
Así lo afirma un equipo de investigadores de la Universidad Queen Mary de Londres dirigidos por Cecilia Gonzales-Marin, quien presentará mañana los resultados de su estudio en la Sociedad de Microbiología General en Harrogate (Reino Unido).
Investigaciones previas con animales han confirmado que las bacterias orales son capaces de llegar a la cavidad amniótica y desencadenar complicaciones en el embarazo y posibles daños en el neonato.
El equipo investigador ha descubierto que las bacterias también llegan al entorno del niño, a través de la sangre y el líquido amniótico, en el caso de los humanos, por lo que aconsejan a las mujeres embarazadas cuidar su higiene bucal.

Para confirmar que un bebé entra en contacto con bacterias orales en el útero materno, el equipo analizó muestras de fluido amniótico que habían tragado 57 bebés antes de nacer.
En esas muestras encontraron 46 especies de bacterias, la mayoría procedentes de la vagina, pero tres de ellas suelen estar presentes en la boca: prevotella shashii, granulicatella elegans y streptococcus sinensis. Las dos últimas no se encuentran en ninguna otra parte del cuerpo humano y se conocen por su capacidad para entrar en el torrente sanguíneo y de originar infecciones en otros órganos, como endocarditis.
Ahora, los científicos estudian, con técnicas de ADN, si las bacterias halladas en las muestras de los bebés coinciden con las encontradas en la cavidad bucal de las madres.
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