viernes, 2 de octubre de 2009

Las Propiedades del Anís

Pimpinella anisum, popularmente el anís, anís verde o matalahúga, es una hierba de la familia de las apiáceas originaria del Asia sudoccidental y la cuenca mediterránea oriental. Planta herbácea anual que forma matas de hasta 1 m de altura. Las hojas en la base de la base son simples, de entre 2 a 5 cm de largo ligeramente lobuladas mientras que en la parte superior del tallo son pinnadass y más profundamente divididas. Las flores, de 3 mm, son blancas, pentapétalas y surgen en densas umbelas. El fruto es un esquizocarpio oblongo de 3 a 5 mm de largo con un fuerte sabor aromático. Sus semillas se utilizan como condimento en panadería y repostería, en la elaboración de licores (anis, anisette) así como en algunos curries y platos de marisco. Todas las partes vegetales de la planta joven son comestibles. Los tallos tienen una textura parecida al apio y son mucho más suaves de sabor que las semillas.

En alimentos dulces, un ingrediente que siempre queda bien es el anís. Su sabor inconfundible le añade un toque maravilloso a los postres y aperitivos elaborados con él, y ni que hablar del delicioso licor de anís que todos habremos probado alguna vez. Bien, los beneficios del anís son tan aprovechables como su delicioso sabor.

Las semillas, raíces y el bulbo del anís son aprovechadas por los herbalistas, quienes aprovechan el contenido vitamínico del anís. De hecho, esta planta tiene numerosas aplicaciones medicinales, y en aromaterapia o bien por vía oral las mismas pueden aprovecharse.
En primer lugar vale destacar su valor para curar problemas gastrointestinales. Al estimular la producción de jugos gástricos, el anís da por sentado una buena digestión, a la par de que su accionar incrementa el apetito. Además, es importante destacar su potencial para reducir el dolor de cólicos y su acción como antiflatulento.
También en personas con enfermedades respiratorias el anís puede ser aplicado con éxito. Los fitoquímicos del anís permiten remover las congestiones en los pulmones y en la nariz, siendo un magnífico expectorante. Puede aplicarse en vahos o bien consumiendo té de anís. Finalmente, otra de las propiedades del anís compete a la lactancia materna, pues mejora notablemente la producción láctea. Las mujeres lactantes pueden consumir semillas de anís regularmente para ello.

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