiarizado con los hallazgos del estudio.
Hallar la causa "nos permitirá investigar medicamentos y terapias" que podrían activar o desactivar algo en el organismo, dijo. No todas las personas obesas pueden adelgazar comiendo menos y haciendo más ejercicio, advirtió Weiss. "El punto es que quizá puedan lograr comer menos, pero sus organismos podrían ser tan eficientes que podrían extraer calorías de los alimentos con mucha más eficiencia y podrían no estar quemando energía con tanta eficiencia como otros", agregó.
Este hecho conduce a malas noticias para algunas personas obesas, dijo. "Si solo se come una arveja y aumenta de peso, va a tener que cortar la arveja a la mitad". Aún así, el futuro podría traer pruebas genéticas para los pacientes que podrían ayudar los médicos a diseñar tratamientos para organismos particulares, agregó.
Fuentes
Philippe Froguel, M.D., Ph.D., professor and head, genomic medicine, and Alexandra Blakemore, Ph.D., senior lecturer, Imperial College London; Stuart Weiss, M.D., clinical assistant professor, medicine, NYU Langone Medical Center, New York City; Feb. 4, 2010, Nature
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