Los hombres con dedos índices largos corren menos riesgo de desarrollar cáncer prostático, informaron el miércoles científicos británicos, en un hallazgo que podría ser usado para ayudar a seleccionar a aquellos pacientes que deben controlarse regularmente por la enfermedad.
Investigadores de la Universidad de Warwick y el Instituto de Investigación del Cáncer (ICR) hallaron que los hombres cuyos dedos índices son más largos que sus anulares eran un tercio menos propensos a desarrollar la enfermedad que los varones con el patrón inverso.
"La longitud relativa de los dedos podría usarse como una prueba simple del riesgo de cáncer de próstata, particularmente en los hombres menores de 60 años", dijo Ros Eeles, del ICR, quien ayudó a dirigir el estudio.
La experta señaló que el hallazgo, que los científicos creen estaría relacionado con los niveles de la hormona masculina testosterona, podría ser utilizado junto con otros factores -como los antecedentes familiares o las pruebas genéticas- para seleccionar a los hombres en riesgo que deberían controlarse.
El control del cáncer prostático es controvertido porque las pruebas de antígeno prostático específico (PSA) usadas no pueden diferenciar entre hombres con cáncer agresivo y aquellos que nunca desarrollarán síntomas o requerirán tratamiento.
Un estudio realizado en Estados Unidos reveló el año pasado que los controles rutinarios de cáncer prostático habían generado más de 1 millón de diagnósticos de tumores que no hubieran provocado efectos sobre los pacientes.
En el último estudio, publicado en British Journal of Cancer, el equipo de Eeles explicó que la longitud relativa de los dedos índice y anular se establece antes de nacer y se cree que estaría ligada a los niveles de las hormonas sexuales a las que el bebé está expuesto en el útero materno.
Los investigadores dijeron que consideran que estar expuesto a menos testosterona antes de nacer ayuda a proteger contra el cáncer de próstata más adelante en la vida.
Los investigadores dijeron que consideran que estar expuesto a menos testosterona antes de nacer ayuda a proteger contra el cáncer de próstata más adelante en la vida.
El fenómeno ocurriría porque los genes conocidos como HOXA y HOXD controlan la extensión de los dedos y el desarrollo de los órganos sexuales, añadieron los expertos. Estudios previos vincularon la longitud de los dedos con la agresión, la fertilidad, la capacidad deportiva y los tiempos de reacción. "Nuestro estudio indica que son los niveles hormonales a los que los bebés están expuestos en el útero los que pueden tener efecto décadas más tarde", dijo Ken Muir, de la Universidad de Warwick, que co-dirigió la investigación.
El cáncer de próstata es el segundo más común en los hombres estadounidenses después de los tumores pulmonares y causa la muerte de unos 254.000 varones por año en todo el mundo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario