Los pacientes de cáncer deben atravesar no sólo los síntomas directos de la enfermedad, sino que un conjunto de emociones que sólo contribuyen a empeorar las cosas. El sentimiento de desazón, el decaimiento, la depresión, la ansiedad, angustia y falta de esperanzas son completamente entendibles y muy difíciles de evitar, pero siempre que se puedan revertir aunque sea en mínima escala, esto será positivo para el tratamiento de la enfermedad.
En este sentido, existen varias terapias alternativas que permiten mejorar la calidad anímica del paciente con cáncer, sean el reiki, el yoga o la meditación. En este caso tratamos una terapia barata y efectiva para mejorar la salud emocional: los masajes. Con ella se promete una recuperación anímica para el paciente, y a continuación te contamos por qué.
En primer lugar el masaje puede mejorar notablemente la calidad de vida. Con sólo unas pocas semanas de tratamiento los pacientes evidencian un mejor funcionamiento de su organismo, un sueño sin interrupciones y de buena calidad, y un alivio notable del estrés y la ansiedad provocados por la enfermedad.
Otro aspecto destacable de la aplicación del masaje es que contribuye a fortalecer el sistema inmune de los pacientes, aumentando el número de linfocitos y células del sistema inmune. Además, se asocia al masaje unos mayores niveles de dopamina y serotonina, dos químicos que regulan los estados de ánimo.
Finalmente, el masaje permite reducir el dolor en personas que atraviesan un tratamiento de quimioterapia o radiación. El masaje se presenta en estos casos como una alternativa para combatir el dolor físico que generan estos agresivos tratamientos.
Lic. Carlos Dan
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