El ruido persistente de alto volumen en el lugar de trabajo aumenta en más del doble el riesgo de enfermedad cardiaca, afirman investigadores canadienses. Entre los que están en mayor riesgo se encuentran los hombres más jóvenes que fuman, que de por sí es un factor de riesgo de enfermedad cardiaca, anotaron los autores.
"La exposición al ruido excesivo en el lugar de trabajo es un importante problema de salud ocupacional, sobre todo para los trabajadores más jóvenes", aseguró el investigador principal, el Dr. Wen Qi Gan, de la Facultad de salud ambiental de la Universidad de Columbia Británica, en Vancouver.
El ruido alto persistente no significa música o conversación con mucho volumen, añadió Gan, sino cualquier sonido no deseado. En este estudio, el ruido se definió como el ruido industrial, que incluye el ruido de la minería, de la industria forestal y de la manufactura de productos de madera, apuntó Gan.
"El control del ruido es esencial para prevenir estas enfermedades relacionadas con el ruido. Cuando sea posible, hay que protegerse de la exposición al ruido excesivo", aconsejó. El informe aparece en la edición en línea del 6 de octubre de la revista Occupational and Environmental Medicine.
Para el estudio, el grupo de Gan recolectó datos sobre 6,307 personas a partir de los veinte años que participaron en la Encuesta nacional de examen de la salud y la nutrición de EE. UU. entre 1999 y 2004. Se preguntó a los participantes sobre sus estilos de vida y salud ocupacional, además de otros temas relacionados con la salud, y se sometieron a exámenes físicos y pruebas sanguíneas.
Los investigadores dividieron a los trabajadores según el tipo de lugar de trabajo que tenían: los que dijeron que tenían que soportar ruido alto constante (que dificulta la conversación a un volumen normal) durante al menos tres meses, y aquellos cuyos lugares de trabajo eran relativamente silenciosos.
El equipo de Gan encontró que 21 por ciento de los individuos dijeron que su lugar de trabajo era ruidoso casi todo el tiempo durante un periodo de nueve meses. La mayoría eran hombres, con una edad promedio de 40 años. En comparación con los que trabajaban en un ambiente tranquilo, ese grupo tendía a tener sobrepeso y a fumar, que son factores de riesgo independientes de enfermedad cardiaca.
Pero incluso tras tomar en cuenta esos factores de riesgo y otros, los trabajadores bombardeados por un ambiente ruidoso eran entre dos y tres veces más propensos a tener problemas cardiacos graves que sus contrapartes en lugares de trabajo tranquilos, encontraron los investigadores.
La asociación entre un ambiente laboral ruidoso y la enfermedad cardiaca fue particularmente marcada en los menores de 50 años, que tenían entre tres y cuatro veces más probabilidades de sufrir de angina o enfermedad de la arteria coronaria, o a haber sufrido un ataque cardiaco, señaló el equipo de Gan. Los hombres y los fumadores en ese grupo de edad también estaban en mayor riesgo.
Las pruebas sanguíneas de esos trabajadores en riesgo no mostraron niveles particularmente altos de colesterol o proteínas inflamatorias, ambos factores relacionados con la enfermedad cardiaca. Sin embargo, la presión arterial diastólica (la segunda cifra de una lectura de la presión arterial) era más alta de lo normal, una condición que se relaciona con problemas cardiacos graves, apuntaron los investigadores.
De hecho, los expuestos a ruidos fuertes en el trabajo tenían el doble de probabilidades de presentar presión arterial diastólica más alta de lo normal, un fenómeno que se conoce como hipertensión diastólica aislada, encontraron los investigadores.
El estudio fue limitado, en cuanto a que la enfermedad cardiaca se basó en el reporte de los mismos participantes sobre el diagnóstico de un médico. Además, la investigación no tomó en cuenta otros factores ocupacionales asociados con la enfermedad cardiovascular, tal como el trabajo por turnos y la contaminación atmosférica, anotó el equipo de Gan, y añadieron que se necesitan más estudios sobre el tema.
Los autores especularon que el estrés causado por el ruido fuerte podría parecerse al provocado por la emoción potente y repentina, que con el tiempo puede llevar a mensajeros químicos a constreñir el flujo sanguíneo a través de las arterias coronarias.
El Dr. William W. O'Neill, decano ejecutivo de asuntos clínicos de la Facultad de medicina Miller de la Universidad de Miami, y cardiólogo intervencionista, comentó que en los estudios epidemiológicos, uno no puede estar seguro de la relación entre causa y efecto, en este caso, entre un lugar de trabajo ruidoso y la enfermedad cardiaca. Pero "tiene sentido intuitivamente", aseguró. "Encaja con la idea de que el estrés es malo para la salud cardiovascular". Aunque la conexión entre el ruido y la enfermedad cardiaca no se ha probado, trabajar en condiciones desagradables y el estrés que esto produce puede ser malo para la salud, enfatizó O'Neill.
"Si el ambiente laboral es realmente desagradable, entonces es muy malo para el sistema cardiovascular a largo plazo", dijo.
Fuentes
Wen Qi Gan, M.D., M.P.H., School of Environmental Health, University of British Columbia, Vancouver, Canada; William W. O'Neill, M.D., Executive Dean for Clinical Affairs, University of Miami Miller School of Medicine; Oct. 6, 2010, Occupational and Environmental Medicine.
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