Muchos niños con un resultado positivo en el test de sensibilidad al maní no serían realmente alérgicos al alimento. Un equipo de investigadores en el Reino Unido halló que de 79 niños de 8 años alérgicos al maní según el test habitual, sólo siete lo eran realmente según una prueba más compleja.
La alergia al maní se suele diagnosticar con un test cutáneo, sanguíneo o ambos. En la prueba cutánea se expone a la piel a una pequeña cantidad de proteína del maní a la espera de una reacción; la prueba de sangre mide los niveles de anticuerpos IgE, sustancias en el sistema inmune con un papel clave en las reacciones alérgicas.
La limitación de ambos test está en que miden la sensibilidad al maní (la respuesta inmune a las proteínas). Pero no todas las personas sensibles al maní son alérgicas, es decir, no todas tienen síntomas específicos (sibilancias, urticaria, inflamación o problemas digestivos) después de ingerir maní.
Esa limitación se vuelve un problema cuando los médicos quieren diagnosticar la alergia en un niño sin síntomas claros, indicó el autor principal, doctor Adnan Custovic. El científico explicó que los padres suelen pedir un test de alergia al maní cuando el niño tiene alergias a otros alimentos o tienen otro hijo con alergia al maní.
Pero los nuevos resultados sugieren que la mayoría de los niños con un test positivo estándar de sensibilidad al maní no serían realmente alérgicos, concluyó el equipo de Custovic, de la University of Manchester, en Journal of Allergy and Clinical Immunology. Los datos surgen de pruebas cutáneas y de IgE en sangre realizadas a 933 niños de 8 años.
Se suponía que 110 (el 2 por ciento) eran sensibles al maní. Doce tenían "antecedentes convincentes" de síntomas alérgicos inducidos por el maní, de modo que se los consideró alérgicos y sin necesidad de nuevos estudios. A 79 del resto de los niños se les realizó un desafío alimentario. Esta prueba es considerada definitiva para el diagnóstico de alergias; bajo supervisión médica, el paciente ingiere alimentos o toma cápsulas con el alérgeno sospechoso y se le controla la reacción.
Sólo siete de esos 79 niños tuvieron síntomas objetivos en el desafío alimentario. Pero esos desafíos no son una opción práctica ni de rutina. Para Custovic, demandan mucho tiempo, son costosos y pueden causar una reacción alérgica grave.
El equipo halló que un nuevo tipo de test sanguíneo es más preciso que el de IgE. El diagnóstico basado en componentes denominados CRD incluye exponer muestras de sangre a proteínas de maní purificadas y medir la respuesta de anticuerpos IgE. El CRD es distinto a los test de IgE en sangre tradicionales, que usan extractos "crudos" de maní con distintas moléculas alergénicas y no alergénicas.
Según el equipo, el CRD reveló la respuesta del IgE a una proteína del maní, Ara H 2, y serviría para separar a los niños alérgicos de los sensibles al maní. Custovic destacó que "los resultados deben replicarse" con nuevos estudios. Phadia AB, con sede en Suecia, que comercializa los test de CRD utilizados, proporcionó fondos para el estudio. Varios autores son empleados de Phadia y Custovic recibió pagos de la empresa a cambio de realizar presentaciones.
Fuente
Journal of Allergy and Clinical Immunology
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