Los amantes del café y del té tendrían menos posibilidad de desarrollar la forma más común de un tumor cerebral maligno, sugirió un nuevo estudio. Los resultados, obtenidos de más de 500.000 adultos de Europa, se suman a las evidencias de un estudio reciente de Estados Unidos que asoció el alto consumo de café y de té con una reducción del riesgo de desarrollar gliomas, un conjunto de tumores cerebrales responsable del 80 por ciento de los cánceres malignos en esa zona entre los adultos. Pero esto no es suficiente como para probar que las infusiones brindan esa protección.
"Es muy preliminar. El estudio no es motivo para modificar el consumo de café o té", dijo la autora principal, Dominique Michaud, de la Brown University el Imperial College de Londres. Y si ambas bebidas tuvieran algún efecto directo en el riesgo de desarrollar gliomas, sería pequeño, ya que los tumores cerebrales no son frecuentes.
En Europa, por ejemplo, las tasas anuales son de entre 4 y 6 casos por cada 100.000 mujeres y 6 y 8 casos por cada 100.000 hombres. La posibilidad de sufrir un tumor cerebral maligno en la vida es de menos del 1 por ciento. Michaud dijo que si un mayor consumo de café y de té protege de alguna forma del glioma, eso les daría información a los científicos sobre las causas de los tumores cerebrales.
Los resultados, publicados en American Journal of Clinical Nutrition, surgen de un estudio en marcha en 10 países de Europa sobre los factores de riesgo potenciales del cáncer. Al inicio del estudio, 521.488 hombres y mujeres, de entre 25 y 70 años, respondieron cuestionarios sobre sus antecedentes médicos, dieta, ejercicio, tabaquismo y otros factores de estilo de vida.
El equipo de Michaud se concentró en más de 410.000 participantes sin cáncer al inicio y con información alimentaria completa. Durante 8,5 años, a 343 se les diagnosticó glioma y a otros 245, otro tumor cerebral generalmente benigno llamado meningioma. Tras dividir a los participantes en cuatro y cinco grupos, según el consumo de café y de té al inicio del estudio, el equipo no halló evidencias de una relación dosis-respuesta.
Pero los resultados cambiaron cuando el equipo analizó dos grupos: los que consumían por lo menos media taza (150 ml) y los que bebían menos o nada de ambas infusiones. Los que más café/té consumían eran un tercio menos propensos a desarrollar glioma, aun tras considerar factores como la edad y el tabaquismo. No hubo relación con el riesgo de desarrollar meningioma.
Según Michaud, se desconoce por qué no existen evidencias de una relación dosis-respuesta entre el consumo de café/té y el riesgo de desarrollar glioma. Podría estar asociado con dificultades en la medición precisa del consumo de esas bebidas en los participantes.
Según Michaud, se desconoce por qué no existen evidencias de una relación dosis-respuesta entre el consumo de café/té y el riesgo de desarrollar glioma. Podría estar asociado con dificultades en la medición precisa del consumo de esas bebidas en los participantes.
Es biológicamente posible que el café y el té influyan en el riesgo de desarrollar glioma. Por ejemplo, un experimento reciente en el laboratorio retrasó el crecimiento de un tipo de glioma llamado glioblastoma. Además, el café y el té contienen antioxidantes, que protegen a las células corporales del daño que puede producir cáncer y otras enfermedades.
De todos modos, es posible que los amantes del café y el té tengan otras características que podrían afectar la posibilidad de desarrollar glioma. Esas características se desconocen, tanto como las causas de la mayoría de los tumores cerebrales.
Fuente
American Journal of Clinical Nutrition
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