Cuando le dicen a una persona que tiene cáncer es normal que se sienta triste, deprimida y con miedo. El apoyo psicológico es básico para que afronte con entereza y optimismo esta patología, que desafortunadamente cada vez es más frecuente entre hombres, mujeres y niños.
En un primer momento, el paciente se mostrará hipersensible, irascible y parco por lo que le está sucediendo. Sin embargo, eso no es excusa para que se rinda y deje de luchar por su vida. Debe seguir el tratamiento prescrito por el oncólogo y recibir apoyo emocional.
El enfermo necesita ser atendido por un psicólogo para que lo ayude a afrontar el impacto del diagnóstico, la crisis que desencadena la enfermedad y la terapia, que es pesada, tanto física como mentalmente. La ayuda de la familia también es fundamental para salir adelante.
La función del especialista es hacer que la persona acepte lo que está viviendo y afronte la patología de la mejor manera, es decir, con garra y coraje y combata los pensamientos negativos. Existen diversas técnicas que le permitirán expresar sus sentimientos más íntimos y no caer en un profundo cuadro depresivo.
Diversos estudios revelan que los pacientes con cáncer que tienen una actitud positiva, guerrera y optimista sienten menos dolor, reaccionan mejor al tratamiento y prolongan su vida. Las técnicas de respiración abdominal e imaginativa son muy efectivas para reducir la ansiedad, que suele afectarlos.
Las personas con cáncer no deben pensar en que se van a morir, deben concentrarse en superar este mal, que según la Organización Mundial de la Salud puede prevenirse muchas veces siguiendo un estilo de vida saludable.
En un primer momento, el paciente se mostrará hipersensible, irascible y parco por lo que le está sucediendo. Sin embargo, eso no es excusa para que se rinda y deje de luchar por su vida. Debe seguir el tratamiento prescrito por el oncólogo y recibir apoyo emocional.
El enfermo necesita ser atendido por un psicólogo para que lo ayude a afrontar el impacto del diagnóstico, la crisis que desencadena la enfermedad y la terapia, que es pesada, tanto física como mentalmente. La ayuda de la familia también es fundamental para salir adelante.
La función del especialista es hacer que la persona acepte lo que está viviendo y afronte la patología de la mejor manera, es decir, con garra y coraje y combata los pensamientos negativos. Existen diversas técnicas que le permitirán expresar sus sentimientos más íntimos y no caer en un profundo cuadro depresivo.
Diversos estudios revelan que los pacientes con cáncer que tienen una actitud positiva, guerrera y optimista sienten menos dolor, reaccionan mejor al tratamiento y prolongan su vida. Las técnicas de respiración abdominal e imaginativa son muy efectivas para reducir la ansiedad, que suele afectarlos.
Las personas con cáncer no deben pensar en que se van a morir, deben concentrarse en superar este mal, que según la Organización Mundial de la Salud puede prevenirse muchas veces siguiendo un estilo de vida saludable.
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