Como señal de que la diabetes podría afectar el cerebro al principio de la vida, un estudio pequeño halló que los niños obesos que tenían diabetes tipo 2 sufren de dificultades de pensamiento que no surgen en niños con exceso de peso que no son diabéticos.
El estudio preliminar no prueba definitivamente que la diabetes sea responsable de las diferencias entre los niños y no está claro si los niños diabéticos sufren mucho por tener poderes cognitivos más limitados.
Aún así, los hallazgos sugieren que para los diabéticos, "muy desde el principio podemos ver ya el potencial de desarrollo de daño cerebral. Necesitamos examinar la enfermedad de manera mucho más completa que decir que simplemente afecta los ojos, los riñones, los dedos de los pies y los pies", aseguró el Dr. Antonio Convit, coautor del estudio y profesor de psiquiatría del Centro Médico Langone de la Universidad de Nueva York.
Según Convit, la diabetes tipo 2, que con frecuencia es causada por exceso de peso, ahora compone cerca de 40 por ciento de los casos de diabetes entre los niños.
En el pasado, los niños tenían muchas más posibilidades de tener diabetes tipo 1, también conocida como diabetes juvenil. Pero el aumento de la obesidad entre los niños ha incrementado sustancialmente los casos de diabetes tipo 2.
Entre los adultos, algunos diabéticos muestran señales de que sus capacidades para aprender y recordar cosas son más limitadas que en otras personas, aseguró Convit. Sin embargo, es difícil saber si eso se debe a la diabetes o enfermedad cardiaca que causa "problemas de plomería", es decir, obstrucción de los vasos sanguíneos, en el cerebro, dijo.
Para entender mejor cómo afecta la diabetes el cerebro al comienzo de la vida, Convit y sus colegas examinaron las capacidades cognitivas de 18 adolescentes obesos que tenían diabetes tipo 2 y de 18 más que también eran obesos pero no eran diabéticos.
Los investigadores hallaron que los adolescentes diabéticos obesos obtuvieron menores puntuaciones que los demás en pruebas de atención, memoria y planificación, señaló Convit. También obtuvieron puntajes más bajos en pruebas de coeficiente intelectual (CI).
Aunque las diferencias fueron estadísticamente significativas, el estudio no combina los hallazgos en un solo número, según Convit. Entonces, no es posible saber exactamente cuánto más bajos fueron los puntajes de los niños diabéticos en términos de porcentaje. Es posible, dijo, que la diabetes afecte la manera en que los vasos sanguíneos transportan sangre al cerebro.
La buena noticia es que parece que estos efectos se reducen cuando desaparece la diabetes tipo 2, dijo, lo que sugiere lo importante que es ayudar a los niños obesos a perder peso. Sin embargo, los problemas se ciernen sobre los que no pierden peso. "A medida que el índice de obesidad continúa aumentando en los niños, esta será la primera generación que probablemente tenga un estilo de vida y una calidad de vida muy disminuidos por estos problemas, que al final se pueden resolver", dijo.
Roger A. Dixon, profesor de psicología que estudia la diabetes en la Universidad de Alberta en Canadá, recalcó que los hallazgos son preliminares. Sin embargo, agregó que "también es un camino de investigación bastante promisorio" que puede ayudar a los investigadores a entender si hay una relación entre los efectos de la diabetes sobre los cerebros de los adultos mayores y los efectos sobre los niños y los adultos más jóvenes. El estudio aparece en línea en la revista Diabetologia.
Fuentes
Antonio Convit, M.D., professor, psychiatry, New York University Langone Medical Center and Nathan S. Kline Institute for Psychiatric Research; Roger A. Dixon, Ph.D., Canada Research Chair, cognition and aging, and professor, psychology, University of Alberta, Canada. July 30, 2010, Diabetologia
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