Las mujeres que tienen un matrimonio conflictivo son más propensas que sus esposos a sufrir depresión, hipertensión y obesidad, todos ellos factores de riesgo para las enfermedades coronarias, la embolia y la diabetes.
Así lo afirman psicólogos de la universidad estadounidense de Utah en un estudio que será presentado el jueves en Chicago durante la reunión anual de la Sociedad Psicosomática Americana.
Así lo afirman psicólogos de la universidad estadounidense de Utah en un estudio que será presentado el jueves en Chicago durante la reunión anual de la Sociedad Psicosomática Americana.
El mismo estudio observó que los hombres en esta situación también tienden a estar deprimidos, aunque a diferencia de las mujeres no tienen un riesgo mayor de padecer el llamado "síndrome metabólico" que se caracteriza por hipertensión, obesidad en la cintura, altos niveles de azúcar y triglicéridos y bajos niveles de HDL, conocido como el "colesterol bueno". "La diferencia entre géneros es importante porque las enfermedades coronarias son la principal causa de muerte en mujeres y hombres y aún tenemos mucho que aprender sobre cómo las relaciones y la angustia emocional influyen en el corazón", señala Nancy Henry, autora principal del estudio.
Según Henry, ya se sabía que las mujeres son más sensibles que los hombres a los problemas en una relación afectiva, pero "los resultados de este estudio sugieren que esos problemas pueden afectar a su salud". Los investigadores partieron de la hipótesis de una asociación entre desavenencias en el matrimonio y niveles más elevados de síndrome metabólico y vieron que "esto era cierto para las esposas, pero no para los maridos", señaló Henry.
El profesor de psicología Tim Smith, otro de los autores del experimento, subrayó que éste es sólo un "test preliminar" dentro de un estudio más amplio sobre el papel de las relaciones sentimentales en las enfermedades coronarias. "Es un poco prematuro decir que (las mujeres) reducirían el riesgo de padecer una enfermedad del corazón si mejoran la calidad de su matrimonio o dejan a sus maridos", dijo Smith.
Sin embargo, aseguró que los datos recabados para el estudio más amplio indican que "el divorcio está asociado con la enfermedad coronaria", lo que ha llevado a los investigadores a considerar la hipótesis de que una mejora en la relación de pareja puede mejorar la salud.
Henry y Smith reclutaron entre 2001 y 2005 a 276 parejas de entre 40 y 70 años de edad que llevaban casadas una media de 20 años y les hicieron rellenar varios cuestionarios sobre los aspectos positivos y negativos de su matrimonio. También estudiaron si tenían síntomas de depresión y les sometieron a pruebas en las que se midió su cintura, su tensión arterial y los niveles de colesterol y glucosa en la sangre para saber si sufrían síndrome metabólico.
Las parejas en las que había un historial cardiovascular fueron excluidas. Los resultados del estudio mostraron que las féminas con mayores tensiones en su matrimonio tenían más síntomas de depresión y de síndrome metabólico. Los hombres con matrimonios conflictivos también estaban más deprimidos, pero no se encontró ninguna relación entre este factor y los niveles de síndrome metabólico.
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