Cómo aclarar la piel

En la actualidad debido al inmenso avance de las ciudades industrializadas en el mundo, es que el medio ambiente se ha llegado a ver cada vez más contaminado. Esto es muy perjudicial para la piel, e incluso los rayos UV tienen su cuota de responsabilidad en el hecho de que algunos rostros se vean cada vez más opacos.

No obstante, podemos acudir a determinadas recetas caseras para aclarar la piel a base de productos naturales para cuidar la salud de la piel. De hecho, antes que usar otro tipo de tratamientos en donde se tenga que usar productos químicos, esta es una opción recomendable.
Uno de estos remedios caseros para aclarar la piel hace mención al uso de la miel con el azúcar, algo bastante dulce que no es para beber sino más bien para untar. Lo único que tenemos que hacer es tener cinco cucharadas grandes (conocidas como soperas) de miel, asimismo disponer de cinco cucharadas de azúcar morena y de tres limones.

Lo que tenemos que hacer es simplemente extraer todo el jugo que nos ofrezcan estos tres limones, para seguidamente colocar la miel de abeja y por último la cantidad de azúcar morena que habíamos mencionado.

Todo esto tenemos que mezclarlo bien de manera que se vaya formando una pequeña pasta compuesta que se muestra muy viscosa. Esta mezcla podemos untarla por todo el cuerpo o simplemente en las áreas que sean de nuestro interés a manera de una crema que la dejaremos reposar por unos 15 minutos para que haga su efecto.

Con esta pequeña receta casera para aclarar la piel, lo que estaremos haciendo a más de aclarar la piel es también suavizandola, ya que dicha mezcla además viene a ser un gran exfoliante.

Otra receta que podemos mencionar, en el caso de no tener los ingredientes mencionados anteriormente, es usar a un poco de manzana picada así como a otro poco más de romero, mismos que haremos servir en agua y que luego de que ésta se haya enfriado, poder usar un algodón mojado en dicha mezcla para untar por sobre todo el rostro; si se opta por este procedimiento, no se debe de salir al sol por lo menos en unas dos horas.