Las cápsulas de aceite de pescado son una forma económica de ingerir ácidos grasos omega 3, pero no previenen la depresión posparto. Tampoco mejoran el desarrollo mental de los bebés, según afirma un equipo de Australia que probó el efecto del uso diario de esos suplementos durante la segunda mitad del embarazo, el período en el que se desarrolla el cerebro fetal.
El equipo les administró a más de 2.000 mujeres una dosis de aceite vegetal o de de pescado con ácido docosahexaenoico (ADH), que podría mejorar los resultados del embarazo según estudios previos. "Antes de generalizar el uso del ADH en el embarazo, es importante conocer no sólo si eso tiene algún beneficio, sino también si tiene algún riesgo para la madre o el bebé", escribe en Journal of the American Medical Association el equipo de María Makrides, del Hospital de Mujeres y Niños de Adelaida del Norte, en Australia.
Pero los autores habrían llegado demasiado tarde. Hallaron que un tercio de las mujeres estudiadas ya tomaba suplementos de aceite de pescado, según el consejo médico. La buena noticia fue que el único efecto adverso identificado fue la eliminación de gases, que fue dos veces más común con el aceite de pescado que con el aceite vegetal. Pero la mala noticia fue que el aceite de pescado no logró mejorar el ánimo de las mujeres después del parto; el 10 por ciento de las participantes de ambos grupos dijo que sentía niveles altos de síntomas depresivos.
Es más: cuando los psicólogos evaluaron a los bebés a los 18 meses de edad no hallaron diferencias en el desarrollo del lenguaje y la comprensión ni en las evaluaciones cognitivas como la exploración de objetos y la formación de conceptos.
"No hallamos beneficios sólidos ni convincentes de los suplementos de aceite de pescado", dijo la doctora Emily Oken, que estudia la nutrición durante el embarazo en la Escuela de Medicina de Harvard, en Boston, y escribió un editorial sobre los resultados.
Pero la experta agregó que el estudio no descarta que algunas mujeres, como aquellas con riesgo alto de desarrollar depresión, se puedan beneficiar con el uso de esos suplementos. "Las recomendaciones son que las embarazadas consuman 200 mg de ADH por día", dijo Oken, que no participó del estudio ni tiene afiliación con los fabricantes de estos suplementos.
El pescado, agregó, es una fuente de ADH de mejor calidad que las cápsulas porque contiene otros nutrientes beneficiosos. Quizás, dijo, eso explica por qué varios estudios observacionales hallaron mejores resultados en las embarazadas que consumían gran cantidad de alimentos de origen marino.
Los pescados ricos en ADH incluyen al salmón, la trucha, la sardina y el arenque. Oken indicó que una porción por semana es suficiente, pero recomendó que las embarazadas eviten los pescados grandes que contienen gran cantidad de mercurio, como el pez espada, el tiburón, el blanquillo y el peto.
Fuente
JAMA/Journal of the American Medical Association
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