El asma es la afectación pulmonar más común en la mujer embarazada: entre el 4% y el 8% de las gestantes sufre algún tipo de complicación asmática, sobre todo entre el cuarto y el último mes del embarazo. De ellas, un 12% acude a urgencias alguna vez por insuficiencia respiratoria. Un estudio reciente publicado en "New England Journal of Medicine" asegura que su control adecuado durante el embarazo puede mejorar la salud tanto de la madre como del hijo. Por el contrario, no tratar la dolencia puede originar complicaciones como hipertensión arterial durante el embarazo, partos prematuros o niños con bajo peso.
El tratamiento del asma durante el embarazo es esencial para el buen desarrollo del feto y para el bienestar de la madre. A pesar del temor de muchas mujeres, un mal control de esta afectación respiratoria es más peligroso que tomar diariamente una medicación inhalada. Un ataque de asma, además, supone un riesgo mayor para el feto debido a la disminución del aporte de oxígeno. Éste necesita una correcta oxigenación para desarrollarse de forma normal y, lo que es más importante, sobrevivir.La American Lung Association recomienda también, además de las sugerencias ya comentadas, varios pasos, como realizar ejercicio con moderación (con la medicación adecuada si se padece asma inducida por el ejercicio, siempre controlada por un profesional) y vacunarse contra el virus de la gripe si el segundo o tercer trimestre de embarazo cae en otoño o invierno.
Muy importante
Son muchos los trabajos que han relacionado asma con embarazo, periodo en el que se dan importantes cambios hormonales. Estas fluctuaciones aparecen también durante las etapas premenstruales, la pubertad o la menopausia, por lo que a menudo también se han relacionado con esta afectación respiratoria. El asma premenstrual es, de hecho, una denominación ya aceptada. Recientemente, la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica, SEPAR, presentó un trabajo en el que mostraba que el asma premenstrual puede afectar de forma intensa al 57% de las mujeres asmáticas.
A propósito del estudio, los investigadores aseguraron que hay evidencias científicas de que las fluctuaciones hormonales podrían influir directamente en la inflamación de las vías aéreas femeninas (las hormonas femeninas modulan la producción de múltiples sustancias que producen esta inflamación).
Por este motivo, cuando se han comparado las mujeres sanas con mujeres asmáticas, estas últimas registran alteraciones de las hormonas femeninas en el 80% de los casos. Estas evidencias explicarían por qué el asma en la mujer evoluciona a través de las diferentes etapas de la vida en paralelo a la evolución de sus etapas hormonales. También darían sentido a los resultados de un estudio reciente de la American Lung Association, en el que se confirma que la presencia del asma en mujeres es mucho mayor que en hombres, así como la gravedad de los síntomas.
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