Existen muchas variedades de infusiones y de hierbas medicinales o aromáticas que se han utilizado desde hace siglos para mejorar la salud. Un ejemplo destacado es el té de hibisco, muy apreciado por sus beneficios para el organismo, especialmente para las personas que tienen problemas de corazón o circulatorios. Es una variedad de té que apenas contiene sustancias excitantes, por lo que su ingesta es muy recomendable en todo tipo de personas.
El hibisco (hibiscus) se obtiene de los cálices de las flores de una planta llamada Hibiscus sabdariffa, que se dejan secar y cuando se mezclan con agua caliente surge la infusión en cuestión. Su origen es antiguo, ya que lleva utilizándose esta variedad desde hace siglos. Sudán es el lugar en el que se crían este tipo de plantas ya que requieren un clima húmedo y caluroso para poder crecer.
Ente sus múltiples beneficios, el hibisco es un aliado perfecto para reducir la hipertensión. Numerosos estudios realizados con personas que tenían la tensión muy alta han demostrado que después de ingerir una infusión al día de esta hierba, a lo largo de unos meses redujeron sus valores en lo que a tensión se refiere. Este efecto es debido a que contiene sustancias relajantes que ayudan a reducir nuestra presión, además de mejorar la circulación sanguínea.
Propiedades
Sus propiedades no se quedan sólo ahí, ya que la infusión de hibisco contiene altas dosis de ácido cítrico y ácido ascórbico, dos potentes antioxidantes que ayudan a proteger las células de las agresiones que sufren diariamente a causa de los radicales libres y que hacen que éstas se deterioren y envejezcan prematuramente. Los antioxidantes frenan este proceso, sobre todo en personas como los deportistas que sufren una mayor oxidación a causa de la práctica del ejercicio.
El alto contenido del té hibisco en flavonoides es lo que le dota de esa capacidad reguladora de la hipertensión, pero además esta sustancia tiene otras funciones, y es que es un potente antimicrobiano, anticancerígeno… Estas sustancias dotan al hibisco de un alto poder medicinal, y es que nos protege frente a ataques bacterianos, pues aumenta nuestras defensas para combatirlos.
Estudio científico
Diane L. McKay, de la Tufts University de Boston (Massachusetts, EE.UU.) presentó un ensayo llevado a cabo con individuos moderadamente hipertensos en el que demostró que el consumo diario de una infusión con té de hibisco durante seis semanas reduce la presión arterial sistólica (máxima) un promedio de 7 mmHg. Sin embargo, al ampliar dicho consumo seis semanas más, la reducción se doblaba (14 mmHg) y disminuían, asimismo, las presiones diastólica (mínima) y de pulso.
Según la autora del estudio, el té de hibisco es rico en antocianinas y otros flavonoides además de compuestos fenólicos, que permiten reducir la hipertensión arterial moderada a unos niveles capaces de alejar el fantasma de riesgos graves por ictus o arteriopatía coronaria. "El descenso conseguido con las infusiones se comparó, además, con el de un fármaco antihipertensivo (captopril) sin que se apuntaran diferencias estadísticamente significativas en lo que a disminución de la presión sanguínea se refiere".
El estudio se llevó a cabo con 65 pacientes de ambos sexos y una edad media de 50 años. Un saquito al día con 1,25 gramos de hibisco seco, infusionado en agua caliente por espacio de seis minutos, bastó para conseguir el inaudito efecto.
1 comentario:
Muy buen artículo sobre el té de hibiscus, quisiera saber donde lo venden en Lima Peru gracias.
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