Una investigación sostiene que comer pescado durante el embarazo contribuye a aumentar la capacidad intelectual del niño. Este efecto estaría provocado por los ácidos grasos poliinsaturados del tipo DHA.
Un estudio desarrollado por el Centro de Investigación en Epidemiología Ambiental (CREAL) y el Instituto Municipal de Investigación Médica (IMIM-Hospital del Mar) de Barcelona concluye que comer dos o tres veces pescado por semana durante el embarazo favorece el desarrollo neurológico del niño y aumenta su capacidad intelectual.
Los ácidos grasos poliinsaturados del tipo DHA (ácido docosahexaenoico), un tipo de ácido graso que pertenece al grupo de los Omega-3, capaces de pasar la barrera placentaria, podrían ser los responsables de este efecto positivo sobre las capacidades cognitivas de los niños en cuanto a inteligencia, expresión verbal, capacidad motora y memoria, según este trabajo.
Para realizar esta investigación se estudió a 392 mujeres de Menorca y a sus hijos. Tras dar a luz, se les pidió que rellenaran un cuestionario sobre sus hábitos alimenticios durante el embarazo. Posteriormente, cuando los bebés cumplieron cuatro años, los psicólogos midieron su grado de desarrollo neurológico mediante la Escala de Habilidades Infantiles de McCarthy, además de recoger datos sobre su dieta y su actividad física.
Si bien no se conocen los mecanismos por los cuales esto sucede, los niveles de DHA parecen ser cruciales en el desarrollo temprano del cerebro del feto. El consumo de pescado y marisco durante el embarazo ya había sido estudiado por el peligro de toxicidad neurológica que comporta para los niños, un riesgo atribuible a sus concentraciones de mercurio.
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