El dolor crónico es más frecuente, más intenso y duradero en mujeres que en hombres, según informan expertos en dolor. Las mujeres también son más propensas a experimentar múltiples enfermedades dolorosas al mismo tiempo, lo que puede conducir a un mayor estrés mental y mayor riesgo de discapacidad, según Jennifer Kelly, del Centro de Medicina de la Conducta de Atlanta.
El dolor crónico, dolor que dura seis meses o más sin experimentar ninguna mejoría con tratamiento médico, se asocia a muchas afecciones, tales como la fibromialgia, el síndrome del intestino irritable, la artritis reumatoide y las migrañas, que son más frecuentes en mujeres que en hombres, señaló Kelly, con relación al informe sobre el dolor en las mujeres de la Asociación Internacional para el Estudio del Dolor 2007-2008.
"El dolor crónico afecta a una mayor proporción de mujeres que a hombres en todo el mundo. Tenemos que animar a las mujeres a asumir un papel más activo en su tratamiento y a reducir el estigma y la vergüenza de sufrir este problema", apuntó Kelly en un comunicado de la American Psychological Association. Kelly tenía previsto discutir este tema en la reunión anual de la APA el jueves en San Diego.
Las hormonas podrían ser un factor en estas diferencias de género, señaló. Por ejemplo, se sabe que el estrógeno juega un papel en las migrañas y que las tasas de afecciones que causan dolor entre las niñas aumentan a medida que pasan por la pubertad. Entre los niños adolescentes, las tasas de afecciones que causan dolor son estables o no aumentan de forma tan dramática.
Algunas investigaciones sugieren que las mujeres y los hombres podrían responder de forma diferente a los medicamentos para el dolor. "Las diferencias genéticas y hormonales podrían ser la principal razón de cualquier diferencia, pero cada vez es más claro que los factores sociales y psicológicos son también importantes", destacó Kelly.
"Las mujeres suelen centrarse en los aspectos emocionales del dolor", explicó. "Mientras que los hombres se centran en las sensaciones físicas que experimentan. Las mujeres que se concentran en los aspectos emocionales del dolor podrían experimentar como resultado más dolor, posiblemente porque las emociones asociadas al dolor son negativas".
Entre otras cosas, Kelly anima a los médicos a permitir que los pacientes, sobre todo las mujeres, asuman un papel activo en su tratamiento, a ofrecerles apoyo psicológico y técnicas de relajación y retroalimentación.
FuenteAmerican Psychological Association, news release
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