La bacteria E. coli en alimentos, que generalmente se relaciona con intoxicación alimentaria y el dolor de estómago y la diarrea resultantes, también pueden ser la causa de algunas infecciones del tracto urinario.
Los investigadores hallaron las mismas cepas de la bacteria en pollos de tiendas y restaurantes y en las mujeres que tienen las infecciones. No hay evidencia de que se transmitieran los gérmenes directamente a las mujeres a través de los alimentos que consumieron, aunque es posible. Aún así, los hallazgos son los primeros en sugerir una posible relación entre el suministro de alimentos y las infecciones del tracto urinario, señaló Amee R. Manges, profesora asistente de la Universidad McGill de Montreal y autora líder de un informe sobre el descubrimiento. Aparece en la edición de enero de Emerging Infectious Diseases.
Los investigadores hallaron las mismas cepas de la bacteria en pollos de tiendas y restaurantes y en las mujeres que tienen las infecciones. No hay evidencia de que se transmitieran los gérmenes directamente a las mujeres a través de los alimentos que consumieron, aunque es posible. Aún así, los hallazgos son los primeros en sugerir una posible relación entre el suministro de alimentos y las infecciones del tracto urinario, señaló Amee R. Manges, profesora asistente de la Universidad McGill de Montreal y autora líder de un informe sobre el descubrimiento. Aparece en la edición de enero de Emerging Infectious Diseases.
"Esto parece estar sucediendo con más frecuencia de lo que esperábamos", aseguró Manges. Además, dijo, la transmisión por los alimentos podría incrementar la cantidad de infecciones del tracto urinario resistentes a los medicamentos. Aunque la mayoría de las cepas son inocuas, las cepas peligrosas de E. coli se pueden transmitir por alimentos contaminados en el campo o que no fueron manipulados o cocinados adecuadamente, lo que causa problemas en el sistema digestivo. Es menos conocido que los gérmenes también pueden propagarse al tracto urinario de hombres y mujeres.
En las mujeres, puede ocurrir durante el sexo, señaló Manges. "Es posible que las bacterias se desplacen del ano a la vagina y la uretra, y ahí es donde causa la infección", explicó.
Las infecciones en el tracto urinario por transmisión de las heces "son más comunes entre individuos debilitados y de mayor edad en las que el riesgo de contaminación fecal del orificio uretral es significativo, sobre todo si hay incontinencia fecal", agregó el Dr. Pascal James Imperato, decano de la facultad de salud pública del Centro médico del sur del estado de la Universidad Estatal de Nueva York en Brooklyn, Nueva York.
También es posible que los gérmenes sean transmitidos al ir al baño luego de manipular alimentos contaminados, señaló Marion Nestle, profesora del departamento nutrición, estudios alimentarios y salud pública de la Universidad de Nueva York.
En su estudio, Manges y sus colegas investigadores querían determinar si las mismas cepas de E. coli estaban presentes en la carne y en las mujeres que tenían infecciones del tracto urinario.
Estudiaron 353 muestres de mujeres canadienses entre los 18 y los 45 que tenían infecciones sospechadas en el tracto urinario. También examinaron muestras de pollo y melón verde de tiendas y restaurantes de Canadá.
Los investigadores hallaron que varias cepas de E. coli halladas en las mujeres y los alimentos no se podían distinguir entre sí o estaban estrechamente relacionadas. Pero esto tiene una gran advertencia. "No hemos demostrado que esta mujer haya comido este pedazo de carne de pollo y que por eso la infección hubiera sido causada por ese pedazo de pollo", advirtió Manges.
Eso es un problema real, afirmó Imperato. "A menos que tengamos evidencia positiva recolectada en la historia de que si alguien consumió alimentos contaminados con E. coli, no se puede concluir que cualquiera de estos alimentos fuera la fuente de esa enfermedad".
¿Qué se puede hacer? Como siempre, "los consumidores deberían tener el cuidado de seguir procedimientos estándares de seguridad alimentaria al preparar carne o consumir alimentos que no estén suficientemente cocinados, como lavarse las manos frecuentemente", recomendó Nestle.
Fuentes
Amee R. Manges, M.P.H., Ph.D., assistant professor, Department of Epidemiology, Biostatistics and Occupational Health, McGill University, Montreal; Pascal James Imperato, M.D., M.P.H.&T.M., dean and professor, School of Public Health, State University of New York Downstate Medical Center, Brooklyn, N.Y.; Marion Nestle, Ph.D., M.P.H., professor, Department of Nutrition, Food Studies and Public Health, New York University, New York City; January 2010, Emerging Infectious Diseases
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