lunes, 1 de noviembre de 2010

Cuide su corazón

El infarto de miocardio (enfermedad coronaria, cardiopatía isquémica) es una causa muy frecuente de insuficiencia cardiaca. El corazón necesita, al igual que el resto de los órganos de nuestro cuerpo, que le llegue sangre en cantidad suficiente para cubrir sus necesidades de oxígeno y nutrientes. Esta sangre oxigenada es transportada por las arterias. Las arterias que llevan la sangre al corazón se llaman arterias coronarias.
Los malos hábitos alimenticios causan desajustes fatales. Pueden evitarse afecciones realizando análisis adecuados y atendiento a los síntomas.


Hemos visto por televisión los casos de futbolistas que caían sobre el césped víctimas de un infarto en pleno partido. ¿El corazón nos puede fallar en cualquier momento sin avisar?


Las estadísticas mundiales afirman que el 90% de las muertes súbitas es provocada por problemas cardiovasculares, como infartos, arritmias, insuficiencias cardíacas e hipertensión. Muchos fallecieron sin saber que tenían un mal cardiaco porque nunca se hicieron un chequeo.


La Sociedad Peruana de Cardiología advierte que no sólo las personas mayores de 40 años están en riesgo de morir a causa de infartos sino también los jóvenes pueden presentar arritmias que finalmente ocasionen su deceso. Explica que la detección de los males cardiacos pueden ser prevenidos, si es que se toma atención a palpitaciones, dolor de pecho u ahogos. No obstante, hay personas que no presentan síntomas.


“La muerte súbita ocurre en personas que, al parecer, deberían estar estables. Generalmente el causante es un coágulo que obstruye una arteria”, explica el doctor Enrique Ruiz, presidente de la Sociedad Peruana de Cardiología.


¿Cómo se obstruyen las arterias coronarias? La principal causa es la arteriosclerosis o depósito de grasas y colesterol en las arterias por la falta de ejercicio y las comidas con mucha grasa animal.


A CUIDAR AL ‘BOBO’


El médico Alfonso Rivas-Plata, jefe de Cirugía de Tórax y Cardiovascular de Essalud, señala que una persona saludable, que no tiene antecedentes familiares de males cardiacos, a partir de los 40 o 45 años, debe realizarse una prueba de esfuerzo anual, que consiste en medir la frecuencia cardiaca según la edad.


Si prueba de esfuerzo sale alterada, el siguiente paso es hacer otros exámenes complementarios, entre ellos la perfusión (mapeo de la o las zonas impactadas del corazón). Muchas afecciones se pueden evitar realizando un análisis adecuado y atendiento a los síntomas, como el cansarse fácilmente, dolores en el pecho y desmayos.


Katia Aguirre


Fuentes
Peru21 online
Sociedad Peruana de Cardiología

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