miércoles, 6 de mayo de 2009

Manejo del niño con Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad (ADHD)

El ADHD es un trastorno del comportamiento que suele ser común y que afecta aproximadamente a un 4-8 por ciento de los niños en edad escolar. Los niños son tres veces más propensos de padecer este trastorno que las niñas, aunque aun se desconoce la razón. Los niños con ADHD actúan sin pensar, son hiperactivos y no pueden concentrarse fácilmente. Puede que entiendan lo que se espera de ellos pero tiene problemas ejecutando las tareas que se les encomiendan porque no pueden permanecer sentados, prestar atención o estar atentos a detalles.

Por supuesto, todos los niños, (especialmente los mas jóvenes), actúan de este modo algunas veces, particularmente cuando están ansiosos o excitados. Pero la diferencia con el ADHD es que los síntomas están presentes durante periodos de tiempo más largos y éstos ocurren en diferentes situaciones. Los síntomas bloquean la habilidad de los niños de poder desenvolverse socialmente, académicamente y en sus casas.

Aparte de ocasionar problemas en el entorno familiar a causa de su hiperactividad, puede ser que la escuela les hace saber a los padres que el niño "no le presta atención a la maestra" o que "se porta mal en la clase". Frecuentemente, los maestros, los padres y los amigos saben que el niño "se está portando mal" o que "es diferente", pero no saben exactamente qué es lo que le pasa.

Efectivamente el niño con déficit atencional e hiperactividad difícilmente llega a ser un buen estudiante. ¿Qué es lo que le dificulta este tipo de logro?. Dos son las principales explicaciones posibles. La primera es la de que habría alteraciones neurológicas provocando el síndrome. En la mayor parte de los casos este supuesto no se ha podido confirmar sobre bases científicas. Sin embargo, el uso sistemático de medicamentos para su tratamiento (por ejemplo el metilfenidato, más conocido bajo el nombre comercial de ritalín) se apoya en esta hipótesis. Pero, si bien éstos logran aquietarlos, su uso no está exento de cantidades de riesgos y efectos secundarios.

La segunda es de que se trata simplemente de un síndrome de orden supraorgánico (mental, en palabras corrientes), es decir, derivado de factores no orgánicos que influyen en el proceso cognitivo del niño. A esta última hipótesis le dedicaremos especial atención en lo que sigue, ya que ella se ha mostrado válida en forma sistemática en nuestra experiencia.

La sintomatología:
1) Comportamiento impulsivo.
2) Incapacidad para concentrarse o para prestar atención.
3) En los niños pequeños los síntomas de "hiperactividad" en estos casos pueden incluir el excesivo correr y trepar, y los niños mayores se presentan agitados con una clara dificultad para estarse quietos. En ellos la hiperactividad es muy irregular, mal organizada y sin metas específicas contrastando con el alto nivel de actividad que es normal en algunos niños.

El niño con déficit atencional e hiperactividad puede presentar también algunos de estos otros síntomas:
4) Dificultad para organizar su trabajo, y pareciera que él o ella no ha escuchado las instrucciones que se han impartido.
5) Se distrae fácilmente.
6) Comete errores, ya sea por ser descuidado o por impulsividad.
7) Habla demasiado en clase;
8) No tiene paciencia para esperar su turno en situaciones de grupos.
(9) No termina nunca lo que los padres le piden.
(10) Falta de cooperación en los juegos y en las otras actividades sociales.

Tratamiento

El ADHD no puede curarse, pero puede ser manejado con éxito. El médico de su hijo(a) trabajará con usted para desarrollar un tratamiento individualizado y a largo plazo. La meta es ayudar a que su hijo(a) aprenda a controlar su comportamiento y ayudar a las familias a crear una atmósfera en la que esta meta pueda lograrse.

En la mayoría de los casos, la mejor manera de tratar el ADHD es con una combinación de medicamentos y terapia del comportamiento. Cualquier tratamiento adecuado requiere un seguimiento cercano y vigilancia, y el médico de su hijo(a) puede hacer ajustes a lo largo del tratamiento. Debido a que es importante que los padres participen de forma activa en el plan de tratamiento de sus hijos, la preparación de los padres también está considerada como una parte importante del tratamiento para el manejo del ADHD.

Los medicamentos pueden afectar a los niños de diferentes formas, y un niño(a) puede reaccionar positivamente a un tratamiento y negativamente a otro. A la hora de determinar el mejor tratamiento para su hijo(a), el médico puede que pruebe diferentes medicamentos en varias dosis, especialmente si su hijo(a) está recibiendo tratamiento para el ADHD conjuntamente con otro trastorno.

La terapia de comportamiento intenta cambiar patrones de conducta mediante:

- La reorganización del ambiente escolar y del hogar en el que su hijo(a) se desenvuelve.
- La comunicación de instrucciones y ordenes claras.
- El desarrollo de un sistema de recompensas consistentes para las conductas apropiadas o consecuencias negativas para las conductas inapropiadas .

A continuación describimos ejemplos de estrategias del comportamiento que pueden ayudar a un niño(a) que sufra de ADHD:

1) Creación de una rutina.
Intente seguir un mismo horario de actividades diariamente, desde la hora de despertase hasta la de acostarse. Ubique este horario en un lugar prominente, para que su hijo(a) pueda ver donde deberá estar a lo largo del día y cuáles serán las horas asignadas para hacer los deberes, jugar y realizar otras tareas.
2) Ayude a organizar a su hijo(a).
Ubique los maletines escolares, las vestimentas y los juguetes en el mismo lugar todos los días para que su hijo(a) sea menos propenso a perderlos.
3) Evite distracciones.
Apague la televisión, la radio, y los juegos de computadoras, especialmente cuando su hijo(a) esté haciendo los deberes.
4) Limite las opciones.
Ofrezca a su hijo(a) escoger entre dos objetos (esta combinación de ropa, comida, juguete, etc., versus aquella) para que ella o el no se sienta aturdido o sobre estimulado(a).
5) Cambie sus interacciones con su hijo(a).
En lugar de utilizar largas explicaciones y estrategias indirectas utilice instrucciones claras y concisas para recordar a su hijo(a) sus responsabilidades.
6) Utilice metas y recompensas.
Utilice una lista para enumerar metas y mantenga un seguimiento de los comportamientos positivos, luego recompense a su hijo(a) por sus esfuerzos. Asegúrese de que las metas son realistas (piense en poco a poco en lugar de éxitos inmediatos).
7) Ejerza disciplina de forma efectiva.
En lugar de alzar la voz o pegarle a su hijo(a), use penitencias o cancelación de privilegios como consecuencia de comportamientos inapropiados. Los niños más pequeños puede que solo necesiten un poco de distracción o ser ignorados hasta que se comporten de mejor manera.
8) Ayude a que su hijo(a) descubra su talento.
Todos los niños necesitan del éxito para sentirse bien consigo mismos. Averiguar dónde su hijo(a) manifiesta sus mayores habilidades - bien sea en los deportes, el arte, o la música - puede impulsar sus desenvolvimiento social y su auto estima.

Muy importante

Usted será buen defensor de su hijo(a) cuando usted cultive buenas relaciones con todas las personas involucradas en el tratamiento de su hijo(a) - incluyendo maestros, doctores, terapeutas y otros miembros de la familia. Aproveche todo el apoyo y la educación disponibles y usted podrá ayudar a su hijo(a) con ADHD a que encuentre el éxito frente a esta condición.

El entrenamiento de los padres puede ser difícil a veces, pero criar a un niño(a) con ADHD generalmente trae consigo ciertos retos. Los niños con ADHD puede que no respondan adecuadamente a ciertas formas de crianza. También, debido a que el ADHD tiende a ser hereditario, puede que los mismos padres tengan problemas con la organización y la consistencia, y necesiten entrenamiento activo para ayudarles con estas destrezas.

Fuentes:
Kid Health
Psicología pediátrica
Medicine Plus

No hay comentarios:

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...