miércoles, 28 de enero de 2009

Diabetes: Algo más que un exceso de glucosa (Parte 2)

En el año 1995, el 7.4% de la población mundial era diabética, y para el 2010 se calcula que alrededor de 45 millones de personas en el mundo sufrirán esta enfermedad. De ese total, alrededor de 20 millones de personas serán de América Latina. Hacia el 2025, el 9% de la población mundial tendrá diabetes.

Quizás lo más relevante en el tratamiento de la diabetes haya sido el descubrimiento de la insulina así como su fabricación, lograda gracias a los estudios realizados por los doctores Bandung y Best en 1921.
Lo que mejores resultados ha dado para controlar la diabetes es la educación y la información a los pacientes y a las personas de riesgo sobre lo que es esta enfermedad, los problemas relacionados y las complicaciones que acarrea , sobre todo a nivel cardiovascular, ya que no debemos olvidar que dos de cada tres diabéticos mueren por un problema cardíaco.

Como sabemos, existen varios tipos de diabetes: diabetes mellitus de tipo 1 (antes llamada juvenil, insulinodependiente o dependiente de insulina), que se caracteriza por ser una diabetes en la que no existe ninguna producción de insulina por parte de las células llamadas “Beta” que están en el páncreas, de tal manera que si el paciente no recibe sus dosis de insulina durante el día, la glucosa no va a poder ingresar a las células para que estas trabajen adecuadamente. Esta no es una enfermedad hereditaria ni familiar, existen varias causas genéticas y no genéticas que determinan la destrucción de las células Beta y lo concreto es que suele presentarse a edades tempranas (menos de 40 años). Generalmente aparecen síntomas como sed, dolor abdominal, pérdida de peso o a veces debuta de frente con lo que se llama “cetoacidosis” que es una complicación muy seria para la vida. Últimamente se ha estudiado la relación entre el peso al nacer y esta forma de diabetes, encontrándose que a mayor peso al nacimiento, mayor riesgo de presentarla.

Luego tenemos la diabetes de tipo 2 (antes llamada del adulto o insulinodependiente). A diferencia de la anterior, es la más frecuente (alrededor del 95% de casos). En este tipo de diabetes sí existe una producción de insulina por parte del páncreas, sin embargo esta insulina no logra hacer ingresar la glucosa a las células porque existe lo que se denomina una “resistencia” a la acción de la insulina, de tal manera que las personas deben tomar medicamentos que favorecen el ingreso de glucosa a las células. El principal problema es que no tiene síntomas y es sigilosa en sus inicios, aunque quizás cuando ya ha pasado mucho tiempo empieza algún síntoma que motiva una consulta y por coincidencia se llega al diagnóstico. Se calcula que alrededor del 68% de los diagnósticos son casuales, y por esta razón es que se considera a la educación como el mejor antídoto, sobre todo si la persona tiene factores de riesgo.

Por otro lado tenemos a la diabetes del embarazo o gestacional, que es una diabetes de tipo 2 que se desarrolla en una determinado grupo de mujeres durante la gestación y que luego del parto normalizan sus niveles de glucosa,, aunque un porcentaje de ellas desarrollará diabetes tipo 2 en unos años. De este tipo de diabetes hablaremos en otro post pues es muy importante tocar este tema a fondo. Finalmente tenemos a la diabetes por otras causas (medicamentosas, relacionadas con lesiones del páncreas o con otras enfermedades).

En el diagnóstico de la diabetes es muy importante considerar que existen criterios clínicos y de laboratorio. Si bien es cierto que este tipo de diabetes no da síntomas muy tempranos, existen algunas manifestaciones que nos permiten sospechar de su aparición. Estas manifestaciones son conocidas como las cuatro “P” del diabético:

- Polidipsia (aumento de la ingesta de agua por aumento de la sed)
- Polifagia (aumento del apetito)
- Poliurea (aumento de la micción) y
- Pérdida de peso de manera inexplicable.

Estas cuatro “P” son realmente importantes sobre todo si se tienen factores de riesgo relacionados.

Los factores de riesgo son un elemento importante y valiosísimo a la hora de considerar hacernos un examen de despistaje, porque si una persona, aún sin síntomas y joven es consciente de ellos puede prevenir en un 100% la aparición de la enfermedad solo cambiando sus estilos de vida. Los factores de riesgo más importantes a considerar son:

 Sobrepeso, obesidad (20% encima del peso ideal) o IMC (índice de masa corporal) mayor a 27.  Sedentarismo.
 Historia familiar.
 Hipertensión arterial.
 Tabaquismo (las mujeres que fuman aumentan el riesgo de diabetes gestacional.
 Dieta rica en grasas, harinas y azúcares.
 Raza (negros, hispanoamericanos, asiáticos).
 Dar a luz un bebé de mas de 4.5 Kg.
 Diabetes gestacional.
 Aumento de lípidos en sangre (hiperlipidemia).
Cuando nos referimos a los análisis de laboratorio, el diagnóstico debe acompañarse de los siguientes criterios:

 Glucosa en ayunas mayo a 126mg/dl (glucosa basal).
 Glucosa postprandial (es decir 2 horas después de comer) mayor a 200mg/dl.
 Una Prueba de Tolerancia a la Glucosa Oral (PTGO) a las 2 horas mayor a 200 mg/dl, es decir, después de beber una cantidad de glucosa de 75 gr ,se toman muestras de sangre en intervalos de tiempo hasta llegar a las dos horas.Posteriormente se ve cómo varía la concentración de glucosa en la sangre.
Otro aspecto que es importante conocer es que ese carácter silencioso de esta enfermedad va mellando a todas las estructuras de nuestro cuerpo ya que lo primero que se deteriora son nuestros vasos sanguíneos, y eso conlleva a un deterioro en la buena irrigación. Además de esto, nuestra sensibilidad nerviosa -en especial para el dolor y el tacto- también se viene a menos ,es por esto que en los diabéticos los pies son lo que primero se deben cuidar. También debemos tener en cuenta que nuestro corazón se deteriora, que los riñones se ven afectados enormemente al punto de no funcionar, y que el hígado desarrolla cirrosis como consecuencia del incremento de las grasas en la sangre y de todas las alteraciones metabólicas de esta enfermedad.

Es por todo esto que los diabéticos deben tomar conciencia de que en el tratamiento no solo la medicación es importante, sino también el cambio en los estilos de vida en cuanto a la dieta y los ejercicios. El pronóstico es extraordinariamente bueno si consideramos las medidas de prevención y si respetamos la medicación, la dieta y los ejercicios.

Dr. José Recoba

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