Algunos expertos sostienen que el actual virus que ha causado la alarma mundial no habría surgido de cero en Méjico. En un reciente artículo de la revista New Scientist se habla de la actual gripe A como una "pandemia predecible". Su autora, Debora MacKenzie, explica que este virus tiene sus orígenes en un brote ocurrido en 1998 en granjas de Estados Unidos (EE.UU.) con una mezcla de genes de cerdos, aves y humanos.
En este sentido, MacKenzie cita el trabajo de un grupo de investigadores del Instituto Nacional de Salud (NIH) de EE.UU., que en 2006 también hablaban de estas granjas a gran escala. Los científicos recalcaban que facilitan la rápida transmisión y mezcla de los virus y que "el número cada vez mayor de criaderos de cerdos en las cercanías de criaderos de aves podría promover aún más la evolución de la próxima pandemia." Asimismo, en 2004, Richard Webby, del St. Jude's Children's Research Hospital afirmaba que a uno de cada cinco trabajadores de granjas porcinas norteamericanas se le habían detectado anticuerpos de la gripe porcina.
Tom Philpott, de la revista medioambiental Grist, sugiere por ello que un brote surgido en una granja a gran escala estadounidense podría haber llegado a otra granja similar mejicana y mutar para convertirse en el problema actual. En concreto, señala a Smithfield, una multinacional estadounidense de este sector que posee en el estado mejicano de Veracruz una de estas factorías porcinas, con el nombre de "Granjas Carroll".Philpott recuerda que en febrero el 60% de los habitantes del pueblo en que se ubica dicha instalación sufrieron una enfermedad con los mismos síntomas que la actual gripe A. Por su parte, los responsables de Smithfield lo atribuyeron a una gripe normal, y han asegurado que no se han encontrado indicios ni síntomas de la presencia de gripe porcina en los animales o en los trabajadores que la empresa tiene en Méjico.
No obstante, la Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte de que el virus también se extiende mediante cerdos portadores asintomáticos, es decir, sin los típicos síntomas de padecer la enfermedad. Por su parte, investigadores del Departamento de Agricultura de EE.UU. (USDA en sus siglas en inglés) recuerdan que mientras la vacunación evita que los cerdos enfermen, no bloquea la infección del virus.
Asimismo, la ONG Grain, que promueve la biodiversidad agrícola sostenible, asegura que no es la primera vez que Smithfield recibe quejas por malas prácticas en países con legislaciones medioambientales y sanitarias menos estrictas.
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