lunes, 11 de enero de 2010

Los niños víctimas de abuso son más propensos a sufrir migrañas en la adultez


Los niños que han sido física o emocionalmente abusados o que han sufrido negligencia son más propensos a desarrollar migrañas y otras afecciones de dolor crónico en la adultez, según encuentra un estudio reciente.

Según los investigadores, su estudio y otros han encontrado que el estrés causado por el abuso puede alterar los cerebros de los niños, haciéndolos más propensos a desarrollar dolor crónico de afecciones como el síndrome del intestino irritable, el síndrome de fatiga crónica, la fibromialgia, la cistitis intersticial y la artritis.
"Los eventos estresantes en la niñez, como el abuso, pueden alterar la respuesta de estrés del organismo permanentemente y predisponer a una amplia variedad de problemas médicos y psiquiátricos en la adultez", afirmó la Dra. Gretchen E. Tietjen, investigadora principal del estudio, y profesora y presidenta de neurología y directora del Programa de tratamiento e investigación del dolor de cabeza del Centro médico de la Universidad de Toledo en Ohio.
Apuntó que no es poco común que las personas que han sido abusadas sufran diversas afecciones debilitantes, como la migraña.
"La relación de estas comorbilidades podría ser a través de cambios en el cerebro mediados por el abuso que ocurre al principio de la vida", señaló Tietjen. "Comprender la fisiología de los efectos del abuso sobre el cerebro durante la vida podría llevar a la prevención o a un tratamiento más eficaz de la migraña y afecciones relacionadas".
Sin embargo, anotó rápidamente que no todos los niños abusados desarrollan migrañas y no todo el que sufre de migrañas o cualquier otra afección de dolor crónico ha sido abusado. Pero los que tienen antecedentes de abuso "son más propensos a sufrir los peores de migraña", apuntó. "Son los más propensos a tener muchas otras afecciones de dolor".
Se informe sobre los hallazgos aparecen en la edición de enero de Headache: The Journal of Head and Face Pain. Para el estudio, el grupo de Tietjen recolectó datos sobre 1,348 personas con migrañas que fueron atendidas en once centros ambulatorios para el dolor de cabeza. Alrededor del 58 por ciento refirió haber sido abusado física, sexual o emocionalmente, o haber sufrido negligencia física o emocional durante la niñez. Además, el 61 por ciento refirió tener al menos una afección dolorosa más además de la migraña.
Los que habían sufrido abuso o negligencia en la niñez eran significativamente más propensos a sufrir otras afecciones de dolor crónico que las personas que no, encontraron los investigadores.
"El abuso infantil, sobre todo el abuso y la negligencia emocionales, es muy común en la población de personas que buscan ayuda por el dolor de cabeza", comentó Tietjen. "El abuso infantil se relaciona con una alta frecuencia de dolor de cabeza en la adultez y con la discapacidad relacionada con el dolor de cabeza. Las personas que tienen migraña que han sido abusadas tienen más probabilidades de sufrir de depresión, ansiedad y afecciones de dolor crónico relacionadas al estrés".
Los investigadores anotaron que distintos tipos de abuso parecían resultar en distintas afecciones. Por ejemplo, el abuso físico se relacionó con la artritis, mientras que el abuso emocional se asoció con el síndrome del intestino irritable, el síndrome de fatiga crónica, la fibromialgia y la artritis, señaló Tietjen.
La negligencia física se relacionó con una mayor probabilidad de síndrome del intestino irritable, síndrome de fatiga crónica, a cistitis intersticial y artritis.
Las mujeres que habían sufrido abuso o negligencia física en la niñez también eran más propensas a sufrir endometriosis y fibroides uterinos. El abuso emocional se relacionó con ambas afecciones, pero la negligencia emocional sólo se relacionó con los fibroides uterinos, encontró el estudio.
El Dr. Walter Lambert, profesor asociado y director médico del equipo de protección infantil de la Facultad de medicina Miller de la Universidad de Miami, apuntó que "los eventos adversos en la niñez conllevan riesgos de salud a largo plazo significativos en la adultez". "No me sorprende que la gente que refirió abusos adicionales tenga más dolores de cabeza crónicos y migrañas", añadió.
Lambert también concurrió en que el estrés en la niñez puede cambiar vías en el cerebro, y la negligencia es lo peor. Los niños pueden aguantar estrés sólo hasta cierto punto antes de que comience a afectar su cerebro en desarrollo, explicó.
"Como seres humanos, necesitamos cuidados, tanto físicos como emocionales, para desarrollarnos bien", dijo Lambert. La sociedad debe encontrar maneras para promover ambientes cálidos y estables para los niños que prevengan el maltrato, añadió.
El abuso infantil es un problema común, según el Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE. UU. En los Estados Unidos, se investigan más de tres millones de reportes de abuso o negligencia cada año. De éstos, más de 700,000 niños son clasificados como víctimas de negligencia o abuso.
Fuentes
Gretchen E. Tietjen, M.D., professor and chairwoman, neurology, and director, Headache Treatment and Research Program, University of Toledo Medical Center, Toledo, Ohio; Walter Lambert, M.D., associate professor, clinical pediatrics, and medical director, child protection team, University of Miami Miller School of Medicine, Miami; January 2010, Headache: The Journal of Head and Face Pain

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