El fenómeno mental del "déjà vu" (en francés "ya visto") puede aparecer en individuos sanos o asociado a un trastorno mental. Sea cual sea su origen, aún muy discutido, éste se ha relacionado tradicionalmente, quizás por desconocimiento, con fenómenos paranormales. Son teorías que se han apagado en favor de estudios llevados a cabo en los últimos años cuyos resultados afirman su posible origen cerebral. Ahora, una investigación reciente aporta nuevos datos. Publicado en "Current Directions in Psychological Science", el estudio, de la Universidad de Colorado (EE.UU.), muestra las muchas similitudes que existen entre el "déjà vu" y la comprensión de la memoria del reconocimiento.
La importancia del reconocimiento
La memoria del reconocimiento es la que nos permite comprender que aquello que estamos experimentando en un momento determinado ya lo hemos experimentado en una ocasión anterior, como cuando reconocemos a un amigo por la calle o escuchamos nuestra canción favorita por la radio. El cerebro fluctúa entre dos tipos de reconocimiento de la memoria: la recuperación y la familiaridad.
La memoria del reconocimiento es la que nos permite comprender que aquello que estamos experimentando en un momento determinado ya lo hemos experimentado en una ocasión anterior, como cuando reconocemos a un amigo por la calle o escuchamos nuestra canción favorita por la radio. El cerebro fluctúa entre dos tipos de reconocimiento de la memoria: la recuperación y la familiaridad.
La recuperación se da cuando podemos precisar o señalar un instante o momento cuando sucede algo que ya ha ocurrido con anterioridad: ver a un individuo que nos resulta familiar comprando en una tienda cuando antes lo hemos visto en el autobús. El reconocimiento basado en la familiaridad ocurre cuando una situación nos resulta familiar, pero no recordamos cuándo pasó: la misma persona que vemos en la tienda, pero en este caso no podemos recordar dónde le vimos con anterioridad. El "déjà vu" podría ser, por tanto, una muestra de este tipo de reconocimiento basado en la familiaridad: durante el fenómeno, estamos convencidos de que reconocemos la situación, pero no estamos seguros del motivo.
Por este motivo, Anne M. Cleary, investigadora principal del estudio, basó su experimento en
relacionar el fenómeno del "déjà vu" con la memoria del conocimiento y la familiaridad. Y los resultados mostraron una fuerte conexión. Se dio a varios voluntarios una lista con nombres de celebridades. Después se les mostró una colección de fotografías (algunas de ellas coincidían con la lista y otras no). Se les pidió que relacionaran dichas imágenes con los nombres de la lista anterior, así como que señalaran la probabilidad de haber leído el nombre de los personajes en la lista.
Los resultados mostraron que, incluso cuando los participantes no podían identificar a la celebridad por la fotografía, tenían la sensación de haber visto el nombre del personaje de dicha imagen. El experimento repetido una segunda vez con lugares conocidos dio el mismo resultado. Lo más curioso es que los voluntarios no podían identificar, en la mayoría de los casos, por qué ese famoso les resultaba familiar.
Recuerdos vagos
Los hallazgos de este estudio afirman que los acontecimientos y episodios de nuestras experiencias se almacenan en nuestra memoria como elementos o fragmentos individuales. Pero se acumulan de forma vaga, de manera que nos es imposible conectarlas a nuevas experiencias. Así, el "déjà vu" puede darse cuando ciertos aspectos concretos de una situación corriente se asemejan a los de acontecimientos anteriores, lo que puede producir un fuerte sentimiento de familiaridad. Es una conexión débil, sin embargo, lo que no nos permite recordar con certeza.
Los hallazgos de este estudio afirman que los acontecimientos y episodios de nuestras experiencias se almacenan en nuestra memoria como elementos o fragmentos individuales. Pero se acumulan de forma vaga, de manera que nos es imposible conectarlas a nuevas experiencias. Así, el "déjà vu" puede darse cuando ciertos aspectos concretos de una situación corriente se asemejan a los de acontecimientos anteriores, lo que puede producir un fuerte sentimiento de familiaridad. Es una conexión débil, sin embargo, lo que no nos permite recordar con certeza.
Debido a esta clara relación entre los mecanismos del reconocimiento basado en la familiaridad y el "déjà vu", Cleary concluye que este tipo de mecanismos y los métodos de laboratorio que se usan para estudiarlos podrían ser "muy útiles para elucidar los procesos que subyacen en las experiencias 'déjà vu'".
Un fenómeno común
La sensación de "déjà vu" aparece, habitualmente y sin consecuencias, en personas sin ninguna enfermedad, como un fenómeno aislado y sin periodicidad. Los últimos datos sugieren que entre el 60% y el 70% de la población lo ha sufrido alguna vez, sobre todo entre los 15 y 25 años. Por norma general, el episodio es breve y, salvo contadas ocasiones, no dura más que escasos minutos o segundos. No se refiere sólo a un lugar geográfico sino también a una situación, que se la interpreta como vista o vivida.
La sensación de "déjà vu" aparece, habitualmente y sin consecuencias, en personas sin ninguna enfermedad, como un fenómeno aislado y sin periodicidad. Los últimos datos sugieren que entre el 60% y el 70% de la población lo ha sufrido alguna vez, sobre todo entre los 15 y 25 años. Por norma general, el episodio es breve y, salvo contadas ocasiones, no dura más que escasos minutos o segundos. No se refiere sólo a un lugar geográfico sino también a una situación, que se la interpreta como vista o vivida.
Pero el "déjà vu" puede aparecer también en diversas patologías, entre las cuales la más frecuente es la epilepsia del lóbulo temporal (EPL), que es el tipo más común y más resistente a los fármacos en seres humanos. En esta enfermedad, la sensación de "déjà vu" acostumbra a presentarse como preludio de la crisis convulsiva (aura).
Un estudio elaborado en la Universidad de Leeds (Reino Unido), en 2006, ya hablaba de personas que vivían la experiencia de este fenómeno como una enfermedad como tal, al presentarse de forma crónica. Quienes experimentan el "déjà vu" de forma crónica expresan que el fenómeno los supera e, incluso, la sensación repetida de conocimiento anticipado provoca una severa depresión. En resumen, viven abatidos por la sensación constante de que todo les resulta familiar. Así, conocer la etiología cerebral del "déjà vu" es para muchos investigadores vital para que estas personas superen lo que puede llegar a ser una enfermedad.
Lic. Nuria Llavina
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