La dieta del grupo sanguíneo es un método que se apoya en supuestas propiedades adelgazantes y de promoción de la salud. Es un sistema del que se empezó a hablar a mediados de la década de los años cincuenta del siglo XX. En un principio, la incertidumbre sobre algunas cuestiones metabólicas difíciles de comprobar entonces facilitaron su auge. Sin embargo, hoy en día, no hay tales evidencias. Mediante la restricción de determinados alimentos y en función del grupo sanguíneo, se promueve el seguimiento de un sistema no sólo ineficaz, sino que además puede acarrear problemas de salud al aumentar el riesgo de no cubrir el aporte de nutrientes esenciales.
Los primeros descubrimientos que pusieron en evidencia las diferencias interindividuales entre los distintos tipos de sangre se realizaron a principios de siglo XX. Hacia 1901, Karl Landsteiner descubrió el sistema denominado AB0 (a-b-cero), que clasifica la sangre en cuatro serotipos básicos: A, B, AB y 0 (cero), en función de la presencia individual (grupos A y B) o doble (grupo AB) de dos tipos de proteínas en las membranas de los glóbulos rojos, o bien su total ausencia (grupo 0).
Estas premisas han servido como punto de partida para establecer vínculos, sin ningún rigor científico, entre qué se ha de comer o se ha de evitar comer en virtud del grupo sanguíneo de cada persona. Siempre según los defensores de estas teorías, de no seguir las recomendaciones (elegir y rechazar los alimentos que en cada caso correspondan), la salud puede quedar afectada. El sistema atribuye distintas morfologías y características del aparato digestivo en función de la sangre, una cuestión que, de alguna forma, pretende redundar en los efectos que tendrían distintos patrones alimentarios entre los diversos individuos.
Los preceptos de la dieta del grupo sanguíneo defienden, además, una relación estrecha con el supuesto origen de cada uno de los grupos y la evolución del ser humano y caracterizan hitos concretos en su desarrollo evolutivo. De este modo, el grupo 0 se considera "ancestral" o primero, a partir del cual evolucionó el resto. Si bien el cero sería el cazador-luchador, al A le correspondería ser el recolector-agricultor, al B el ganadero y el AB sería una mezcla de los dos anteriores, una teoría que no comparte en absoluto la comunidad científica y, mucho menos, las distintas incidencias de enfermedades que, también según este método, caracterizarían a cada grupo.
Sin embargo, no existe una relación comprobada desde el punto de vista científico entre el tipo de sangre y la utilización de tejido graso. La prohibición de alimentos hace que la dieta esté asociada con sensaciones de hambre y sufrimiento, e induce a la pérdida de masa libre de grasa, en vez de masa grasa.
Lic. Juan Revenga
Fuente
Consuner eroski
No hay comentarios:
Publicar un comentario