Por cada kilo excesivo que se acumula en el cuerpo, el cerebro se hace un poco más pequeño. Ese es el mensaje de una investigación reciente que encontró que los individuos mayores que eran obesos o tenían sobrepeso tenían significativamente menos tejido cerebral que los individuos de peso normal.
"Los cerebros de las personas obesas parecían tener dieciséis años más de edad que los de sus contrapartes saludables, mientras que los de las personas que tenían sobrepeso parecían ocho años más viejos", advirtió el neurocientífico de la UCLA Paul Thompson, autor principal de un estudio publicado en línea en la revista Human Brain Mapping.
Gran parte del tejido perdido se encontraba en las regiones del lóbulo frontal y el temporal del cerebro, el centro de toma de decisiones y la memoria, entre otras cosas. Los hallazgos podrían tener serias implicaciones para el envejecimiento, los individuos con sobrepeso u obesos, incluso un mayor riesgo de Alzheimer, aseguraron los investigadores.
"Todos intentamos proteger nuestros cuerpos y cerebros del envejecimiento y este es apenas un factor que acelera eso encima de todos los otros factores, como la contaminación, fumar y el alcohol. Todos perdemos algo de tejido al envejecer y lo que dicen es que se está acelerando", apuntó Paul Sanberg, profesor distinguido de neurocirugía y director del Centro para el envejecimiento y la reparación cerebral de la Universidad del Sur de Florida, en Tampa.
Según el Centro Nacional de Estadísticas de Salud de EE. UU., el treinta por ciento de los estadounidenses adultos a partir de los veinte años (más de sesenta millones de personas) son ahora obesos y se considera que otro 36 por ciento tiene sobrepeso. Cualquiera de estas afecciones aumenta mucho el riesgo de diabetes tipo 2, cáncer y enfermedad cardiaca, además de problemas cognitivos.
Según el Centro Nacional de Estadísticas de Salud de EE. UU., el treinta por ciento de los estadounidenses adultos a partir de los veinte años (más de sesenta millones de personas) son ahora obesos y se considera que otro 36 por ciento tiene sobrepeso. Cualquiera de estas afecciones aumenta mucho el riesgo de diabetes tipo 2, cáncer y enfermedad cardiaca, además de problemas cognitivos.
Los hallazgos parecen explicar el motivo de que la gente más gorda tienda más a tales afecciones cognitivas. "Este es el primer estudio en mostrar evidencia física en el cerebro que conecta el sobrepeso y la obesidad con el declive cognitivo", aseguró Thompson, profesor de neurología de la UCLA y miembro del Laboratorio de imágenes neurales de la UCLA.
Los investigadores estudiaron imágenes cerebrales de 94 personas en la séptima década de vida que habían participado en un estudio anterior que evaluaba la salud cardiovascular y la cognición. Ninguno de los participantes sufría de demencia u otras discapacidades cognitivas. Se les dio seguimiento durante cinco años, y cualquier voluntario que desarrollara síntomas cognitivos era excluido del estudio.
Las personas clínicamente obesas tenían ocho por ciento menos tejido cerebral, mientras que los que tenían sobrepeso tenían cuatro por ciento menos tejido cerebral en comparación con los individuos de peso normal.
El Dr. Jonathan Friedman, profesor asociado de cirugía, neurociencia y terapias experimentales del Colegio de Medicina del Centro de Ciencias de la Salud Texas A&M, señaló que la relación causal no está clara aquí. En teoría, dijo, un cerebro más pequeño podría significar que los centros de control del apetito y el peso del cerebro en realidad fomentan el proceso de aumento de peso.
Thompson considera que podría tratarse de un círculo vicioso. "Cada factor contribuye al otro", aseguró. Los genes de una persona podrían contribuir a comer en exceso y a aumentar de peso, lo que lleva a menos actividad, lo que lleva a una reducción en el oxígeno y nutrientes que el cerebro necesita para prosperar y crecer.
Pero en general los hallazgos no resultaron sorprendente, añadió el Dr. Mitchell Roslin, jefe de cirugía para la obesidad del Hospital Lenox Hill, en la ciudad de Nueva York. "La obesidad afecta a todos los sistemas del organismo. El cuerpo no puede dividirse. Está completamente interrelacionado. Somos lo que comemos, y comemos en exceso", advirtió. "La moraleja es que una persona obesa y sedentaria sufrirá una descomposición de todo sistema orgánico, y eso incluye mayores probabilidades de impotencia e infertilidad, y otras cosas que la gente por lo general no piensa se relacionan con la obesidad de forma directa".
Fuentes
Paul Thompson, Ph.D., professor, neurology, University of California, Los Angeles, and member, UCLA Laboratory of Neuro Imaging; Paul Sanberg, distinguished professor, neurosurgery, and director, University of South Florida Center for Aging and Brain Repair, Tampa; Jonathan Friedman, M.D., associate professor, surgery and neuroscience and experimental therapeutics, Texas A&M Health Science Center College of Medicine, associate dean, College of Medicine Bryan-College Station campus and director, Texas Brain and Spine Institute; Mitchell Roslin, M.D., chief, obesity surgery, Lenox Hill Hospital, New York City; Human Brain Mapping, online
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