A comienzos del siglo pasado, las enfermedades que eran producidas por bacterias muchas de ellas eran causa de muerte. La tuberculosis, la sífilis y la neumonía eran flajelos que las personas temían y que originaban problemas de salud pública en los países. Desde la invención de los antibióticos hasta ahora el uso de los mismos se ha manejado frecuentemente hasta el punto de existir un abuso indiscriminado. Para todo queremos usarlos, inclusive para enfermedades virales, de manera profiláctica según dicen algunos médicos, para evitar complicaciones. Ni hablar de que en algunos países para obtenerlos no es necesaria la prescripción médica.
Además de esto podemos alimentarnos con animales que han recibido terapias exageradas con antibióticos, llevando a nuestro organismo también cantidades de sustancias antibióticas innecesarias para el organismo. Con esto estamos logrando que se produzca una Resistencia cruzada de los agentes patógenos de las enfermedades. Nuestro cuerpo al ser "bombardeado" con antibióticos hace que desarrolle los microorganismos que nos invaden, una resistencia al fármaco, es decir los microbios se hacen "inmunes" cuando tenemos que tomarlos en ocasiones posteriores.
Lo que estamos haciendo pacientes y médicos es destruir paulatinamente nuestro Sistema inmunológico que supuestamenet es el que nos debe de defender de toda agresión externa. Este prescribir por prescribir se está haciendo muy común y no ponemos reparo en esto, sobre todo en tratamientos de niños. Esta es una generalidad mundial, hoy el botiquín de la casa de cualquier familia esta lleno de antibióticos y lo más facil es echarnos uno a la boca para “evitar la infección”.
1. Las bacterias cada día son más poderosas, INMUNES a estas medicinas lo que se ha convertido en una conveniente batalla entre los laboratorios médicos y los “bichos”.
2. El antibiótico mata las pequeñas bacterias que nuestro cuerpo usa para funciones básicas, como los gérmenes de la flora intestinal, lo que causa diarrea y alteraciones en la absorción de alimentos.
3. Destrucción del Sistema Inmunológico. El fortalecimiento de éste depende del proceso de asimilación de bacterias, es decir, el cuerpo al reconocer una bacteria trabaja y aprende a eliminarla.
4. No permitimos que el organismo se defienda por si solo y al primer síntoma tratamos de "cortar" la enfermedad. Los antibióticos nunca deberán de usarse en enfermedades de etiología viral.
Muy importante
El médico ha de intentar valorar bien todos los casos de enfermedad y ver si ha de administrar un antibiótico y cual es el adecuado. Los padres deben colaborar para no "forzar" la situación y "exigir" el tratamiento.
El médico, dentro de sus posibilidades ha de argumentar, lo mejor posible, los motivos por los cuales da o no da o, bien, demora la inclusión de antibióticos en el tratamiento que indica a su paciente.
Los padres no han de comprar un medicamento basándose en que el niño vuelve a tener la misma enfermedad y le fue bueno. Me ha ocurrido en multitud de ocasiones que unos padres dan un antibiótico para una tos debido a que cuando la tuvo la última vez se le había recetado y la evolución de la enfermedad fue la adecuada.
La Organización mundial de la Salud es muy clara al respecto y no recomienda el uso indiscriminado de antibióticos, más aún censura la automedicación: “Si se siguen utilizando de forma incorrecta los antibióticos, algunos virus y bacterias que hoy en día no suponen ningún amenaza para la salud serán incurables dentro de 10 años.”
Dr. César Cárdenas
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