El 10% de los pacientes ingresados en una Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) presenta una infección mientras que en el resto del hospital, la incidencia de las infecciones hospitalarias no supera el 7%. Estas cifras son muy comun ver en los centros hospitalarios del orbe habiendo mas incidencia en los países llamado en desarrollo.
La infección más frecuente y también la más grave que afecta a los pacientes de las UCIs es la neumonía, seguida por la bacteriemia -una infección a la sangre- y la infección urinaria. Los expertos destacaron que la aparición de infecciones de este tipo en pacientes críticos aumenta seriamente el riesgo de mortalidad.
La aparición de infección en pacientes críticos aumenta el riesgo de fallecimiento y además, es uno de los principales motivos de aumento de los costes sanitarios. Todas las infecciones suponen un incremento en los días de estancia en las UCIs que puede oscilar entre dos días, caso de una infección por catéter, hasta 10 días por una neumonía.
Hasta fechas recientes, los microorganismos más prevalentes eran los gramnegativos. Sin embargo, en la actualidad, este panorama se ha transformado de forma importante produciéndose un aumento de las infecciones por bacterias grampositivas, especialmente por el Staphylococcus aureus, e infecciones por hongos, Candida spp. y Aspergillus spp. La infección por hongos no es una de las más frecuentes, sin embargo, sí está asociada a una elevada mortalidad, hasta un 40% en el caso de la infección por Candida spp.
Uno de los principales problemas de estas infecciones radica en la dificultad de diagnosticarlas de forma precoz. En la detección precoz de este tipo de infección en el paciente crítico se ha avanzado poco y además no contamos con marcadores que nos indiquen su posible presencia por lo que basamos el inicio de un tratamiento en scores de riesgo que se han propuesto. No obstante, incluso esta estrategia no es seguida de forma amplia por los intensivistas que suelen esperar a una evidencia clara, lo que se traduce en un tratamiento tardío y en una evolución clínica del paciente mala.
Muy importante
En los países de Latinoamérica, esto tiene sus peculiaridades, existiendo algunos importantes problemas: la falta de recursos económicos, la falta de la conocimiento de su génesis y de la importancia en prevenirlas.Para poder actuar sobre ellas hace falta conocerlas y así poder desarrollar un programa efectivo y eficiente.Asimismo en Argentina no tenemos un sistema de acreditación que esté en funcionamiento, que abarque a todos los centros asistenciales públicos y privados y a todos los pacientes independientemente de quien sea el pagador, y que obligue a los centros asistenciales a detectar y tratar los problemas relacionados con las infecciones hospitalarias.
Las infecciones adquiridas en los centros asistenciales son una realidad, éstas son complicaciones esperables y frecuentes, se las conoce desde hace muchas décadas. Pero Los limites aceptables y las implicancias negativas que traen aparejadas no son tan conocidos.
Cabe mencionar que en muchos países latinoamericanos la automedicación es cosa diaria en su población y aquí el problema puede volverse más grave aún puesto que para enfermedades que no necesitan una antibioticoterapia se administran de manera muy particular antibióticos para todo mal, ocasionando una resistencia bacteriana en el organismo de las personas. Cuando estos individuos llegan a un centro hospitalario y son internados por alguna enfermedad mayor, corren mayor riesgo de mortalidad que otras personas.
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